Por Pascual Tamburri, 15 de febrero de 2012.
Todo contra la crisis. Este país no puede ser derrotado de un golpe. Vamos a ponernos de nuevo en pie, y cuando lo hagamos el mundo entero va a oír otra vez el rugido de nuestros motores.
Hay muchos intereses, dentro y fuera de España, en que Mariano Rajoy fracase, la crisis empeore y todos nuestros problemas nacionales estallen hasta el colapso. Todo vale, desde las críticas hipócritas de unos sindicatos que no han sabido defender lo que los trabajadores tenían mucho mejor hace cuarenta años hasta las falsas alianzas de amigos más que dudosos que no quieren una España grande, pasando por un teletipo anónimo pero no inocente a Reuters que querría llevarnos a otro 11 M en la calle. Y el modelo es Grecia: convertir la desesperación en violencia sin rumbo, y todo ello en decadencia y descomposición sin salida.
Pero necesitamos un rumbo, y corregir muchos errores del pasado. No, la UE no nos ha regalado nuestras infraestructuras, las pagó Felipe González destruyendo la industria pesada española, castrando la agricultura, renunciando a la independencia económica y convenciendo a todos de que era el camino. A cambio de eso, hormigón, sí, y un modelo económico basado en los servicios, en las empresas extranjeras, mucho turismo, servicios públicos caros y no siempre buenos (véase la educación) y todo valorado con criterios de economía especulativa, o sea de tahúr. Con Aznar crecimos, en gran parte por ahí aunque a veces con destellos que sorprendieron al mundo (y que asustaron a algunos). No lo hemos hecho, salvo por lo profundo de nuestra caída. Y ahora hay que levantarse.
También Estados Unidos ha pasado por una crisis. Pero voces, no precisamente menores, se alzana favor de una economía nacional, productiva, real, con fronteras, y orgullo, y fuerza. Tienen ustedes que ver la campaña Imported from Detroit del grupo Chrysler. En vez de reproches, y protestas, y puñaladas, y bajezas de todos, hace falta un Gobierno que vuelva a merecer ese nombre y a hacer sin complejos de España un país grande. Y necesitamos que alguien nos diga lo que Clint Eastwood ha dicho a América. Qué envida, y qué modelo.
«Estamos en el descanso. Los dos equipos están en sus vestuarios decidiendo qué pueden hacer para ganar este partido en la segunda parte.
También Estados Unidos está en el descanso. La gente está sin trabajo y lo está pasando mal. Y todos se preguntan qué pueden hacer para conseguir la revancha. Y todos tenemos miedo, porque esto no es un juego.
La gente de Detroit sabe un poco de esto. Lo han perdido casi todo. Pero nos juntamos todos, y ahora la Ciudad del Motor vuelve a competir.
He visto muchas épocas difíciles, muchos vaivenes en mi vida. Y momentos en los que no nos hemos puesto de acuerdo entre nosotros. Parece que a veces hemos perdido nuestro espíritu. Cuando la niebla de la división, de la discordia y de los reproches ha hecho difícil ver lo que se nos avecina.
Pero después de esos momentos duros, todos nos juntamos en torno a lo que era justo, y actuamos unidos. Porque es eso lo que hacemos. Encontramos un camino a través de los tiempos duros, y si no podemos encontrar un camino, entonces abrimos uno.
Lo único que importa es lo que viene ahora. ¿Cómo podemos empezar a remontar? ¿Cómo podemos darle la vuelta? ¿Y cómo podemos ganar?
Detroit nos está enseñando que se puede hacer. Y lo que es verdad para ellos es verdad para todos nosotros.
No pueden dejar noqueado a este país de un solo golpe. Vamos a ponernos de nuevo en pie, y cuando lo hagamos el mundo entero va a oír otra vez el rugido de nuestros motores.
Sí, estamos en el descanso, América. Y nuestra segunda parte está a punto de empezar«.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de febrero de 2012, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/grito-clint-eastwood-para-espana-rajoy–119794.html