Por Pascual Tamburri, 16 de febrero de 2009.
Zapatero no ha pagado aún el precio que prometió a sus nuevos socios navarros. Antes no quiso, ahora no tiene dinero. Pero él ya tiene la derecha donde la quería.
Este otoño se consumó un divorcio que ninguna de las dos partes deseaba. UPN y PP se separaron después de 17 años de unión fecunda. Apareció un tercero que rompió la pareja: Zapatero prometió al Gobierno de Navarra en general y a UPN en particular «estabilidad institucional» además de desbloquear proyectos positivos para Navarra que no avanzaban desde tiempos de Aznar. El centroderecha navarro se dividió así en torno a los Presupuestos más irreales en 30 años de democracia. ¿Ha valido la pena? Si el precio o parte del precio era el AVE la respuesta es no.
Navarra no tiene tren, pero el PSOE tiene socios
Pamplona sigue sin AVE, y no han sido los socialistas ni la solitaria senadora de UPN quienes lo hayan recordado. Fue el senador José Ignacio Palacios, del Grupo Popular del Senado y coordinador del renacido PP navarro, quien tuvo que recordar el pasado miércoles 11 de febrero que Zapatero no ha cumplido ni con Navarra ni con los navarros ni con su actual socio, UPN. Y que UPN ha quedado emparejada con un partido que no ss de fiar y con un inquilino en La Moncloa que sólo quiere Navarra como moneda de cambio.
Se trató entonces en el Senado de «la moción por la que se insta al Gobierno a que en el plazo de dos meses suscriba con el Gobierno de Navarra un convenio en el que se fijen las bases de la cooperación entre ambas administraciones para la construcción del tramo navarro del corredor de alta velocidad Zaragoza-Pamplona». La «Cámara ya debatió y aprobó una moción similar hace exactamente dos años, el día 6 de febrero de 2007. En ella también se instaba al Gobierno a que en ese mismo plazo de dos meses suscribiera ese convenio con el Gobierno de Navarra. No lo ha cumplido; ni en los dos meses que se le requería en aquella moción ni en los 24 meses que han transcurrido desde entonces, con lo que se demuestra el poco respeto que el Gobierno tiene hacia las decisiones que se adoptan en esta Cámara» .
Pero «esta obra acumula a día de hoy un enorme retraso. Según el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Navarra, en este año, 2009, las obras tenían que haber empezado, y a día de hoy no se sabe cuándo van a empezar ni si se van a ejecutar. La incógnita está en la firma de ese convenio, mediante el cual la Administración General del Estado, que es la que tiene las competencias exclusivas en materia de ferrocarril, tiene que hacer una encomienda de gestión al Gobierno de Navarra para que este pueda ejecutar las obras y pueda descontar los desembolsos de estas de la aportación económica que realiza el Estado en virtud del convenio económico. No es nada nuevo: es la fórmula que está recogida en el acuerdo que el Gobierno firmó en su día con el Gobierno vasco». Pero no está claro que para el PSOE los navarros merezcan la misma solución que los vascos; «es la que el presidente Zapatero acordó con el presidente de Navarra, el señor Sanz. Porque, como bien saben ustedes, los dos presidentes se reunieron en La Moncloa el 17 de octubre de 2007, hace casi dieciséis meses. Y al término de esa reunión, la ministra de Administraciones Públicas, en una rueda de prensa, anunció dos cosas: la primera, que el Gobierno aceptaba el modelo económico para la financiación del tramo navarro de alta velocidad; y la segunda, que ese convenio se iba a firmar antes de que acabase el año 2007. Pues bien, han pasado trece meses y no se ha firmado». ¿Por qué?
Son todas falsas promesas. «Lo hizo el presidente Zapatero en la clausura del congreso del Partido Socialista de Navarra el día 28 de junio, cuando dijo que el convenio se firmaría con prontitud y que iría a Navarra a firmarlo. Después, durante el mes de septiembre, y desde la tribuna del Congreso, anunció que ese era un compromiso político y que se iba a cumplir. Pero no solo es eso: también la secretaria de Organización del Partido Socialista, doña Leire Pajín, en la Fiesta de la Rosa de los socialistas navarros, el día 4 de octubre pasado, dijo lo siguiente: el Gobierno de España va a venir a Navarra de forma inminente a firmar el convenio para que la alta velocidad sea una realidad dentro de poco en esta tierra… Nos engañó también el diputado socialista por Navarra, el señor Moscoso, que en el mes de octubre nos anunció que pronto se iba a firmar el convenio, pero no se ha firmado; y el portavoz socialista de Infraestructuras en el Parlamento de Navarra, que dijo que Zapatero iba a cumplir pronto lo prometido; y el secretario general de los socialistas navarros, el señor Jiménez, que decía hablar con conocimiento de causa y nos anunció en reiteradas ocasiones que la firma del convenio era algo inminente» .
¿Sorpresas? Pocas para quien, conociendo la escasa fiabilidad de los socialistas, no aceptó sus promesas y mucho menos quiso cambiar una trayectoria política a cambio de un plato de raíles. De los pocos sorprendidos es la senadora de UPN, recién salida del Grupo Popular en el que fue elegida, María Caballero. Para ella, «los ciudadanos de Navarra que empiezan a sentirse engañados y discriminados respecto al trato concedido a los ciudadanos de otras comunidades. Navarra ha hecho los deberes, como ha dicho esta misma semana don Miguel Sanz al presidente del Gobierno de España. Y ahora los tiene que hacer el Gobierno de España…» Quizás su problema sea de perspectiva: UPN ya ha dado al PSOE lo más precioso que poseía, y a partir de ahora el PSOE pagará sus deudas sólo cuando y como quiera.
Fiarse de Zapatero es jugar con fuego
Zapatero ha mentido con el AVE. ¿Tenemos razones que haya dicho la verdad en alguna de sus promesas? En cuanto a la llamada estabilidad institucional –la alianza entre PSN y UPN para perpetuarse en el poder- Zapatero la respetará mientras le convenga, y siempre con la amenaza evidente de que el PSN-PSOE puede buscarse otros aliados si UPN no se pliega a sus exigencias. Ya está sucediendo: un Gobierno de centroderecha está aplicando bajo chantaje las políticas de la izquierda, incluso las lingüísticas. En cuanto a la defensa de Navarra frente a los abertzales y a ETA, todo es humo: los nacionalistas vascos tienen mucho que ofrecer al PSOE, tanto en votos como en propaganda. Cuando Zapatero y Patxi López lo vean oportuno cambiarán de nuevo de pareja. Quizás a muchos les haga falta todo un AVE para darse cuenta; a otros les bastará con leer y escuchar lo que decían y siguen diciendo sus interlocutores privilegiados. ¿Lo gente que votó en 2007 quería esto? Seguramente no. Fantástica Fauna Foral.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 16 de febrero de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/zapatero-estafa-navarros-miente-politicos-93071.html