Las ONG y la educación no básica, «maravillosas para recortar»

Por Pascual Tamburri, 3 de mayo de 2012.

Esperanza Aguirre aprovechó el puente para señalar algunas áreas en las que España tiene un exceso de gasto público, o al menos puede recortarlo sin peligro en un momento de crisis nacional.

Esperanza Aguirre aprovechó el puente para señalar algunas áreas en las que España tiene un exceso de gasto público, o al menos puede recortarlo sin peligro en un momento de crisis nacional.

En la situación económica y anímica que vive España, es verdad que abundan los arbitristas y casi cada ciudadano tiene algo que decir, que criticar o que aportar. Pero pocos, muy pocos políticos de primera fila se atreven a decir lo que piensan y a convertir sus convicciones profundas en programa de acción inmediata. Uno puede estar más o menos de acuerdo con cada una de las medidas que propone la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero una gran mayoría de españoles cree sincera a Esperanza Aguirre y está dispuesta a considerar sus soluciones aunque sea sólo para mejorarlas. Si de verdad es posible.

Aguirre no oculta lo que piensa, ni cómo piensa actuar en la gestión del espacio que le está encomendado. Recortes sí, sin duda, porque «hemos manejado muy mal la crisis, da igual si tiene la culpa Zapatero o las comunidades autónomas, aunque es verdad que en épocas mejores hemos hecho inversiones enormes que ahora hay que pagar«. Pero que los recortes supongan mejoras para todos, sea por ahorro sea por mejoras efectivas en el servicio: reformas.

En Madrid, Aguirre ha encontrado «partidas maravillosas» para recortar, y se lo dijo a la cadena SER. Maravillosas no sólo porque supongan mucho dinero público ahorrado, sino porque además puede hacerse sin empeorar los servicios de verdad esenciales, es decir «sanidad y en la parte de educación que es básica«. Porque casi todos los demás pueden ser suprimidos o, en un ejercicio de subsidiariedad, entregados a Administraciones que los vayan a desempeñar mejor, sea la nacional o la municipal. Se trata de no gastar ni un euro menos de lo necesario, pero tampoco más, y de que lo gaste quien sepa.

Es angustioso pensar que España viviría una crisis infinitamente menos grave si no tuviese que pagar dieciocho sistemas de comunicaciones incluyendo muchas televisiones públicas, dieciocho departamentos dedicados a la seguridad, dieciocho INIs, dieciocho sistemas educativos incluyendo ochenta Universidades y así sucesivamente. Por supuesto que la culpa no es del Estado ni de su necesaria intervención en la vida de la nación; pero sí lo es de malos gestores y malos legisladores, que durante dos generaciones han creído y hecho creer que dar a las autonomías medios y competencias impensables y multiplicados iba a garantizar la cohesión del país. Cuando únicamente han garantizado la prosperidad y el ascenso social de sus propias familias, no siempre dentro de la Ley.

¿Recortar? Aguirre ha señalado los máster universitarios, que «no son básicos ni obligatorios» por lo que piensa que deberían dejar de ser sufragados por el Estado, al igual que «muchas subvenciones a ONG«. Se ha ganado con estas palabras unos cuantos enemigos, pero conviene pensar con cuidado qué dice.

Una ONG, como su mismo nombre indica, no es gubernamental, es decir que procede de la iniciativa social. De hecho, en España, directa o indirectamente, la mayor parte de la actividad social no gubernamental está vinculada a la Iglesia, pero eso no es más que un reflejo de la realidad del país. En todo caso, si no es gubernamental son sus miembros los que la sostienen; si alguna depende del dinero público para vivir o actuar no es verdaderamente ONG, sino, precisamente, gubernamental. Recortar ayudas al desarrollo y más a las ONG no debería ser ningún drama nacional porque, supuestamente, las ONG nacen y actúan por sí mismas. Si alguna fallece por necesitar sustento público no era tal ONG, y ese dinero público habría estado mejor empleado directamente. No es un campo tanto para los recortes como para mejorar el empleo del dinero público.

Y qué decir de un máster universitario, de cualquier título universitario en realidad. Ninguno de ellos es ni puede ser ni básico ni obligatorio, y si puede considerarse un derecho el acceso a ellos no es el alcanzar ese nivel académico ni mucho menos el superarlo. Entre otras cosas porque –digan lo que digan los partidarios de las adaptaciones curriculares y demás farándula logsista- el superar cualquier nivel de estudios debe depender de la capacidad del alumno, ya que si consideramos la titulación un derecho en breve nos enfrentaremos a una nación con un cincuenta por ciento de médicos e ingenieros (aunque el número de personas capaces de alcanzar y superar esos estudios con validez permanecerá constante). Y por eso es bueno, y no sólo un recorte, dedicar el dinero a becas y vincular éstas al rendimiento objetivo, y no financiar sin criterio alguno los estudios medios o superiores de cualquiera que quiera decorar su salón con un diploma.

Parece que al menos Esperanza Aguirre sí va a usar esas tijeras, y aunque haya dudas al apoyarle en 2012 estoy convencido de que los resultados de una decisión así se verán, sobre todo, hacia 2030.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 3 de mayo de 2012, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/educacion-basica-maravillosas-para-recortar-121310.html