De Arantza Quiroga a Rafa Larreina, o el Opus Dei en política

Por Pascual Tamburri, 17 de mayo de 2013.

El Opus Dei es acusado por el PSOE de ser derechista y de colocarse frente a ellos. Y la misma izquierda aplaude la legalidad de Bildu. Pero es mucho más complicado…

Arantza Quiroga, portavoz el PP en el Parlamento Vasco, españolista segura, bienamada de José María Aznar, madre de familia numerosa, fue la preferida por el saliente Antonio Basagoiti y por la dirección nacional popular para tomar las riendas del PP vasco tras cinco años de hundimiento. Se ha discutido la calidad democrática del método (y lo ha hecho con razón Santiago Abascal), pero han tardado aún menos sus otros rivales (socialistas, comunistas e izquierda abertzale… pero no toda esta) en reprocharle una supuesta cercanía al Opus Dei. Independientemente de si es o no un dato cierto, ¿sería algo reprochable? ¿Es una militancia que descalifique para la política? ¿Lo es sólo a veces? ¿Cómo y por qué?

Hace unos meses, una web militantemente cristiana se preguntaba a propósito de unas declaraciones de Tomás Gómez si «¿Los de ETA dentro de las instituciones y los del Opus Dei fuera?» El líder del PSOE propuso en su momento «elevar a rango de ley que personas que pertenezcan a pseudosectas como el Opus Dei no puedan ocupar responsabilidades públicas«. Es decir que el secretario general del Partido Socialista de Madrid piensa que esa prelatura católica, por sus ideas y por sus prácticas, está no sólo al lado del PP en una parte del programa de éste sino incluso detrás de la conservación de ciertos contenidos ideológicos en el centro español. Aunque esto fuese verdad, por supuesto, sería enteramente legítimo y en nada justificaría la propuesta de Gómez: los miembros del Opus Dei, como todos los ciudadanos católicos, comparten una visión del mundo derivada de su fe. No es que «puedan» opinar sobre muchas políticas, es que «deben» hacerlo –como católicos y como ciudadanos. En cuanto a sus prácticas y sus modos de vivir, la España de 2013, que presume de libertades públicas y de tolerancia generalizada, difícilmente puede excluir de la convivencia nacional a personas honestas por sus creencias o por su vida privada. Y si lo hiciese incurriría en una grave incoherencia al no aplicar a todos el mismo criterio.

Libertad… según quién

Incoherencia, sin duda, sería la del PSOE si acusase al Opus Dei directamente o al PP indirectamente de ser una ´secta´. Pretender limitar la libertad de las ideas –dentro de la ley y de la justicia- es el núcleo de todo totalitarismo. Y el PSOE ya hace un tiempo que renunció al marxismo como única fuente. El Opus Dei no es además una secta, por ser bien conocidas en principio sus ideas, su organización y sus metas. Algo que, por cierto, no puede decirse de otros grupos que sí actúan en la vida pública española de modo más oculto e intentando (y consiguiendo) imponer sus modos de ver las cosas sin dar la cara. Si fuese coherente, Tomás Gómez pediría también la exclusión de los francmasones de la convivencia nacional empezando por los activos en PSOE y PP, o aceptaría en ella con más razón a los miembros del Opus Dei.

La incoherencia, por lo demás, es algo que no escasea en el PSOE. El PSOE de Jesús Eguiguren, mientras busca caminos para integrar a la ETA y sus veteranos en la vida pública, ¿buscaría caminos para sacar de ella a los católicos? Es decir, que defender la vida sería causa de exclusión de la democracia y regodearse en cientos de asesinatos e incontables víctimas y exiliados ¿sería motivo de legitimación democrática? No discuto, por razones tanto históricas e ideológicas, que muchos dirigentes del PSOE y de la izquierda se sientan más a gusto junto a los viejos compañeros marxistas de la ETA; pero es difícil imponernos a todos la bondad de éstos y la maldad de personas que, por ejemplo, defienden la vida desde la concepción.

