Una cosa es Cascos y otra los intérpretes del casquismo

Por Pascual Tamburri, 24 de enero de 2011.

Se ha querido hacer de Francisco Álvarez Cascos lo que no es, un disidente ideológico del PP. Y se han identificado con el casquismo disidencias muy distintas. Ahora toca aclararse.

Parece que lo va a hacer. Mientras el PP rebosaba unidad y confianza en Sevilla se ha fundado en Asturias un Foro Asturias, del que el ex ministro de Fomento de José María Aznar es promotor a través de ex militantes del PP de su total confianza. Y anuncia que celebrará un congreso como «condición indispensable y requisito imprescindible» de la presentación de candidaturas en mayo. No estoy seguro de que la salida de Cascos sea buena para el PP, más bien la creo electoralmente mala. Pero estoy aún más seguro de que su salida, su posible candidatura, sus defensores y sus detractores carecen completamente de motivación ideológica. No hay una explicación programática del casquismo. Y no es casquismo todo lo que reluce.

¿Un líder defenestrado o defraudado hace bien o mal yéndose de su partido? Depende de opiniones, pero si alguien sabe de esto es Cascos, que en 1998 no sólo permitió sino que promovió la salida de Sergio Marqués, presidente popular del Principado, para fundar la Unión Renovadora Asturiana. ¿Fue una cuestión de ideas, de principios o de programa? No, fue una querella de personas, de puestos y de poder entre personas que presumían de centrismo y progresismo. Una querella como la del mismo Cascos ahora. Por eso llama la atención que desde su entorno se lancen mensajes pidiendo moral y justicia; al fin y al cabo se ha aplicado el mismo modelo de gestión que Cascos practicó antes. Si el modelo era bueno antes lo será también ahora, y viceversa. ¿O es que los modelos organizativos son buenos o malos según quién tenga la sartén por el mango?

Por supuesto, sólo hay una cosa más divertida que Cascos criticando una gestión vertical de un partido (que por cierto el PP tenía antes, no ahora): socialistas y comunistas haciéndolo. Para todos los que estamos viendo cómo se hacen las listas socialistas en los Ayuntamientos de Navarra… cuánto mejor haría el PSOE en no mentar la paja en el ojo ajeno.

¿Una UPyD «de derechas»?

Lo que preocupa en el PP son los que Ricardo Rodríguez llama «tiros en el pie». Está claro que la situación asturiana se podía gestionar con mejores formas y tiempos, sin entrar ni en quién tiene la potestad de decidir ni en si convenía o no esta decisión. Sería malo que el enfado de Cascos derivase de verdad en candidatura; y sería aún peor que el ejemplo de Cascos cundiese, en otros lugares donde las decisiones, las formas y los tiempos tampoco han sido universal e indiscutiblemente los mejores.

Pero hay algo que no son ni Cascos ni sus supuestos admiradores no astures, y es disidentes. Aquí nadie se ha encrespado por las dudas sobre la legislación matrimonial, aquí nadie ha salido por las vacilaciones en torno al aborto, aquí las obvias diferencias de ideas sobre el modelo autonómico y la futura reforma constitucional no han causado ni la salida ni el enfado de nadie. Ni Cascos en Asturias ni mucho menos nadie en otros lugares, se diga lo que se quiera decir.

Cuando Rosa Díez salió del PSOE los oficialistas la acusaron de venderse a la derecha por no haber conseguido el cargo deseado. Y ella respondió recordando que seguía siendo de izquierdas, y sólo lentamente ha ido elaborando un discurso político que, siendo efectivamente de izquierdas y progre, no es el del PSOE. Yo no sé si esto podría llegar a pasar con los casquistas, que por lo demás parecen tener mucha menos fuerza (y no hablo precisamente de los casquistas asturianos). Lo que sí es seguro es que Foro Asturias no es a día de hoy una UPyD «de derechas». Sería, a todo lo más, «de centro». ¿Hará daño? Veremos si lo hace, y cuánto, y dónde.

Los que se suman al «casquismo»

Como en año electoral todo es posible, estoy viendo síntomas de un paso más escaleras abajo en la pérdida de la dignidad política. Fue indigna la pelea de Asturias. Peor aún fue el enfado de Cascos y su marcha. Peor todavía las críticas desmedidas al ex secretario por parte de los que en otro caso lo habrían adulado y las adulaciones interesadas de quienes buscan un puesto al sol. Aún más bajo cayó el PSOE, intentando dar lecciones de ética y moral, precisamente ellos y precisamente en un asunto así. ¿Cabía algo peor? Pues sí: la autoadjudicación de carnés de casquistas.

El «casquismo» se está convirtiendo en un arma arrojadiza. Se declara a favor de Cascos quien en realidad lamenta si propia postergación, no la de sus ideas en el supuesto caso de que tuviese otras. Y se acusa de casquista, uno de los peores pecados, a cualquiera que disienta de las decisiones jerárquicas, aunque sean jerarquías muy bajitas y decisiones que precisamente se enriquecerían con la disensión y la crítica. Así que conviene entender las cosas antes de adjudicar etiquetas, sean de disidente a Cascos o de casquista a todo maltratado por el sistema que Cascos aplicó con mayor contundencia que nadie. Porque cualquiera de los dos errores podría llevar a buscar soluciones equivocadas para las distintas situaciones. En Asturias o fuera de Asturias.

Creo que la Convención del PP en Sevilla, independientemente de quién haya estado y qué haya dicho, ha contribuido a poner en su lugar el problema asturiano del PP. El éxito da y quita razones en el actual sistema político, y un año electoral es desde luego el peor momento para intentar buscar una nueva organización interna o quejarse de la existente. Un buen resultado dará la razón a quienes tomaron las decisiones, y un mal resultado permitiría culpar no la torpeza de unos sino a la disidencia de otros. Es momento de unidad, porque el tiempo, y antes que nada los resultados, dará y quitará razones.

Eso sí, unidad inteligente y plural. Como explicaba nuestro director Antonio Martín Beaumont es el peor momento para que al PP le salga una escisión y cuaje. Y para que cuaje no bastan unos descontentos, ni unos rostros que le den vida, ni algo de dinero, porque todo eso existe ya. Necesitaría además una explicación, y así se convertiría en ideológico un problema que no lo es, ni en Asturias ni fuera, y en grave algo que tampoco lo es. Así que dejen sitio al sol para la derecha social, que en el PP cabemos todos, y el casquismo será flor de un día, sin que le salgan espinas.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 24 de enero de 2011, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/cosa-cascos-otra-interpretes-casquismo-112283.html