Por Pascual Tamburri Bariain, 23 de marzo de 2009.
En las europeas de 1999 el PSOE utilizó un montaje de Garzón contra el PP. La víctima, Loyola de Palacio. La beneficiada, Rosa Díez. Un libro demuestra ahora cómo se unieron para mentir.
Jaime Ignacio del Burgo, El escándalo del lino. Historia de una infamia. Ediciones Laocoonte, Pamplona, 2009. 20 €
Soy de los que creen que no se puede hacer verdadera historia de acontecimientos de los que hace sólo una década. Diez años no son suficientes para hacer verdadera investigación histórica. Son sin embargo bastantes como para que se puedan conocer con precisión los acontecimientos puros y duros, los que podrán ser en el futuro materiales para el historiador. Esto es lo que acaba de hacer, con brillantez y sin piedad, el veterano político navarro Jaime Ignacio del Burgo. En vísperas de unas elecciones europeas del Burgo ha decidido hablar sobre una de las grandes vergüenzas que ocultan en su pasado algunos políticos que sí están aún en activo.
Del Burgo no es novato en estas lides, porque no sólo lo ha sido todo en la política española y no sólo sigue aportando su experiencia, desde su bien merecido retiro, al joven PP navarro. Es, también y ante todo, escritor político, un continuador, uno de los pocos que quedan, de nuestra mejor tradición parlamentaria de oradores y publicistas. Es, además, una víctima de otra difamación, en la primera parte de su carrera política. Él sabe perfectamente qué sucede cuando una acusación de corrupción es lanzada sin fundamento, es aprovechada sin escrúpulos por los rivales políticos y sólo años más tarde, a veces sin remedio, es desbaratada por los Tribunales de Justicia. A él le sucedió en 1980; a Loyola de Palacio y al Partido Popular le pasó en 1999, y a ese episodio se dedica el libro más reciente de del Burgo. Que no es aún historia, pero que es ya un haz coherente de datos ciertos e irrefutables.
La mentira como arma de la política de izquierdas
En 1999, como en 2009, había elecciones europeas. Gobernaba el Partido Popular y todo hacía prever una victoria del PP, pero había que ganarla en las urnas. José María Aznar confió para la cita electoral de junio en la que hasta finales de abril fue su brillante ministra de Agricultura, Loyola de Palacio. Frente a de Palacio el PSOE presentaba a Rosa Díez, entonces fidelísima socialista, en unas elecciones que eran además municipales y autonómicas y que tenían que dirimir en buena parte las posibilidades políticas de José Borrell. Un Borrell que, por cierto, estaba acusado, él sí, de la corrupción de dos de sus colaboradores directos. Con el tiempo Borrell dimitiría dando paso a Joaquín Almunia y Díez abandonaría el PSOE después de no haber conseguido el protagonismo que esperaba. Pero todo eso estaba aún por verse; lo que del Burgo cuenta y explica en detalle es cómo este grupo de socialistas lanzó una acusación de corrupción contra la ex ministra de Agricultura con la certeza de que era inocente. La difamación como arma política, y la indefensión como resultado.
Del Burgo explica cómo en 1999 uno de los que más se jugaba era el entonces presidente castellanomanchego, José Bono, que optaba a su quinta reelección y que se postulaba discretamente como recambio de la dirigencia socialista si Borrell y Díez, como era de prever, fracasaban. Para eso necesitaba un buen resultado en su propia tierra. Para conseguirlo y para colaborar en el esfuerzo de guerra del PSOE la cadena SER, el grupo PRISA y los mismos socialistas manchegos afirmaron desde abril de 1999 que Nicolás López de Coca, presidente del Fondo Español de Garantía Agraria, y otros altos funcionarios de Agricultura con el PP habrían obtenido subvenciones fraudulentas de la Unión Europea para el cultivo y la transformación de lino.
Según la Junta castellanomanchega de Bono, en el entorno de Loyola de Palacio se habría formado un compló de cazaprimas. Esto no impidió la victoria de de Palacio en las elecciones del 99, pero Prisa, la Junta manchega, el PSOE y algunos jueces y fiscales ligados a la izquierda mantuvieron artificialmente vivo el «escándalo» del lino. No para hacer justicia, entiéndase, sino para dañar políticamente al PP en los años que siguieron. No lo consiguieron, pero varios nombres políticos populares en estos días aún demostraron suficientemente su catadura moral.
Lecciones más válidas que nunca en 2009
Del Burgo explica con todos los detalles cómo se sucedieron los hechos, pero algunos de los más relevantes hoy son estos tres. Ante todo, el PSOE y la Fiscalía acusaban del PP y al Gobierno de Aznar de corrupción sabiendo no sólo que todo era falso, sino que sus palabras serían usadas en Bruselas para que otros países e intereses pidiesen sanciones contra España, como así fue. En segundo lugar, Rosa Díez pidió la dimisión de Loyola de Palacio como vicepresidenta de la Comisión Europea y consejera de Transportes y Energía, pese a la confianza de Romano Prodi. En tercer lugar, un viejo amigo y aliado político de José Bono, el juez socialista Baltasar Garzón, intervino in extremis desde la Audiencia Nacional para prolongar el asunto.
Entiendo que el libro de del Burgo no resulte popular en la izquierda, pero debe ser leído para entender los mecanismos por los que la difamación obra sus efectos. Entre 2007 y 2008 la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo han dado toda la razón a los acusados, y han dejado en evidencia las maniobras de Bono, de Garzón y de Díez. La mentira había servido sin embargo para hacer política desde los medios de comunicación, porque la absolución legal llegó mucho más tarde que la condena mediática. Además, ni Loyola de Palacio ni Carlos Moro vivieron para llegar a ver su honor restablecido y la infamia cancelada.
En puertas de una campaña electoral que se anuncia dura es bueno que se lea a del Burgo, primero para conocer qué personajes se presentan ante nosotros cargados de una honradez de la que cabe al menos dudar, y después para ser extremadamente prudentes al dar por buenas las falacias que puedan lanzarse. Porque la mentira causa víctimas a las que después no puede compensar, y la izquierda española es experta, como se ve, en la materia.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 23 de marzo de 2009, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/rosa-diez-baltasar-garzon-unieron-para-difamar-hace-unos-94421.htm