La presidenta acosada, los políticos pelean y los vascos a la puerta

Por Pascual Tamburri, 24 de junio de 2013.

Yolanda Barcina no ha sido procesada por cobrar dietas de Caja Navarra. Pero la causa de la presidenta viaja al Tribunal Supremo, lo que pone a Navarra en la peor situación.

Los siglos XIX y XX, con razón, dieron a los navarros una doble fama de valientes y de honrados. El final del siglo XX y el arranque del XXI han dado por muerta la primera y ven la agonía pública de la segunda. Desde que en 1979 la Diputación Foral de Navarra (hoy Gobierno de Navarra) cambiase sus normas y su naturaleza, más de uno de sus presidentes ha tenido problemas con acusaciones, imputaciones, malversaciones, que unas veces han llevado a procesamientos y condenas y otras no. Lo que pasa hoy no es ninguna novedad, y hoy como siempre la imagen de los políticos afecta a la identidad y la libertad de Navarra. En medio, además, de unas cuantas polémicas. Mal asunto…

Varias décadas de acusados y condenados

Así, Jaime Ignacio Del Burgo (presidente foral en 1979-80 y 1984) «fue acusado de una supuesta malversación de fondos (en el caso FASA), siendo destituido como presidente de la Diputación» con votos de su propio partido. Limpio aunque con mandato atormentado le sucedió Juan Manuel Arza, que fue presidente en 1980-1984 hasta el regreso del anterior por decisión judicial. Gabriel Urralburu (1984-1991) salió derrotado sin necesidad de condena, pero ésta llegó después, con prisión incluida, en el caso Roldán. Juan Cruz Alli unió en una sola candidatura a todo el centroderecha, y así llegó a la presidencia (1991-1995), y salió de ella sin ser acusado ni imputado, aunque a cambio hizo, dijo y planeó muchas cosas que sus votantes de la derecha navarra y española jamás habrían imaginado. Javier Otano, sin duda el más elegante y probablemente el más culto de toda la lista, fue presidente (1995-1996) con la coalición de ´progreso´, y dimitió vinculado también a Roldán y a una cuenta en Suiza de la que se ha sabido poco. Miguel Sanz entró en 1996, acusando a sus predecesores de corrupción y de acercamiento a los nacionalistas, y nos ha presidido hasta 2011, aunque también ha presidido Caja Navarra, lo que nos ha llevado, tras una larga y complicada historia que quizá algún día conozcamos como la de su afinidad a los socialistas y ciertas amistades, a la situación actual, también con él imputado.

Así que, tristemente, nadie puede escandalizarse por la remisión al Tribunal Supremo desde el Juzgado de Instrucción nº3 del Tribunal Superior de Justicia de Navarra del nombre de la presidenta Yolanda Barcina. La juez no hace sino seguir lo que parece una tradición de la Navarra postfranquista y democrática del ´Amejoramiento´, al pedir que se considere si la presidenta tiene que ser investigada por el cobro indebido de dietas de la CAN. Barcina no es la primera en ser señalada por parte de la prensa y de la opinión pública. No es la primera en ser investigada. No sería la primera en ser procesada. Tampoco sería la primera en ser condenada. Es verdad, estas cosas no pasaban con la vieja Diputación liberal y franquista hasta Matesa, y menos antes con las viejas instituciones privativas ´medievales´. Pero ahora sí, de modo que no seamos hipócritas y esperemos a ver qué pasa.

¿Y qué puede pasar?

Dice con toda la razón del mundo Miguel Ángel Riezu que el Tribunal Supremo tiene la palabra. Como debe ser. Es fácil ganarse fama de progre y tolerante hablando de «judicialización de la política», pero es lógico que un juez haga investigar y en su caso procese a quien vea necesario. Aplicar las leyes a un político no es «judicializar», y no hacerlo sería confirmarnos que existe una casta privilegiada con normas especiales y que además lo niega. La mejor garantía para todos, también para los políticos, es la correcta aplicación de las leyes (al menos si son justas).

