La guerra civil terminó en 1939, y la literatura nos recuerda cómo

Por Pascual Tamburri Bariain , 14 de mayo de 2009.

Pedro Corral ambienta en la agonía del Madrid republicano en 1939 una apasionante novela que es mucho más que ficción: la memoria histórica incluye también recordar lo que no sucedió.

Pedro Corral Corral, La ciudad de arena. El Aleph, Barcelona, 2009. 384 pp. 19,95 €

Pocos acontecimientos de la historia contemporánea han generado tanta literatura como la guerra civil. Durante el mismo acontecimiento fue sobre todo usada como propaganda de uno y otro de los bandos, lo que era bastante comprensible. Después de la guerra los vencedores desde España y los vencidos desde el exilio interior o exterior cantaron con sus versos aquellos años terribles y ambientaron en ellos las primeras obras de ficción.

La generación de combatientes ha tenido muy mala fama, pero ha dado grandes narradores. Han sido por distintas razones más famosos los poetas belicosos o intimistas de la generación anterior, y más los de un lado que los del otro, pero su percepción de la guerra fue distinta. En general no la hicieron desde el barro de la trinchera sino desde los respectivos aparatos de propaganda, y como propaganda la entendieron. Los combatientes y los jóvenes tendieron a contar más bien lo que vieron y lo que vivieron, con un sentimiento ampliamente común: la voluntad de reconciliarse y convivir.

Quién sabe que habría sido de la literatura española si los Alberti, los Machado o los píos y atildados caballeretes monárquicos de las Academias hubiesen vivido el invierno de Teruel, el verano del Ebro o los asaltos al Clínico, o si los Cela y los Delibes hubiesen llegado a tiempo de conocerlos en directo. Lo cierto es que no fue así, y que la generación anterior a la guerra se adelantó a todas las muy posteriores en una lectura sectaria, propagandística o sesgada de lo que no dejó de ser una masacre entre hermanos. Los protagonistas, cuando escribieron, no fueron así, pero han sido relegados al olvido por unos y por otros. Aún hoy la mejor novela española sobre nuestra guerra es La fiel Infantería de Rafael García Serrano, alférez provisional y a la vez víctima de la censura franquista. Una novela cuyo resumen es el mismo: luchamos, llegó la paz y es hora de volver a vivir como hermanos en una nación unida.

Pedro Corral, que es un narrador joven totalmente ajeno a las polémicas del pasado, ha evitado el recurso fácil y políticamente correcto a la propaganda póstuma. Su Ciudad de Arena es una novedad gratificante en medio de una «España oficial» que parece vivir la guerra de hace 70 años con más crudeza que si hubiese terminado ayer. Para Corral la guerra es pasado, y sirve para ambientar una trama apasionante de amor, de sentimientos, de meditaciones, dolor y cambios. La historia de Isabel Mercadal y su hermano, de los oficiales Tomás Broto y Luis Masip y de los últimos días del Madrid republicano, hambriento y asediado, podría haber sido ambientada con igual éxito en la agonía final de la Comuna de París, del Berlín nazi o de la Barcelona austracista. Corral es un gran contador de historias y un buen descriptor de personalidades, y habría tenido éxito en cualquier escenario que hubiese elegido.

Aparte de los literarios sus méritos están en lo que no hace y en lo que no cuenta. No es una novela de buenos ni de malos, sino de personas. Bien ambientado en la complejidad política de la retaguardia republicana, Corral recuerda cómo sólo en el último momento los republicanos anticomunistas se sublevaron contra la dictadura de los seguidores de Stalin, una parte de la verdad histórica que habitualmente se olvida. Pero sobre todo Corral reduce la guerra de nuestros abuelos y de nuestros bisabuelos a lo que debería ser ya para todos: un episodio de nuestro pasado común. Si hoy se ambienta novela histórica en la España visigoda nadie pretende resucitar a rodriguistas ni a witizanos, porque todos descendemos de ambos bandos de aquella guerra civil. Es lo que Corral hace con sus protagonistas en 1939, y es algo que todos deberíamos aprender a hacer.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 14 de mayo de 2009, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/guerra-civil-termino-1939-literatura-recuerda-como-96378.htm