Un reinado ruinoso preparó España para afrontar las crisis sin acierto

Por Pascual Tamburri Bariain, 11 de noviembre de 2011.

Isabel II ha sido estudiada y criticada durante dos siglos, y no sin razón. Pero entender la época constitutiva del constitucionalismo exige además comprender a la reina.

José Luis Comellas, Isabel II. Homo Legens, Madrid, 2011. 201 pp. 19.00 €


Alejandro Nieto, Mendizábal. Apogeo y crisis del progresismo civil. Historia política de las cortes constituyentes de 1836-1837. Ariel, Barcelona, 2011. 1170 pp. 49.00 €

Una de las pocas cosas que aún hoy conservan la capacidad de agregar consensos de varias de nuestras izquierdas y de nuestras derechas es la hostilidad, o mejor dicho la crítica poco caritativa a Isabel II y su reinado, con especial referencia a su reinado personal. Uno de sus más conocidos y activo biógrafos, el profesor José Luis Comellas, presenta ahora con Homo Legens un nuevo intento (y también nuevo estilo) de contar la vida de la hija de Fernando VII. Y también de explicarla, claro.

La Regencia de María Cristina (1833-1840) empezó como había terminado el reinado de Fernando VII (1814-1833): en medio de la confusión política, social y hasta económica. Además, coincidiendo con la Guerra Carlista, la reina asistió a veces impotente a la constitución de los primeros gobiernos liberales, alternativamente moderados y progresistas. Las mujeres de la casa de Borbón, como sus hombres, mostraron al ejercer el poder una profunda incomprensión de la tesitura que vivía el país. Los historiadores ya han explicado, cada uno a su manera, los aspectos más polémicos del régimen, que incluyen la misma guerra carlista, la Desamortización de Mendizábal y la notable sucesión de Gobiernos liberales y de intentos de Constitución.

Comellas considera sin embargo que un aspecto esencial del régimen había quedado descuidado: la misma reina, su personalidad, estilo y carácter. Lo cierto es que las Constituciones reservaron amplios poderes a María Cristina y luego a Isabel II, y además sus cortesanos y sus fieles les atribuyeron otros hasta convertirlas en figuras centrales de la política española. Entender a Isabel II, comprender sus razones para actuar, es aún hoy una materia pendiente para los que desean investigar el despegue de nuestro liberalismo. Pocas otras veces en nuestra historia ha sido cierto que los factores personales han sido decisivos. Este ensayo de Comellas permite una aproximación a la reina Isabel con la que quizá sea finalmente posible estudiar su reinado y la visión que del mismo tuvieron los españoles y los extranjeros.

La Constitución que nunca unió a los españoles… ni salvó a la reina

¿Fue Isabel II una inepta o una casquivana hasta destruir los cimientos de su propio reinado? Es demasiado fácil descargar sobre la reina todas las culpas del reinado, entre otras cosas porque muchas sí que fueron suyas. Pero no todas, y eso hace imprescindible entender a cada paso las relaciones familiares y también la formación de Gobiernos.

La regente María Cristina de Borbón sufre aún hoy la misma mala prensa que la buena de la que goza su tocaya de Habsburgo. La madre de Alfonso XIII es todavía para muchos, y para la opinión pública y los medios populares, «doña Virtudes«. La madre de Isabel II es, pese a todos los intentos, protagonista de los inicios de un reinado de enfrentamientos civiles y de políticos corruptos, con una España reducida en el curso de una generación a ser una potencia menor. Y aunque puede haber razones objetivas para atribuir muchas culpas a los años de la minoría de Isabel II, la verdad es que justamente aquellos años de división política y de confusión generalizada son, también, los años en los que se consolidó la España de las libertades, sin la que no seríamos capaces de entender la España de hoy.

El profesor Alejandro Nieto afronta con visión de jurista una explicación de los años quizá más llamativos del reinado, los últimos de la minoría de edad de la reina y de guerra civil con los carlistas. El estudio que presenta ahora Ariel es un trabajo erudito y detallista de un período político complejo, lleno de nombres, de acontecimientos y de vaivenes no siempre comprensibles a primera vista que requieren más de una reflexión pausada. El trabajo es impresionante en volumen, lo es también en profundidad de la investigación y de la explicación y, además, termina por serlo por la calidad del texto resultante, no sólo porque logra dar la explicación que pretende sino porque, además, lo hace de modo ameno para el lector culto no especialista. Tomar como referente el bienio liberal de 1836-1837, con su constitución rehecha y sus nuevos horizontes incluyendo la desamortización permite explicar algunos pasos que hasta ahora permanecían en sombras.

Pero el trabajo de Nieto es mucho mayor: su estudio integral de todo el período progresista aporta una cantidad de datos y de constataciones que, sin ninguna duda, nunca podrá de nuevo hacerse la historia de esta parte del reinado sin tener en cuenta este volumen. No se trata tampoco aquí de excusar a la reina o de reprocharle culpas, sino más bien de entender cómo funcionaba la España isabelina, una España en la que la reina aún no podía tener muchos deméritos, y en la que su madre y regente, que sí los tuvo, necesita una revisión que ayude a entender sus intenciones y sus errores. Ya va siendo hora de que los protagonistas de aquella España reciban justicia y no sólo los habituales improperios partidistas.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 11 de noviembre de 2011, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/reinado-ruinoso-preparo-espana-para-afrontar-crisis-acierto-118063.htm