Un pesimista enamorado de España nos da una sorpresa póstuma

Por Pascual Tamburri Bariain, 21 de noviembre de 2010.

Schopenhauer ha sido leído como uno de los grandes responsables de la deriva contemporánea del pensamiento. Pero no todo lo que se ha dicho es cierto, y puede escandalizar a muchos.

Schopenhauer ha sido leído como uno de los grandes responsables de la deriva contemporánea del pensamiento. Pero no todo lo que se ha dicho es cierto, y puede escandalizar a muchos.


Volker Spierling, Arthur Schopenhauer. Traducción de José Antonio Molina. Herder, Barcelona, 2010. 248 pp. 15 €

Indudablemente Arthur Schopenhauer es uno de los grandes filósofos alemanes del siglo XIX. Sin embargo su ubicación y el estudio de sus ideas han estado condicionados en las últimas décadas por un hecho en apariencia intrascendente. Durante la Primera Guerra Mundial El mundo como voluntad y representación fue el único libro que acompañó en su mochila al soldado Adolf Hitler, que así lo cuenta en su autobiografía. Importa poco si es verdad o no, y si sirvió de lectura o sólo de almohada –los principios de Schopenhauer, bien leídos, obligan a no descartar la segunda hipótesis-, porque Schopenhauer, como otros pensadores, ha quedado clasificado para la divulgación filosófica como algo que no fue, un antecesor del nazismo. La editorial Herder ha realizado este año, pero viene haciéndolo desde hace mucho, un esfuerzo para que el lector español conozca sin prejuicios al gran pensador alemán.

Volker Spierling ha entrado de lleno, prescindiendo de etiquetas y de simplificaciones, en el núcleo más actual del pensamiento de Schopenhauer. Para él, las cosas no existen en sí mismas, ni tampoco pueden ser conocidas o analizadas por la simple razón: la realidad, la visible y la invisible, existe sólo como la imaginamos y porque queremos imaginarla. De este modo, no habría verdad objetiva ni esencia de las cosas, sino una simple representación, subjetiva y variable.

Hay que entender que estas ideas de Schopenhuer, en su tiempo y en el nuestro, lo acercan al relativismo más actual: no importa lo que las cosas son sino cómo las vemos. Sólo hay un paso más hasta las ideas políticamente más correctas del siglo XXI. Un paso que sin embargo Schopenhauer no dio porque era un hombre culto, inteligente y con un pensamiento mucho más complejo que esta simple idea (y que todas sus terribles consecuencias morales, políticas, económicas y sociales, que hoy padecemos).

Schopenhauer era, ciertamente, un pesimista. Pero su pesimismo estama imbricado con muchas razones para vivir, derivadas, no tan paradójicamente, más de la razón y del sentimiento que de la voluntad. Entre los papeles inéditos del filósofo se acaba de descubrir, y de editar en español por Herder, sus Senilia. Reflexiones de un anciano, una colección de ideas, citas, recueros y reflexiones que Schopenhauer reunió en sus últimos años… llevándose en el fondo la contraria a sí mismo, o al menos a sus más conspicuos seguidores.

Aunque pesimista, nunca renunció a la felicidad. Hace unos años Franco Volpi ya explicó, en una obra que Herder mantiene afortunadamente en su catálogo, que no sólo hay una relación directa el Criticón del jesuita Baltasar Gracián y el pensamiento de Schopenhauer, sino que esta relación tenía un punto decisivo de contacto en la búsqueda de la felicidad. Naturalmente, el alemán busca razones inmanentes para ser feliz mientras que el conceptista mantiene abiertas las puertas de la trascendencia que por desgracia para todos el siglo XIX quiso cerrar para el XX. Pero Schopenhauer, pesimista sobre la sociedad, la humanidad y su destino, sí creyó que el hombre concreto podía tener razones para ser feliz, hic et nunc. En el fondo, Schopenhauer reconoció con los hechos que una ética universalmente válida que se limite a lo material a lo visible nos haría universalmente infelices. Y en eso estamos: en si nos limitamos a leer sus obras más conocidas u oteamos otras esperanzas en sus contradicciones.

Volker Spierling, Arthur Schopenhauer. Traducción de José Antonio Molina. Herder, Barcelona, 2010. 248 pp. 15 €

Arthur Schopenhauer, Senilia. Reflexiones de un anciano. Traducción de Roberto Bernet. Herder, Barcelona, 2010. 472 pp. 24,5 €

Arthur Schopenhauer, El arte de ser feliz, explicado en cincuenta reglas para la vida. Prefacio de Franco Volpi. Herder, Barcelona, 2000. 162 pp. 12 €

Manuel Suances Marcos, Arthur Schopenhauer. Religión y metafísica de la voluntad. Herder, Barcelona, 1989. 278 pp. 19,5 €

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 21 de noviembre de 2010, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/pesimista-enamorado-espana-sorpresa-postuma-110964.htm