La incoherencia no es monopolio del PSOE ni hace fáciles los análisis de estas cosas. El diputado de Amaiur, Rafa Larreina, activamente soberanista, partidario de la independencia vasca, se proclama defensor del Estado de bienestar y sobre el ´caso Bárcenas´ –pero no sobre otros- ha exigido «más transparencia, datos y nombres de quienes se han acogido a la amnistía fiscal«. ¿Puede un católico devoto y practicante, miembro del Opus Dei –y acusado por tanto de provida intransigente-, actuar en política con las mismas siglas y programa que miembros de Batasuna, Bildu, Sortu y ETA, que ni reniegan de sus ideas ni condenan sus actos criminales? No termino de encontrar la coherencia.

La difícil coherencia bendita

Coherentes, incoherentes y mediopensionistas sí que es verdad que siempre los ha habido. Mientras Rafael Calvo Serer, olvidando su antifalangismo conformista de España sin problema, conspiraba contra el régimen de Franco otros socios numerarios del mismo Opus Dei ocupaban con gran éxito y el mayor lucro las más altas magistraturas y posiciones dentro del mismo régimen, vivo san Josemaría Escrivá de Balaguer; y si hoy hay personas del Opus Dei que honestamente lamentan e intentan remediar la quiebra del Estado y los defectos de las autonomías lo hacen olvidando que don Antonio Fontán no sólo fue presidente del Senado sino que además ejerció de ministro de Administración Territorial entre 1977 y 1980, momento en el que se crearon las exitosas, rentables y pacíficas autonomías que hoy vivimos. El marqués de Guadalcanal sin duda cultivó su alma y una cierta estética al gusto de algunos centristas, aunque dudoso es su éxito en la formación del hoy Jefe del Estado y casi seguramente fallida su contribución a la unidad de España. Pero en definitiva, por erróneas que sean esas posiciones y otras muchas, caben dentro de lo que algunos entienden por libertad humana y más aún dentro de la encomiable prudencia que a lo largo de los siglos ha llevado a poner velas en varios altares a la vez, siempre que el del demonio no fuese uno de ellos. Por discutibles que sean las cosas, algunas están fuera de lo presentable.

Si el PSOE considera la pertenencia al Opus Dei motivo de ostracismo –cuando se trata de personas cercanas al PP- tendrá que pensar lo mismo cuando, oh sorpresa, el presunto o cierto miembro del Opus Dei milita en la izquierda abertzale. No creo que después de eso el PSOE reproche a la Universidad de Navarra que dos imputados políticos de UPN, Miguel Sanz y Álvaro Miranda, sean profesores en sus aulas después de recibir aquel singularísimo master del IESE. Pero en cambio si el PP considera fuera de lo legítimo compartir sigla y programa con los de ETA, tendrá que pensarlo y decirlo sea cual sea la fidelidad espiritual de quien lo haga. ¿Puede Arantza Quiroga dirigir el PP y compartir lealtades con Rafa Larreina? ¿O éstas prevalecerían, de existir, sobre los deberes políticos? La historia de las últimas décadas de España hace que estas preguntas no sean retóricas.

¿La Patria es de Dios? ¿Qué patria? ¿Qué Dios?

Asumimos que no hay una ecuación perfecta (ni imperfecta) entre patriotismo español y Opus Dei, como tampoco la hay entre democracia y PSOE (ni entre derechos humanos y nacionalismo vasco). No hay problema, la libertad es así. Pero ambas partes deben, por respeto a sus respectivos fieles y a quienes se acercan a ellos buscando cosas que quizás ya no son como fueron, cumplir dos condiciones básicas. La primera, dejar claro a Dios y a los hombres el límite de lo admisible en sus filas, y de lo inadmisible. Y la segunda, explicar cómo y por qué en esas filas ha habido y sigue habiendo personas que se colocan, en la política y en los principios, a la vez que en la religión, al lado de los miembros de ETA y de sus apologetas. Haciéndolo así, ni López, ni Eguiguren, ni Quiroga, ni Larreina serán motivo de escándalo ni vergüenza para los devotos del santo marqués de Peralta, beatificado este viernes hace 21 años. Si no cumplen con eso, puede terminar teniendo razón Tomás Gómez, lo que sería francamente triste. Escandaloso, como toda propaganda y reclutamiento basados en la media verdad, peor aún que la mentira y la difamación a las que con tanto empuje se enfrenta Arantza Quiroga.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 17 de mayo de 2013, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/arantza-quiroga-rafa-larreina-opus-politica-128932.html