Por Pascual Tamburri, 29 de junio de 2011.
Domesticar un monstruo que se mueve por todo el planeta es tan imposible como censurar los pensamientos de una persona. Sergio Cervera explica por qué en una democracia eso no es posible.
Debido a la gran crisis que ha azotado el mundo hemos podido ver cómo se desataba la furia de este monstruo creado con fines militares y que a día de hoy es uno de los pilares fundamentales para la globalización. Uno de los ejemplos claros de este poder que tiene son todos los movimientos de protesta se han generado, se han realizado y finalmente organizado gracias a la conexión entre las personas sin ningún tipo de represión en su elaboración. Hemos podido comprobar el poder de la red entre las masas rompiendo censuras de regímenes tan estrictos como duros contra su población.
En nuestra propia frontera estamos empezando a ver la gran fuerza con la que cuenta la red, agraviado en particular a la doble crisis inducida por la inestabilidad de nuestra economía y a la pésima gestión de las últimas legislaturas. Miles de personas se han unido a través de redes sociales, foros de discusión y en general en la red para luchar contra lo que opinan es incorrecto.
Independientemente de si estamos de acuerdo con lo que se está protestando lo que no podemos dejar en indiferencia es el poder de la red para movilizar masas e insertar un pensamiento entre los individuos con una rapidez jamás vista en toda la historia propagandística.
Los líderes mundiales se están dando cuenta de la amenaza potencial que supone una forma de expresión multitudinaria a nivel mundial y sin ningún tipo de control. En los últimos meses hemos estado viendo como los gobiernos democráticos han estado ingeniándoselas sacando cualquier excusa para implementar leyes con las que controlar este monstruo.
España a la cabeza de la ignorancia sobre la red; nuestros dirigentes políticos están intentando domesticar este molesto ser ya que impide seguir impulsando sus campañas de intoxicación informativa para así poder seguir mandando en Moncloa y por consiguiente llenarse los bolsillos.
Claro ejemplo son la ley Sinde y la ley impulsada por Pajín donde intentan a toda costa controlar, condenar, eliminar y censurar cualquier tipo de contenido que no se adapte a sus requerimientos o simplemente sea molesto. Todo ello adornado con la cortina de la cultura y de la igualdad.
¿Es posible poner grilletes a un monstruo como Internet? La respuesta es clara, la única forma de poder frenar todo lo que Internet representa es de la misma forma que intentar que una persona deje de pensar algo, aunque esta vez únicamente se trate de desconectar los cables.
PD. Ahora queda que se enteren todos los políticos de esta imposibilidad democrática. Porque no todos lo tienen siempre claro, ni los más ´modernos´ tecnoprogres.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 29 de junio de 2011, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/internet-monstruo-libre-grilletes–115590.html