Muchas cosas sobre la mesa, mucho más que unas dietas, como dice en Diario de Navarra el mismo Riezu: es «un conflicto que esconde muy diversas batallas«. La «batalla de la honorabilidad» lleva al Supremo si hubo en la «permanente» de Sanz, Miranda, Goñi, Maya y Barcina además de error, cohecho, y por ende delito. Y a continuación todos los asuntos turbios de dineros, decisiones y nombres en la CAN, en el Gobierno y sus alrededores. Una cuestión de honorabilidad que hace preferir la rapidez y la claridad. La «batalla política» es de lo más confusa: el partidismo navarro muestra a la región sin un partido o suma de tales con la fuerza y la voluntad de gobernar; ni el quesito de amores socialistas ni nada han dado orden y estabilidad a Navarra. El sistema no funciona y la situación de Barcina, sobre todo si se alarga, abre muchas posibilidades oscuras. Y finalmente, a dos niveles, «la batalla institucional«. Porque como siempre los nacionalistas vascos tratan de aprovechar la crisis institucional Navarra para anexionar Navarra a su proyecto; y como siempre se advirtió un malo o dispendioso uso de la autonomía foral hace popular y legítimo poner en discusión la foralidad entera.

¿Por dónde empezar?

En efecto, «el bloqueo institucional actual es el peor de los escenarios para Navarra«. Están en juego las instituciones navarras, debilitadas o desprestigiadas, y con o sin imputación se habla de coaliciones, dimisiones, adelantos electorales y mociones de censura. Y se habla de los fueros, de lo que tiempo habrá de seguir hablando siempre que no nos escudemos en el eterno, fácil e incierto «dar armas al nacionalismo vasco» y su complementaria defensa de la «esencia de Navarra«… a la carta.

Consensos… apostaría que no va a haber. Nunca los ha habido (salvo con muchos intereses innombrables detrás). Nunca ha habido una mayoría absoluta en este régimen, ni en la Diputación ni en el Ayuntamiento. Se suprimió –y quien lo hizo sabe por qué- la cláusula automática del partido más votado, pero la verdad es que toca gobernar al partido más votado (UPN desde 1991 hasta ahora) mientas no haya una coalición alternativa. Y no va a haberla por ahora porque el PSOE sabe que unirse a los abertzales es caro y porque Roberto Jiménez no dirige un partido unido ni en alza. Realmente, UPN sólo saldrá del poder antes de 2015 si quiere. Quizá, sólo quizá, haya un experimento de coalición en Pamplona, a costa de Maya. Salvo que haya nuevas y terribles noticias. Lo que tiene que hacer, aun en estas circunstancias, es gobernar. Y hacerlo con populismo barato contra las normas de Wert en las becas no es, desde luego, lo mejor, señor consejero, señora presidenta.

Pero la verdadera clave está en el centro y la derecha, o lo que quede de ellos después de esta gestión. Esto no es una coalición de malvados abertzales contra Navarra. Kontuz! acusó a los perceptores de dietas, pero que sean nacionalistas y tengan razón no convierte la razón en nacionalista. Hicieron muy bien algo que es su derecho. También UPyD acusó, sin ser nacionalista. Y sobre la gestión, no precisa ni solamente de dietas de CAN, éramos muchos los que estábamos de acuerdo en estar molestos. Por supuesto que Kontuz trata de llevar el agua al molino abertzale, pero muchos de los que en 2007 nos manifestamos contra la anexión abertzale (y por supuesto no estuvimos el sábado 22 en la procesioncilla de Kontuz en Pamplona) también nos habríamos manifestado contra la corrupción y por la limpieza, y con las mismas banderas de España que Miguel Sanz no nos repartió aquel otro día.

Hay que empezar por saber que ni los nacionalistas ganan razón por tenerla en esto (porque estamos de acuerdo con ellos, en esto) ni el patriotismo navarro pierde un solo punto por esto (porque España no está exclusivamente en los fueros, ni mucho menos en su mal uso y abuso, ni mucho menos en estas gestiones). A los abertzales, ni agua. A los corruptos, ni agua. Y a los que intenten otra vez envolverse en la identidad de Navarra y de España para legitimar lo ilegítimo, ni agua. Si UPN necesita unidad y renovación para no hundirse, o si PP necesita cambiar para ser la alternativa que parecía ser en 2008, ya saben el camino. Ya se ve qué dan de sí el centro pacato, la moderación democristiana y todos sus compañeros de viaje. Nunca ha habido mucha moderación al defender Navarra de los enemigos de dentro y de fuera, aunque haya sido dando la razón un momento o en parte a unos y a otros.

Nada es admisible si se usa para hacer caja o política profesional y mediocre la sangre de los que murieron por España. ¿Dije asqueroso? Lo repito. Lo es.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 24 de junio de 2013, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/presidenta-acosada-politicos-pelean-vascos-puerta-129746.html