Mayor Oreja diagnosticó la enfermedad del socialismo vasco… y navarro

Por Pascual Tamburri, 5 de mayo de 2010.

En la semana más negra de la Bolsa y la economía el PSOE puede echar mano de las pocas bazas que le quedan. Como Mayor Oreja anunció, sólo ETA separa a ZP de la derrota en 2012.

Esta semana de mayo de 2010 será recordada como una de las más negras de la historia de la Bolsa española: el Ibex cayó en porcentajes nunca vistos, y a las pérdidas financieras de los ahorradores se añadió la incertidumbre bancaria. Todo el sistema productivo español está en vilo, y lo único seguro es que la crisis que se negó en 2008 vino para quedarse. Pedro Solbes venció su debate televisivo contra Manuel Pizarro ocultando la verdad: mal si realmente creía lo que decía, y mucho peor si no lo creía y se limitaba a mentir (por cierto, ¿por qué no se emite aque debate una vez por semana en la Televisión pública?) .

Mintió después el presidente del Gobierno, porque no sólo había crisis sino que jamás se vieron tales «brotes verdes». Ahora, para Zapatero es un «descomunal despropósito» pensar que España acabará como Grecia, pero si esta afirmación socialista en materia económica es tan fiable como todas las anteriores (ya vamos por el quinto millón de parados) tendrá razón Mariano Rajoy y la batalla de la economía será decisiva en 2011 y 2012.

De hecho, si las elecciones fuesen ahora mismo y si el único tema de debate fuese la economía este PP ganaría con mayoría absoluta y no necesitaría comprometerse a tomar decisiones en otros asuntos políticos. El único problema de Rajoy y sus asesores más pop es, precisamente, que ellos no deciden la fecha de las elecciones y que no pueden impedir que el PSOE eche mano de otros asuntos en los que, por las buenas o por las malas, espera compensar la ventaja popular. Así que, aunque sea a disgusto, el PP no puede rehuir otras realidades y no puede ocultar a los españoles sus principios y su programa. Si lo hiciese se arriesgaría, ¡con la que está cayendo!, a malograr sus perspectivas electorales.

Al PP le están moviendo la silla… como no podía ser menos

El 23 de marzo Jaime Mayor Oreja ya anticipó algo que muchos analistas apuntan ahora: puede estar habiendo una segunda fase de negociaciones entre socialistas y batasunos, porque los intereses son demasiado coincidentes y la costumbre de hacerse favores demasiado arraigada. En 2011, en las municipales y autonómicas, es vital para los etarras no desaparecer de las instituciones, cosa que ya consiguieron gracias al PSOE en 2007 y que necesitan renovar dentro de unos meses. Los socialistas, a su vez, necesitan obtener un resultado presentable, que pueda venderse a la opinión pública como una victoria o, en todo caso, como una derrota por la mínima y aperitivo de una remontada en 2012 que compense el desastre económico. Un buen resultado frente al PP en el País Vasco y en Navarra sería así una baza mucho más importante que el porcentaje de votos en juego.

Que hay movimientos de fondo no es una ocurrencia de Mayor Oreja. El personaje puede gustar o no, pero está claro que sabe de qué habla más que sus livianos sucesores. El traslado de Arnaldo Otegi a la cárcel de Martutene, la salida de Rafael Díez Usabiaga a la calle, la liberación de dos docenas de líderes batasunos… son demasiadas las coincidencias con sabor a faisán que hacen pensar, si no en una negociación, sí en un intercambio de favores entre las distintas familias abertzales y los socialistas vascos y navarros.

Las querellas entre abertzales son ahora mismo complejas, pero el PP no puede dejar que el PSOE sea el único con un mensaje claro y potencialmente atractivo a los nacionalistas. Se descalificó con demasiada ligereza a Mayor Oreja, y la situación económica convierte la política de acercamiento a ETA en una de las mejores jugadas de Zapatero en los próximos años. Tendría muy poca gracia que el PP se creyese de verdad la memez esa de «sólo economía» y perdiese otras elecciones justamente cuando es el único partido nacional con una respuesta a la crisis económica.

La crisis de España no es sólo económica, es ante todo de principios. Y sin principios ni se puede reconquistar, ni menos aún gestionar con éxito, el poder político. Seguramente el PP necesita las recetas económicas que ZP no tiene, pero también precisa las ideas, las personas y la dignidad que no se atreve a tener. ¿Qué distingue al PP? Por supuesto, que los españoles lo creen capaz de un milagro económico; pero también, y antes, que lo creen incapaz de un Faisán o de un 11-M. Pues bien, que nuestra derecha no se avergüence: que saque pleno partido electoral de sus bazas, y adelante.

Personalmente me gustaría que todos los hombres y mujeres del PP no sólo diesen a Mayor Oreja la razón que tiene, sino que además recordasen esa conversación entre Manuel Pizarro y Carlos Dávila sobre Gürtel y aledaños que acaba de publicarse: – «… aquello está poblado de mesócratas, de gente metida en la política como asunto vital». – «La política es una forma más de función pública, lo vemos en los infinitos asesores que pueblan las instituciones… yo, como obtuve, y nadie me regaló, la oposición de abogado del Estado, no entiendo que el Estado tenga asesores que no sean los abogados del Estado, los inspectores de Hacienda, los economistas del Estado o los técnicos de Administración Civil».

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 5 de mayo de 2010, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/mayor-oreja-diagnostico-enfermedad-socialismo-vasco-navarro-106843.html