Por Pascual Tamburri, 15 de mayo de 2011.
La política navarra es más complicada, y son casi imposibles las mayorías absolutas. Se están ya negociando las que podrán ser coaliciones tras el 22.
¿Y ahora, qué? Habrá que esperar a la noche del domingo 22 para saber qué se puede hacer con los resultados, y tanto más con los municipales. A poco que se confirmen los resultados anticipados son pocos los juegos posibles. En Navarra parece probable una victoria amplia de UPN; amplia, pero no suficiente para gobernar en solitario y sin apoyos, y lo mismo parece a punto de darse en el municipio de Pamplona. Yolanda Barcina podrá quizás contar con dos decenas de parlamentarios, y Enrique Maya con una mayoría relativa en el Ayuntamiento de Pamplona: salvo sorpresa, no va a bastar.
Los candidatos de UPN, que efectivamente han hecho una campaña muy bien medida, no van a tener mayorías absolutas, y tampoco es tan extraño porque nunca las han tenido. Durante décadas han necesitado apoyos internos o externos para formar y mantener gobiernos y municipios. ¿Hacia dónde miran? Por de pronto se miran con alivio a sí mismos, «se puede ver en la encuesta que UPN sigue siendo el partido ampliamente mayoritario» en palabras de Carlos García Adanero. La sensación es de que lo peor ya ha pasado, y de que por mal dadas que vengan esto podía haber sido mucho más duro si los rivales hubiesen sido otros.
Nafarroa Bai tiene un objetivo muy claro: «reeditaremos la plaza de segunda fuerza en Navarra». Patxi Zabaleta sabe bien que eso ya lo lograron los abertzales en mayo de 2007, y que fallaron en el siguiente paso, que era entonces y es ahora formar un «gobierno de progreso» en coalición con socialistas y comunistas. De capa caída están los comunistas, a los que el aporte de votos de Batzarre no hace crecer ni ser suficientes para dar la Diputación a Zabaleta. Bildu sube y complica las cosas y los socialistas siguen entre dos aguas.
Aparte de que alguna fuerza menor dé la sorpresa y siga siendo parlamentaria o se convierta en ello, los juegos de la política navarra son limitados y lo serán más desde el 22: o gobierna UPN consiguiendo los apoyos necesarios para ello o se forma una «gran coalición» antinavarrista entre socialistas y nacionalistas. El problema de UPN está en qué precio pedirá el PSOE, y hasta qué punto eso va a hipotecar la tarea de gobierno de los regionalistas. Salvo que, claro, hubiese una alternativa al PSOE en un PP fuerte y sólido, cuyas ideas estuviesen muy cerca de las de UPN y donde no pesasen las rencillas o los intereses personales.
Y de los Ayuntamientos… ya iremos hablando, ya.
Pascual Tamburri
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de mayo de 2011, sección «Por sus fueros».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/para-gobernar-basta-ganar-elecciones-114596.html