Cuando la novela histórica es erótica, contemporánea y transgresora

Por Pascual Tamburri Bariain, 5 de mayo de 2009.

El magnicidio del general Zia-ul-Haq cambió el rumbo de la historia de Pakistán. Hanif utiliza los recursos de la narrativa moderna para mostrar las contradicciones de este tiempo.

Mohammed Hanif, La explosión de los mangos. Traducción de Isabel Ferrer Marrades. Salamandra, Barcelona, 2009. 384 pp. 19 €

El suboficial Alí Shigri y el cadete Obaid-ul-llah son miembros de las Fuerzas Armadas de Pakistán cuando, en verano de 1988, se estrella el avión del dictador del país, general Mohammed Zia-ul-Haq. Un acontecimiento histórico reciente, trágico y nunca del todo explicado puede servir de trasfondo a cualquier género narrativo, desde la novela negra al diario sentimental, desde la historia ficción al folletín costumbrista pasando por todos los matices del humor. El periodista Mohammed Hanif –de formación y residencia británicos- decide no elegir un solo género y combinarlos todos en una obra única, de estructura original, atrevida y sorprendente, que está destinada a renovar no sólo nuestra percepción de la literatura pakistaní sino también nuestra misma percepción del Pakistán.

Visto desde Europa, y salvo quizás para los británicos, Pakistán es una incógnita explosiva en medio de todas las encrucijadas de nuestro tiempo. Entre talibanes y servicios secretos, restos imperiales ruso-soviéticos y británicos, armamento convencional y proyectos nucleares, integrismo islámico y multinacionales occidentales, masas de población mísera y oligarquías ricas y poderosas, Pakistán era hace veinte años y sigue siendo en 2009 un escenario extremadamente complejo para el ciudadano europeo normal. Sabemos sólo que no lo entendemos, pero que ese mundo incomprensible afecta directamente a nuestras vidas: el mismo Osama Ben Laden que en una ficción ambientada en 1988 puede ser sólo un personaje secundario ha llevado a nuestros propios soldados a luchar y a morir a la misma Frontera del Noroeste donde Shigri se convierte gracias a Hanif en protagonista en primera persona.

Hanif arriesga mucho en esta su primera novela. No se limita a superponer géneros, sino que los entrelaza hasta crear un todo novedoso. La explosión de los mangos tiene un diseño espiral, en el cual seis posibles explicaciones de la muerte del general van y vienen hasta dejarnos sólo con la idea de que cualquiera de ellas pudo ser la única pero no lo fue. Zia aparece como un hombre de carne y hueso, desde su respeto reverencial a su esposa hasta sus problemas digestivos, pero esa misma humanidad se extiende a todos, poderosos y humildes, jóvenes y ancianos. La explosión de los mangos es una sucesión aparentemente caótica, sin orden espacial ni temporal, de escenas; Hanif tiene la habilidad de atrapar al lector hasta que el conjunto se hace comprensible y gozosamente sugestivo sólo desde el corazón de la novela. Shigri es militar y nacionalista, hijo de un coronel oficialmente heroico pero realmente suicida, nacido para vestir uniforme pero atraído homoeróticamente por el delicado Obaid, después detenido y torturado y sumergidos ambos en un remolino de personajes aparentemente no relacionados pero que unidos retratan una parte posible de nuestro tiempo. El corazón de los mangos podrá gustar a musulmanes y a cristianos, a observantes y a homosexuales, a occidentales y a indostaníes, pero tiene dos defectos que hay que conocer: su lectura engancha y no puede ser abandonada con facilidad, y el texto se hace corto.

Se ha escrito mucho sobre, contra o a favor de la globalización de la cultura. Hanif demuestra en esta novela algo que nuestros antepasados ya sabían hace mil años: la cultura superior es universal, y no entiende de barreras culturales. Quizás inaugure un nuevo género literario, y el debate no será si se trata de cultura pakistaní o europea, sino más bien de cómo una parte de nuestro propio mundo puede ser reflejado así mejor que en otros instrumentos ya existentes. Punto y aparte merece la traducción de Isabel Ferrer Marrades, que no vence sólo la barrera de un inglés variado y atípico, sino también una infinidad de saltos culturales que no hacen su tarea fácil pero que en definitiva sí hacen esta obra merecedora de atención y de continuación.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 5 de mayo de 2009, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/cuando-novela-historica-erotica-contemporanea-transgresora-96002.htm