Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de marzo de 2010.
Evelyn Waugh dejó abierta una ventana para entender la sociedad británica desde el punto de vista de un católico conservador. Como en Retorno a Brideshead, en el Ejército.
Evelyn Waugh, Hombres en armas. Edición y traducción de Carlos Villar Flor. Cátedra Letras Universales – Anaya, Madrid, 2003. 408 pp. 16,70 €
Evelyn Waugh, Oficiales y caballeros. Edición y traducción de Carlos Villar Flor. Cátedra Letras Universales – Anaya, Madrid, 2010. 432 pp. 17,00 €
Cátedra acaba de publicar Oficiales y Caballeros, la segunda parte de la trilogía Espada de Honor, de Evelyn Waugh. Aunque las tres novelas han sido publicadas en algún momento como una sola, y a pesar de la versión cinematográfica de 2001, Carlos Villar Flor ha realizado una cuidadosa tarea de crítica literaria que desde 2003 viene dando sus frutos. Desde este punto el lector español puede disfrutar del texto original de las dos primeras novelas –está en camino la tercera- ambientadas en la Segunda Guerra Mundial por el autor de Retorno a Brideshead.
Evelyn Waugh (1903-1966) fue antes escritor que otra cosa, y nunca dejó la pluma ni por la espada ni por la tribuna. Converso al catolicismo, Waugh fue siempre fiel a sí mismo y a su país hasta el puntillismo, retratándose y retratando su tiempo en no pocos de sus personajes y de sus aventuras. Guy Crouchback, protagonista de la trilogía, es un personaje típicamente waughiano, con una combinación irrepetible de ingenuidad y desencanto, de fe y escepticismo, de candor y de experiencias vitales recias. A su alrededor, en este caso, la Segunda Guerra Mundial y una sociedad británica en efervescencia.
Un caballero en medio de una guerra moderna e inadecuada
Sobre la trama argumental hay que recordar en todo caso que esta trilogía se lee mejor de una sentada que por partes; y que Waugh, aunque realista hasta lo mordaz, no es en modo alguno un antipatriota. Refleja ciertamente sus experiencias como oficial en la guerra, primero en los confusos meses del blitz alemán de 1940, después en los vaivenes mediterráneos y por último en la alianza rusoamericana. Pero no hay que olvidar que Waugh combatió voluntario y convencido aquella guerra, lo que no hay que confundir con su aprobación de los objetivos de guerra tal y como se fueron manifestando gradualmente. Waugh, como muchos británicos de su tiempo y clase, entendió perfectamente que en septiembre de 1939 su Imperio saliese en defensa de la Polonia católica cumpliendo su palabra; pero a partir de ahí quedó perplejo una y otra vez, hasta que la guerra terminó con la victoria… y con el desmembramiento tanto de Polonia como del Imperio Británico. A lo largo de la narración Waugh nos presenta a algunos protagonistas anónimos de ese largo y sangriento proceso.
«Aquí, a la edad de treinta y nueve años, empecé a envejecer»
No hay mucha distancia entre la familia Crouchback y los Flyte de Brideshead. En el fondo, Waugh como el capitán Charles Ryder y como muchos de sus potenciales lectores en España ahora, andamos a la búsqueda de un Cuerpo de Alabarderos en el que servir con dignidad una buena causa, o al menos estorbando lo menos posible a unos profesionales cuya competencia es mucho mejor dar por supuesta desde fuera. Entiendo que esta trilogía habrá de complacer especialmente a los hombres y mujeres de la Reserva Voluntaria de las Fuerzas Armadas españolas y con sus jefes naturales. Todos ellos, tras esta lectura, se sentirán sin duda identificados con algunas de las experiencias y con muchas de las reflexiones del miles gloriosus Crouchback, mucho menos ridículo de lo que él mismo cree, especialmente cuando analiza su tiempo y prevé los males del futuro.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 26 de marzo de 2010, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/morbo-retorno-brideshead-pero-calidad-105953.htm