Zapatero intercambia cromos con ETA

Por Pascual Tamburri, 16 de marzo de 2011.

¿Detenciones? ¿Ilegalización de Sortu? ¡Qué duro es el PSOE con los abertzales! Pero el 22 de mayo los amigos de ETA estarán en las urnas, y después en las instituciones.

Hay días que hay pocas noticias buenas, pero que las malas nos ayudan a entender en qué país vivimos. En lo que llevamos de semana Sortu aún no ha sido declarado ilegal, Arnaldo Otegi ha sido absuelto (así que supongo que se podrá llamar «torturador» al rey… y asesino a cualquier batasuno, ¿o me equivoco?) y Jesús Eguiguren, el hombre de Zapatero en el País Vasco y en la negociación con ETA, dice que a su presidente le «falta valentía» respecto a Sortu.

La Abogacía General del Estado ha hecho saber que Sortu no supone un cambio esencial con respecto las anteriores marcas blancas de la llamada izquierda abertzale, y que no ha abandonado ni los objetivos ni el lenguaje de ETA. También el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, comparte la misma opinión. Parece que ante el Tribunal Supremo se va a pedir la no legalización de Sortu con unos densos razonamientos, centrados en el vocabulario, ambiguo, usado y no usado. ¿Es bueno eso?

La clave es ahora Eusko Alkartasuna

Zapatero y los suyos saben que pueden permitirse toda la violencia verbal que quieran a cuenta de Sortu. No legalizar el nuevo partido daría al PSOE una credibilidad antiterrorista de la que carece, sobre todo porque participó en una tregua vergonzosa y muchos de los suyos trabajan aún en esa línea. Y ZP puede ilegalizar a los batasunos sin romper con ellos, porque unos y otros saben que de cualquier manera la izquierda abertzale va a estar siempre en adelante en las urnas.

El secretario general de Eusko Alkartasuna, Peio Urizar, varias veces ha recordado que su partido está dispuesto a ir en coalición con Sortu a las próximas elecciones forales y municipales. El viejo partido de Carlos Garaikoetxea, que llevaba en plena decadencia desde que no se presentaba en coalición con el PNV, se plantea crear un sujeto político indepentista, con Sortu y con «Alternatiba, Araba Bai» y otros.

Si existe un «espacio soberanista potente» y amistosamente abierto a Sortu las consecuencias son varias. La primera, que aunque Sortu no sea ilegal tiene plena confianza con EA, de manera que los votos de la izquierda abertzale, es decir los que fueron nulos en 2007, algunos que fueron a otras candidaturas como «voto útil» y los de las coaliciones electorales que sí se legalizaron, irán juntos. Sortu, con uno u otro nombre, estará en las instituciones. Zapatero exhibe una dureza que es totalmente falsa y puramente electora, y Eguiguren contribuye al espectáculo con una falsa polémica.

Los abertzales se pelean… pero todos son independentistas

Nuestro sistema electoral, que en el resto de España tiende al bipartidismo (porque aunque es teóricamente proporcional funciona como semimayoritario en distritos pequeños), en Navarra y el País Vasco parece abocado a la dispersión. Otro día tendremos que analizar qué pasa con la izquierda, y no digamos con la derecha, pero el mundillo abertzale es suficientemente entretenido en sí mismo. Además de Sortu, y de sus posibles descontentos teóricamente radicales y violentos (que de momento no han surgido), está el PNV, ahora en la oposición, los disidentes de EA, ahora cercanos al PNV, Hamaika, Alternatiba, Aralar, el grupo alavés de Araba Bai, los navarros de Nafarroa Bai, los otros navarros de Batzarre, ahora coaligados con IU, … Muchas siglas para un solo proyecto, que es la voladura de España. Eso sí, con ideas muy distintas de qué hacer después.

EA rompió primero con el PNV en el País Vasco y ahora con Aralar también en Navarra (saliendo de NaBai) porque en ambos casos estaba sufriendo el abrazo del oso. Urizar vio su posible salvación en acercarse a los batasunos; no por amor especial, ni porque le parezcan menos exigentes, sino porque había un posible y claro intercambio de favores: el voto cautivo de ETA necesita una vía de expresión (y estar en las instituciones) y EA necesitaba votos porque su alternativa era la desaparición a medio plazo. Esa jugada ha llevado a un nuevo reparto de cartas, mucho más relavante que los acuerdos de EA con Alternatiba o con Herritarron Garaia, que de todos modos siguen adelante y pueden confluir en un solo sujeto.

No hay que engañarse: no se trata de una guerra civil entre abertzales. Por supuesto, tienen sus peleas, sus rivalidades y sus discrepancias, además de las malas o buenas relaciones personales de cada caso. Pero hay que tener siempre presente que todos ellos son, antes que nada, nacionalistas. Treguas, procesos de paz y demás aventuras lo han demostrado una y otra vez: quieren acercarse a la independencia y lo demás lo discutirán después. Zapatero ha sido para ellos una bendición, porque sus priorirades eran exactamente las contrarias: primero el poder y la imposición de sus ideas, luego todo lo demás, y por último España.

¿Alguien cree que al PSOE le importa que Sortu o como se llame esté en las instituciones? Puede serles útil primero como propaganda y después como interlocutor. En el fondo, es probable que (aunque por supuesto no lo dirá) Patxi Zabaleta sienta la reaparición de sus antiguos compañeros más que nuestro presidente del Gobierno. Lo cual, la verdad, es muy triste.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 16 de marzo de 2011, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/zapatero-intercambia-cromos–113354.html