Un reencuentro afortunado con la Navidad del Dickens de siempre

Por Pascual Tamburri Bariain, 21 de diciembre de 2012.

Nuestra imagen del siglo XIX y de la Inglaterra victoriana no sería la misma sin Charles Dickens. Tampoco veríamos la Navidad igual, y es bueno que ese recuerdo llegue a los más jóvenes.

Charles Dickens y Wilkie Collins. Cuentos de viajeros y posadas. Traducción de José Luis Piquero. Prólogo de Albert Ullibarri. Navona – Reencuentros, Barcelona, 2012. 158 pp. 14,50 €.

Pocas colecciones más acertadas han aparecido en el panorama editorial español, en estos tiempos de zozobra, desesperanza y olvido, que los Reencuentros de Navona. La idea era volver a ofrecer, al lector del siglo XXI y a un precio muy asequible, textos que en su momento definieron un estilo y ahora resultan inencontrables. En la serie se ha logrado un buen equilibrio, puesto que se ha mantenido el precio realmente bajo pero logrando una serie de excelentes ediciones, para nada meras reimpresiones de baratillo, y un formato de bolsillo de calidad. La colección entera es una alegría, porque viejos amigos a los que creíamos olvidados para siempre reaparecen y proporcionan cálidos momentos de nostalgia y renovados amores.

Aunque uno sea ideológicamente un supermaterialista liberal o marxista, es casi inevitable en nuestro entorno cultural identificar la Navidad con Dickens y el espíritu de la Navidad, aparte la dimensión religiosa, con las historias del genial inglés. Pero no sólo escribió ´Canción de Navidad´, sino que la Navidad, a lo largo de toda su carrera de escritor y también de la de su colaborador Wilkie Collins, sirvió de motivo y escenario para muchos relatos breves en los que aparecen escenas y personajes con un contenido que emocionará a los mayores y será útil a los más jóvenes, para acceder a todo un mundo del que se les ha excluido.

En su introducción a ´Canción de Navidad´, G.K. Chesterton dijo que «Ebenezer Scrooge [el empresario usurero de ´Canción de Navidad´] no sólo es tan moderno como Thomas Gradgrind [el liberal frío y realista de ´Tiempos Difíciles´] sino incluso más moderno que Gradgrind. No sólo pertenece a los tiempos difíciles de mediados del siglo diecinueve, sino también a los aún más difíciles de comienzos del siglo veinte; y a los aún más duros tiempos en los que vivimos. Muchos simpáticos sociólogos de hoy dirán, como él decía, ´Dejadlos morir y que disminuya el exceso de población´…» Tenía razón, como tantas veces, Chesterton: el economicismo, y luego la corrección política, y después las modas, y siempre las ideologías, han convertido casi en modelos de conducta y de pensamiento a aquellos personajes que Dickens creó para criticar a los crueles culpables del sufrimiento ajeno innecesario en tiempos de crisis.

Y bien, justamente en tiempos de crisis Navona nos propone estos Cuentos de viajeros y posadas, navideños de algún modo casi todos ellos, que nos acercan de nuevo a un duro siglo XIX, difícil para los débiles, sin esperanza para muchos, espléndido para los usureros sin piedad; pero también nos recuerdan la respuesta dickensiana, fundada en el amor y en la justicia. Son un clásico de la literatura y ya eso justifica de sobra su edición. Pero en medio de una crisis y al lado de una Navidad que para millones de españoles es la más difícil en tres generaciones, este pequeño libro es un gran regalo para los amigos que necesiten razones para vivir y sonreír, y también, por qué no, para quienes hayan olvidado –como han hecho el sistema educativo y la cultura que ellos han promovido- los principios que fueron los de Charles Dickens. Que no fueron, por cierto, los del lucro por encima de todo.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 21 de diciembre de 2012, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/reencuentro-afortunado-navidad-dickens-siempre-126147.htm