Por Pascual Tamburri, 14 de mayo de 2012.
El PP más pequeño y más reciente, el de Navarra, vivió su 6º Congreso logrando su trabajada unidad. Pero la boda de Telma Ortiz con Jaime del Burgo restó protagonismo a la secretaria y a Enrique Martín, nuevo presidente del PPN.
No fue un éxito de público pero sí resultó serlo en consecuencias políticas y en noticias por los pasillos. El sexto congreso del Partido Popular de Navarra se celebró el sábado 12, fue clausurado por María Dolores de Cospedal y en él hubo al final una sola candidatura a la presidencia, la de Enrique Martín de Marcos. Muchos problemas se resolvieron, otros han quedado pendientes, pero la verdadera noticia del día fue la boda del hijo de Jaime Ignacio del Burgo, fundador y refundador del PPN, con Telma Ortiz Rocasolano. Justo la noche anterior.
Las cosas parecían venir mal dadas, otra vez, para lo que Génova quiere de su sección navarra. La hasta ahora portavoz parlamentaria, Ana Beltrán, reunió los avales necesarios, pero también lo hizo, y con más fuerza, el concejal de Tudela y también parlamentario, Enrique Martín de Marcos. Otra vez, como en 2009, dos o más candidaturas y las consiguientes divisiones. Y todo tipo de rumores y de insidias circulando a cuenta de esto dentro y fuera del partido. Muy mal asunto, en principio.
Beltrán contó con el aval y apoyo activo del presidente saliente del PP, el diputado Santiago Cervera, y del grueso de su actual grupo de afines. Menos en número que Martín, que demostró mejores relaciones en la red local, especialmente de la Ribera, y que tuvo el respaldo del secretario general saliente, Eloy Villanueva, también parlamentario. Todos los elementos para un choque de consecuencias lamentables. Entre los medios, Diario de Navarra mantuvo una razonable neutralidad (siempre desde la mayor cercanía a UPN y a su alianza local con el PSOE) y el abertzale Diario de Noticias en ningún momento ocultó su proximidad a Santiago Cervera (a quien entrevistó amablemente el mismo día del Congreso), a su alejamiento de la UPN que le vio nacer a la vida pública y a su disposición explícita a movimientos políticos inesperados.
Sin embargo, Beltrán, Martín y sus equipos eran muy conscientes de que los más de 800 afiliados del PPN, como también los muchos que pasaron por el partido o sus cercanías desde su refundación en 2008 y en diferentes grados lo han dejado, querían la unidad y el acuerdo. Y en la antevíspera del congreso, contra casi cualquier previsión, Ana Beltrán aceptó ser la vicepresidenta de Enrique Martín, con una candidatura de unidad. En las votaciones de la tarde del 12 la candidatura mereció un 85% de votos a favor. Asunto resulto por tanto, un tanto a favor de Cospedal, aunque merece la pena recordar y explicar algunos detalles del contexto para cuando en el futuro haga falta.
Las presencias y las ausencias
Sobre la participación y los votos, ya la prensa ha sido suficientemente agresiva. El congreso empezó a las 10.30, con hora y media de retraso, y en ese momento había más periodistas, responsables de seguridad y organizadores que congresistas. La ponencia ideológica, que Jaime Zuza explicó a la asamblea, fue aprobada por unanimidad y sin necesidad de contar los votos. La ponencia estatutaria, defendida con más pericia forense por Guillermo Lorea, obtuvo 77 votos a favor y 2 en contra, lo cual define el volumen de participación hasta la hora de la intervención del nuevo presidente y de la secretaria general, que llenó, ella sí, el salón del Baluarte en Pamplona. Pero el mal del PPN durante toda la gestión saliente ha sido la división que en 2009 se creó y se ha mantenido en torno al expresidente Cervera, y ese mal se concreta en el desánimo que llevó a unos a irse y a muchos a no participar ante la falta de ilusión. Algo que acertadamente señaló Martín como meta de su trabajo desde ahora y retomó Cospedal, aunque no lo mencionase el informe de gestión presentado a la mañana.
