Felipe González contra ZP, PSOE con dos puertas malo es de guardar

Por Pascual Tamburri, 29 de junio de 2009.

Zapatero ya no gana elecciones. Ha terminado su suerte en las urnas, y eso multiplica el descontento en el PSOE. Empezando por unos veteranos que lo siguen mirando con prevención.

Durante cinco años ha sido noticia, o más bien motivo de comentario, la relación entre Mariano Rajoy y José María Aznar. La posición de un ex presidente del Gobierno no es fácil, y de ahí surgió toda una teoría sobre qué hacer con los «jarrones chinos» una vez salidos de La Moncloa. Parecía que el PSOE no tenía esa dificultad. Pero era a causa del poder y del talante de José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora, sin talante y con cada vez menos votos, las cañas se le tornan lanzas.

Hoy los socialistas tienen miedo. Los hechos están ahí para darles la razón: las elecciones se pierden, las encuestas van mal, la crisis que se negó está arrasando España y –lo más importante- todas las decisiones políticas fundamentales de Zapatero entre 2003 y 2008 se han demostrado equivocadas. Aunque sólo sea por su precio electoral. Y hay quien tiene autoridad para decirlo.

Felipe González tiene para la izquierda de base, para muchos cuadros intermedios y para una gran parte de la sociedad española la aureola de un hombre de Estado. La Historia dirá qué hay de cierto, pero a día de hoy una palabra de González tiene un peso político considerable. Más que en 1996, cuando fue derrotado, y más que en 2004, cuando la fórmula neosocialista radicalizada en lo ideológico llegó a La Moncloa. González está usando desde hace meses esa autoridad para propinar severas collejas al actual presidente. Y no es una improvisación: González habla siendo consciente de las consecuencias de llevar la contraria a Zapatero.

Cuando Zapatero negó la crisis González habló de ella. Cuando Zapatero planeó una salida partidista e ideológica de la crisis González advirtió de que esto la agravaría, y de que eran necesarias reformas estructurales de la economía, las finanzas y los mercados dentro de un pacto de Estado con el PP. Cuando Zapatero ha seguido negando la evidencia sobre la energía nuclear González ha hablado en términos económicos que cualquier ciudadano puede entender. Y cuando Zapatero se ha empecinado en fidelizar votantes a través de los llamados nuevos derechos no pocos felipistas se han desmarcado de la nueva ley abortista.

¿Felipe González se ha hecho del PP? No, del mismo modo que tampoco el Grupo Prisa lo ha hecho. Pero se limitan a recordar a Zapatero que la izquierda es más amplia que el grupo de radicales de salón que lo rodea, y que mantener una mayoría suficiente en toda España es muy difícil colocándose en un ángulo. Seguramente el felipismo está más de acuerdo con lo que se está haciendo a través de Patxi López en el País Vasco: que es lo contrario a lo que los zapateristas hacen y dicen en otras partes, de Perpiñán a esta parte.

Zapatero está en declive, y sobre todo lidera un partido en descomposición. Cuando cada dirigente nacional y local piensa antes en lo suyo que en lo de todos, cuando cada político o aspirante a tal trabaja sobre todo por su propio futuro, algo va decididamente mal. Felipe conoce bien el aroma de la decadencia porque él mismo tuvo que sufrirlo durante años. La duda es si Zapatero escuchará o si por orgullo se obstinará en responder con dogmas rancios a las necesidades reales de la gente. Porque el presidente ha olvidado que no es el líder de un partido, ni mucho menos de una corriente dentro de un partido, sino el gobernante de una gran nación. Y si no lo recuerda él González se lo recordará y probablemente Rajoy se lo cobrará.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 29 de junio de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/felipe-gonzalez-contra-psoe-puertas-malo-guardar-98117.html