Por Pascual Tamburri Bariain, 17 de diciembre de 2011.
Entre 2004 y 2011 España ha cambiado radicalmente. La revolución de Zapatero se encontró con una resistencia inesperada. Y en ella, un hombre molesto que sigue hablando.
Federico Jiménez Losantos, El Linchamiento. La liquidación de la COPE y la aventura de esRadio. Posdata del autor. DVD adjunto. La Esfera de los Libros, Madrid, 2011. 610 pp. 23,90 €
La propaganda de la editorial dice que el más reciente de Federico Jiménez Losantos es un «libro que se lee de un tirón, desde la primera a la última página«. Les doy mi palabra de que es así. Es verdad que el locutor de estadio tiene una prosa envidiable y que domina esa técnica, no sé bien si jesuítica o aragonesa, de dar hachazos al díscolo sin perder la sonrisa ni dejar de hacer guiños cómplices al lector atento (se nota para bien desde luego que es profesor de Bachillerato). Quienes de ustedes hayan vivido el final del aznarato y las dos legislaturas zapateriles, especialmente si han participado en la resistencia cívica al cambiazo, van a leer el último libro de Losantos sin poder parar. Por cómo lo cuenta, y más aún por lo que cuenta.
Que se le pueden sacar muchas pegas y defectos no lo dudo, y cada uno de ustedes podrá añadir a este texto los matices que le parezcan más necesarios. Nosotros, por ejemplo, desde esta casa, podríamos echarnos de menos –puesto que se habla de años en los que El Semanal Digital no sólo existía, sino que además gente de aquí andaba más o menos movilizada. Pero la cosa importa poco, porque lo de verdad central en este libro es que Federico cuenta su experiencia en el segundo zapaterismo, desde 2007 hasta hoy, y ese testimonio es imprescindible para entender qué ha pasado y pensar en lo que se nos viene encima. Les digo más: aparte de la utilidad inmediata que cada uno le encuentre, y del gusto literario que proporcione, El Linchamiento será una fuente inexcusable cuando se haga la historia de estos años, y en particular cuatro historias que habitualmente se cuentan mal y en medio de las cuales Losantos ha sido protagonista y víctima: la historia de los medios de comunicación en España, la historia política, la historia interna de la Iglesia española y, cosa nada menor, la historia ideológica de la derecha española.
La historia política de España en el segundo zapaterismo no puede escribirse sin Losantos ni sin, por cierto, todos los intentos de quitar a Federico de en medio, que es lo que da nombre y orden al libro. Con una cultura literaria e histórica ampliamente superior a la habitual en su oficio, y no digamos en la política, Losantos cuenta lo que vivió y da nombres, fechas y detalles que, en particular, permiten entender cómo y por qué la división política real en España no se corresponde con las siglas existentes. La política, vista desde los medios y a menudo a través de los hechos de los políticos, es la historia de la conquista, defensa y uso del poder… y no siempre la de los principios. Considerando que Zapatero planteó, crisis aparte, batallas decisivas en torno a ETA, contra las víctimas, contra la Iglesia y en nombre de la aniquilación de sus enemigos (véase la memoria histórica), leer a Losantos no sólo ayuda a entender a Zapatero, sino sobre todo a sus divididos, inconstantes y sorprendentes enemigos. ¡Cuántas veces repetirán la familia Borbón y la derecha española el drama de Maura!
Para un lector superficial, la historia mediática sería la única del libro, ya que le sirve de espina dorsal: lo que se cuenta de cabo a rabo es cómo la COPE cambió tanto de caras como de orientación. Pero esa historia, que es la personal de Federico y los suyos, y que es también la de cómo tuvieron el valor de crear su propio medio y crearse su propio espacio (que por cierto en mi casa y de camino a mi Instituto no consigo escuchar), no se puede separar de su entorno político e ideológico. Por muy liberal que sea uno, esta historia demuestra que muchas decisiones empresariales no se toman según una lógica de lucro empresarial, y que los proyectos mediáticos bien pueden cometer suicidio económico por razones de otro tipo. La COPE, desde luego, era mucho más que una radio, pues desde 2004 era sin duda la vanguardia en la batalla contra la revolución. Y en su cambio confluyeron no sólo los enemigos de siempre, de Moncloa y Ferraz, sino por todos esos «poderes fácticos, de izquierda o de derecha«, a los que Federico menciona en su relato –a veces sin recato y otras con mucho cuidado- y vincula a los cambios en los medios hasta este mismo otoño.