Las noticias del corazón
Claro que no todas las ausencias fueron por la misma razón. La ausencia más notable de todo el congreso fue la de Jaime Ignacio del Burgo. No estuvo ni en las votaciones ni en los discursos, pero en ningún momento se dejó de hablar del hijo de don Jaime del Burgo Torres, que lamentablemente no ha vivido para ver todo esto. El hijo del exdiputado y exsenador, Jaime del Burgo Azpíroz, se casó el viernes (por la Iglesia, pese a los rumores) con Telma Ortiz Rocasolano. La princesa de Asturias no estuvo en el monasterio de Leyre, y la familia de la contrayente sólo estuvo representada por su propia hija, Amanda. Pero los del Burgo sí tuvieron una celebración familiar en Gorraiz en la noche del viernes, que junto a la primera comunión el sábado de uno de los nietos de Jaime Ignacio del Burgo explica la ausencia de éste en el acto de partido. No obstante, una parte no pequeña de los 20 vocales de la nueva Ejecutiva del PP tiene vínculos familiares directos o amistad política estrecha con del Burgo (incluyendo hasta un cuñado y un hijo que a su vez es novio de la gerente del PPN, Amalia Guibert), lo que garantiza su peso político en el futuro pese a su ausencia. Que del Burgo sigue siendo noticia lo acaba de demostrar el mismo Gobierno de Navarra, al editar la segunda parte de La Transición Política en Navarra, de Juan-Cruz Alli y Joaquín Gortari, donde se refresca extensa y polémicamente el escándalo FASA, por el que se privó a del Burgo de la presidencia de la Diputación. Bien es verdad que tampoco el ahora cuñado de doña Letizia ha tenido hasta ahora un recorrido empresarial sin baches.
Las preferencias y los amigos del Egin
Eloy Villanueva Cruz, secretario general saliente, ha sido sustituido por el periodista Gabriel Pérez, pero continúa en la Ejecutiva y en el Parlamento de Navarra. Se han sucedido las filtraciones insidiosas, e interesadas, de las cuales seguramente la más agresiva ha sido la del proetarra Gara del mismo día del Congreso. Junto a una falsedad, «Génova impone a su candidato en el Congreso«, una verdad «un dividido PP de Nafarroa«, una mentira radical («Santiago Cervera abandonará el puesto que ha ostentado desde la escisión de UPN en 2008″: fue Ignacio Palacios hasta 2009, fecha del quinto congreso y del inicio de los problemas) y unas revelaciones punto menos que escandalosas («El papel de Eloy Villanueva, que llegó a secretario general del PP navarro tras moverse en círculos abertzales, se antoja clave«). Es posible o no que sea clave, pero hace falta ser de muy lejos de Pamplona para pensar que Eloy Villanueva pudiese ser proetarra en los aledaños del año 2000. Otra cosa es que el Gara, por lo que sea, prefiera a Villanueva con menos influencia. En todo caso es jugar con fuego propiciar que a nadie se le acuse en el periódico de los terroristas de «frecuentar la Herriko Taberna de la calle Jarauta» para luego convertirse en un «servidor del Estado«. Cuando menos es un experimento arriesgado, según de donde proceda, y espero sobre todo que nadie tenga que arrepentirse nunca de este resbalón, que por cierto no es el primero. En política, tampoco en política interna, no todo vale.
Lo que realmente importa
Bien estuvo la invitación a UPN, y la asistencia a la clausura por parte de Carlos Salvador. Faltó, quizá porque faltó la invitación, la escindida de 2009, Nieves Ciprés, aunque es evidente que personas muy valiosas para el futuro del PP están ahora fuera de él. La unidad, es verdad, es la clave para cualquier acción política. Unidad, naturalmente tanto hacia fuera como, antes, hacia dentro. En el fondo, la unidad entre los sectores de Enrique Martín y de Ana Beltrán no supone ninguna dificultad esencial, puesto que ambos líderes y sus fans formaban juntos en las filas de Santiago Cervera tanto mientras se ponían dificultades al gobierno interno de Ignacio Palacios como en estos años, desde diciembre de 2009, en los que el partido ha recorrido un largo camino. Todo el que va desde la primera encuesta de 2008, tras la escisión, dando entre 8 y 10 parlamentarios de expectativa al PPN, a las elecciones de 2011, con 4 de resultado, y a las previsiones inmediatamente anteriores al Congreso, que pueden reducirse a 2. La falta de unidad implica falta de atractivo para unos navarros que buscan seguridad. Ahora habrá que recorrer otra ruta.
Estoy seguro de que Ana Beltrán y Enrique Martín pueden llegar a una buena cooperación y que todos olvidarán y olvidaremos a qué «cuota» corresponde cada miembro de la Ejecutiva. Quizá sí sea necesario que algunos de los más imprudentes en las últimas semanas de maledicencia –algunos también lo fueron en 2009, y en eso no han madurado- se contengan o sean contenidos en lo sucesivo. Importante, realmente importante, es recuperar y animar a todos los que, en este camino, han perdido la confianza, la ilusión o sencillamente la militancia. Porque sí es evidente que Navarra y España necesitan un PPN fuerte, y lo necesitarán más en un futuro cercano, y eso no se consigue sin cambios. Como dijo Guillermo Lorea, «hemos aprendido de los errores de estos tres años«. Ahora vamos a comprobarlo, en la medida en que Enrique Martín de Marcos haga en la derecha y el centro navarros lo que debió ser hecho ya hace tiempo.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 14 de mayo de 2012, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/cospedal-consigue-unidad-pero-telma-ortiz-protagonista-121533.html