Treinta años tarde y sin ayuda de Suárez ETA recibe un duro golpe

Por Pascual Tamburri, 26 de julio de 2009.

Los símbolos de ETA y de los abertzales aún están en muchos lugares públicos. Desde la Transición los políticos con complejos toleraron esa apología pero hoy la Fiscalía empieza a moverse.

Aparentemente es una historia de hace pocos días. El día 17 la Fiscalía decidió iniciar diligencias de investigación sobre la presencia de carteles, pancartas y pintadas con símbolos y lemas de apoyo a la organización terrorista ETA que están colocados en calles, bares y establecimientos públicos de varios municipios de Navarra. La Audiencia Nacional fue informada por la Delegación del Gobierno de esa situación. El pasado día 24 la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha ordenado «la inmediata y urgente retirada» de estas pancartas y símbolos de apoyo a ETA. ¿Reconfortante vuelta al orden, no es cierto?

Dice nuestro fiscal coordinador de Terrorismo, Vicente González Mota, que la colocación de estos símbolos puede ser constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo. Acabáramos. Es decir, que esos símbolos que a lo largo de cuatro décadas han estado presentes en la vida de muchos vascos y navarros son ilegales y se relacionan con ETA. Quién podía sospecharlo… estábamos ya tan acostumbrados a ellos que parecía que nuestra democracia los protegía con sus libertades constitucionales. Y resulta que no era así.

En realidad nunca ha sido así. Cientos de policías y de guardias civiles arriesgaron sus vidas para quitar esos símbolos de opresión y de crimen a comienzos de la Transición. Bastantes murieron o fueron heridos. Ciertamente los precedentes no invitaban al optimismo, porque mientras que había hombres de España jugándose el tipo por hacer cumplir la Ley algunos políticos pequeños, como el después tristemente fallecido Tomás Caballero, la violaban en las instituciones; y así se convirtió la bandera vizcaína del PNV en un símbolo tolerado y después legal. Lógicamente es complicado después de eso pedir a la gente que se arriesgue a morir por retirar un símbolo que algún político calculador o acomplejado podrá legalizar o tolerar después. Por eso, porque siempre hay un Rodolfo Martín Villa para un descosido, esos símbolos están ahí. Siempre han estado, incluso aunque menos en los mejores años de Aznar.

Ahora bien, eran ilegales y siguen siendo ilegales. Ahora se ordena de nuevo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que procedan a su retirada y que practiquen «las indagaciones necesarias para identificar a los autores de su colocación». Bien. Pero para pedir a esos hombres y mujeres esa tarea hace falta unidad de la clase política, respaldo absoluto y sin fisuras a las personas de uniforme y seguridad de que no habrá, esta vez, pasos atrás. Tolerancia cero. Órdenes parecidas ya se dieron y algunos murieron, para que después unos símbolos se consintiesen, otros se coronasen y en suma pocas cosas cambiasen. Eso no puede volver a suceder.

La ambición es rasgo necesario de todo político, pero esa ambición se subordina a los principios en el caso del político digno y se reduce a simple codicia personal a cualquier precio –incluso la vida ajena y la dignidad de la nación- en el político profesional. Carmelo López-Arias recordaba hace pocos días cómo Adolfo Suárez decía ante su amigo Armando Marchante en 1975 a la muerte de Fernando Herrero Tejedor «Yo quiero ser ministro; donde sea, con quien sea y para lo que sea». Pedro Carlos González Cuevas ha hablado de consagración del oportunismo político por parte de esa «clase de políticos que encarnan la crisis de la personalidad moderna y profundizan y enrarecen la crisis de la política contemporánea», que «representan una percepción tosca, empírica y elemental de las cosas», que sustituyen «el pensamiento sistemático por un conjunto de equívocos y de mistificaciones generalizadas», reduciendo «todo a la esfera de lo útil y del efecto inmediato». Quizás la ambición sin mesura ni dignidad explique por qué entonces se claudicó en cuanto a los símbolos. Ni Navarra ni España pueden hoy permitirse el lujo de renovar sus dirigentes políticos de centro o de derecha con semejante horizonte moral.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 26 de julio de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/treinta-anos-tarde-ayuda-suarez-recibe-duro-98926.html