Asunto decisivo entre tantas batallas, el debate entonces y ahora en curso en la Iglesia Católica, sus instituciones y sus organizaciones internas, laicales o no. Sin ser católico practicante, Federico Jiménez Losantos habla con conocimiento de tan entorno complejo y con respeto ejemplar de lo que la Iglesia es y representa, en España y en el mundo. No es cuestión, en el fondo de cuál de los grupos carismáticos tiene razón o prevalece, ni de cómo son o fueron las relaciones entre el cardenal Rouco y el cardenal Cañizares, y por qué. Lo que se estaba y está dirimiendo, y a Losantos le pilló en medio, es quién va a dirigir la Iglesia Católica española y sobre todo hacia dónde, o más bien cuál va a ser su papel en una nación vertebralmente católica pero cada vez más agnóstica en cuerpo y mente, con todo lo que el socialismo y otras formas de materialismo han tenido que ver en la mutación. Lo que Federico cuenta sólo lo puede contar él (bueno, y por su lado César Vidal), por dos razones: porque lo ha visto y vivido, y precisamente porque no es católico, algo que desde luego no se puede usar para acusarle… sobre todo si consideramos la vida y obras de algunos católicos con carné.
Y algo que quizá a Losantos le parezca menos importante, o batalla perdida, pero sobre lo que informa y opina soberbiamente, que es la historia de la derecha española. España es un país anómalo, en el que la derecha no tiene un espacio político propio pero sus votos y sus gentes son chuleados sin recato desde otras latitudes que juegan a la moderación y la prudencia para todo lo demás. Precisamente la resistencia contra Zapatero y el impulso al liberalismo dado justamente por Losantos han reabierto el debate de ideas en el centroderecha español. Algo que según a quién da miedo, pero que es inevitable si consideramos cómo fue posible la movilización social contra los desmanes de Zapatero y contra la ETA. Hace unos años, por ejemplo cuando en mayo de 2007 se montó la mayor manifestación de la democracia en Pamplona, y en otras movilizaciones contra los asesinos y sus cómplices, no nos encontramos por la noche pegando carteles precisamente las juventudes centristas; del mismo modo, como cuenta Federico a propósito de los juguetes, los comedores y en general Los Panes y los Peces, no recogen donativos justamente las oenegés ni las juventudes masónicas. (Recuerdo con afecto, por cierto, que en esos años de debate social, César Vidal me entrevistó en una Linterna que hizo para la COPE desde Tudela) .
La tregua de ETA -a la que Losantos dedica su postada-, el fracaso de Zapatero, la crisis y la victoria electoral de Mariano Rajoy abren, otra vez, un tiempo nuevo. Que va a ser, cree Federico y parece que su experiencia le avala, un tiempo de luchas, de riesgos y de movilizaciones. La derecha social y liberal, la derecha española en fin, ya ha vivido esto, la última vez contra Zapatero en su primera legislatura. Pero si de verdad ha sucedido una traición como la de Bayona en 1808, que está muy bien recordada aquí y ahora, España y su derecha se han vuelto a quedar solas. Mayoritarias, pero solas. Con ganas de resistir, pero sin ninguno de los Grandes Poderes de su lado. En esa España y en esa resistencia, con todos los matices que se quiera pero sintonía en las esencias, Federico Jiménez Losantos se va a encontrar también con los lectores de El Semanal Digital. Es agradable entender, leyéndole, cómo y por qué él tampoco se va a rendir y sabe aguantar tanto.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 17 de diciembre de 2011, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/como-federico-jimenez-losantos-sobrevivio-zapaterismo-118707.htm