Por Pascual Tamburri, 20 de junio de 2011.
El poder regional del PSOE se reduce desde este mes a País Vasco y Andalucía, donde no hubo elecciones, y a Canarias y Navarra, donde los socialistas necesitan poder.
La «marcha sobre Madrid» de los campistas del 15-M (con sus cipayos batasunos y comunistas de toda laya) se quedó en poco el domingo, y en poco más la paralela «marcha sobre Pamplona» de los mismos ultraizquierdistas. Sin embargo, un joven líder del PSOE sí ha marchado con éxito sobre la capital foral hasta el punto de lograr lo que parecía imposible. El PSOE gobierna en Navarra, toda una rareza no ya histórica sino incluso nacional, visto el mapa que han conquistado los de Mariano Rajoy. Menos en Navarra.
El acuerdo
Hay escándalo por la decisión del Consejo Político Regional de IU de Extremadura de abstenerse en la votación de investidura y dejar gobernar a la fuerza más votada, el PP de José Antonio Monago. ¿Por qué escándalo? En Navarra, el PSOE, que es la segunda fuerza después de un mal resultado político, no sólo va a dar el poder y la presidencia a la UPN de Yolanda Barcina, sino que van a votar a favor de un Gobierno en el que van a tener tres consejerías y la vicepresidencia.
No es muy coherente que el PSOE se queje de que en una democracia gobiernen los más votados, vistas las gestiones de Roberto Jiménez. Gestiones, por lo demás, exitosas y bien llevadas, lejos del ¡No pasarán! de la ultraizquierda totalitaria y chequista que tanto añoran algunos. En definitiva, el PSOE tendrá en Navarra tres consejeros, incluyendo a Roberto Jiménez como vicepresidente del Ejecutivo y consejero de Presidencia, Justicia e Interior y otras dos carteras del PSN incluyendo Asuntos Sociales y lo relativo a Ordenación del Territorio. No es moco de pavo, si le añadimos la presidencia de la Mancomunidad de Pamplona. UPN, muy consciente del peso de sus votos en Madrid (origen de su divorcio del PP) se queda con el senador autonómico, a sumar de momento a la que ya tiene y al diputado que conserva.
¿Y por qué diablos acepta UPN este acuerdo?
Yolanda Barcina tiene sus partidarios y sus detractores políticos, pero no he encontrado ninguno que la considere tonta. No debe de serlo, porque ha sabido gestionar con relativo éxito una situación heredada y, digámoslo, difícil. UPN con Miguel Sanz al frente dio los pasos que dio en 2008 porque consideraba su prioridad conservar el poder en Navarra, y la obtención primero y la estabilidad de ese poder dependían desde 2007 del PSN-PSOE. Así que, simplificando, en las mentes de sus asesores el riesgo era perder al PP como aliado interno para conservar al PSOE como apoyo externo. Como así sucedió.
La peor posibilidad para UPN en 2011, vista desde 2008, era algo así: que en las elecciones el PP navarro se quedase corto (sin fuerza para darle un apoyo efectivo en las instituciones) y la única alianza posible, desaparecido CDN, fuese de nuevo el PSOE, y además al precio del mismo PSOE. ¿Por qué? Porque el PSOE navarro tuviese abierta la puerta abertzale mientras que a UPN le quedase sólo o el PSOE o pasar a la oposición. UPN puede sobrevivir a ser oposición, ya lo demostró en 1995, y antes de 1991.
Sin embargo, ahora mismo su misma estructura está concebida para ser Gobierno, para gestionar poder, y no se sabe qué pasaría sin él, y además compitiendo en la oposición (en teoría) con el PP por los votos del centroderecha. Yolanda Barcina ha dejado que triunfe la «marcha sobre Pamplona» de Roberto Jiménez porque cree que le conviene. Les conviene probablemente a ambos, pero los dos pactan con el deseo claro de tener otra opción más grata en las siguientes elecciones. De ellos depende hacerlo muy bien hasta entonces, aunque otros tendrán que hacer también su parte para que esta alianza no sea eterna.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 20 de junio de 2011, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/psoe-marcha-sobre-pamplona-cuatro-baluartes-115401.html