Fachadas limpias, conciencias sucias, cárceles vacías

Por Pascual Tamburri, 23 de septiembre de 2013.

Los políticos se alejan de las víctimas. Los etarras siguen acosándoles. Entre treguas, negociaciones y miedos han pasado a ser testigos molestos. Pero los Ulayar no se rinden.

Iñaki Oyarzábal, ahora responsable de Justicia y Libertades del PP, ha dicho en público y no una vez algo que muchos han pensado antes que él: que una parte de las víctimas del terrorismo abertzale y marxista de ETA son «ultras«. Como no es nuevo tampoco es especialmente hiriente. Les queda, a él y a quienes opinen así, la tarea algo más difícil de definir qué es un ultra, o al menos quién lo es en su elegante opinión de entre los muertos, los heridos, los mutilados, los torturados, los extorsionados, los exiliados, los acosados y los silenciados por ETA y por quienes han tolerado ETA. ¿Son «ultras» las víctimas que no se someten a la conveniencia política de cada momento? Además, ¿una víctima «ultra» es menos víctima, tiene menos derechos, merece peor trato?

Puede que a Oyarzábal y a muchas personalidades políticamente correctas les parezca que los hijos y nietos de Jesús Ulayar, alcalde de Echarri Aranaz asesinado por ETA el 27 de enero de 1979, son «ultras» puesto que no han aplaudido las medidas de gracia y acercamiento a los criminales de ETA. Peor aún, han seguido deseando lo que hace muy pocos años parecía no sólo cercano sino deseado por todos, en el PP y hasta en el PSOE: la derrota completa de ETA, la destrucción de la banda y el fin del terrorismo, y la imposición y cumplimiento de las penas correspondientes a todos los etarras y todos sus colaboradores de todo tipo.

Pienso lo contrario. Los Ulayar Mundiñano como familia y Salvador en particular han demostrado ser ejemplares; como víctimas de ETA han buscado siempre –conservando los valores heredados de su padre- lo mejor para las víctimas y para España, sin cambiar de actitud con el viento o con el precio. Ahora, en pleno 2013, partidarios de ETA han vuelto a pintar su casa –ante la que ETA mató a Ulayar– en el pueblo con insultos a ellos y vivas a la banda; el Ayuntamiento de Bildu ni lo ha limpiado ni ha buscado a los autores; palabras aparte, el Gobierno de Navarra con sus caras competencias policiales no ha hecho nada eficaz al respecto; y palabras aparte, la delegada del Gobierno, de quien dependen entre otras cosas Policía Nacional y Guardia Civil, nada ha conseguido. Parece que los terroristas, sus amigos, aliados y partidarios todos, merecen mejor trato hoy que las víctimas que no se rinden.

Mejor trato, sí. Jesús Ulayar fue asesinado y si no fuese por los suyos no sería recordado, pero el asesino condenado Valentín Lasarte, y no solo él, se pasea libremente por la España de 2013. Josu Ternera no cumple sus penas, pero el asesino de Jesús Ulayar no sólo es libre sino que se gana la vida como compañero de bufete del líder de Aralar Patxi Zabaleta (qué intercambió afables visitas con los anteriores líderes del PP vasco y que reedita una nueva versión del ´batasuno bueno´). Parece que se dan más derechos a algunas víctimas, como al ambiguo concejal Tomás Caballero, y menos a otras quizás más molestas, como al general Juan Atarés (y hablo sólo de muertos en Pamplona). ¿Nos atreveremos a comparar cuántos y cuáles son los políticos profesionales asistentes al aniversario del cabo Juan Carlos Beiro en Leiza, este martes 24 de septiembre? El tiempo, la conveniencia o el cálculo pueden hacer que según quién se avergüence hoy de amistades y poses que ayer ostentaba. Alguno habrá que piense que lo que en 1979 era un mal menor, en 1998 pudo convertirse en un mal absoluto y haya vuelto a ser algo de menor importancia en 2013. Nosotros no somos de esos.

Limitándonos a la plena dimensión política de la cosa, si el partido político batasuno con todos sus instrumentos es hoy legal y gobierna Echarri Aranaz es porque el PSOE así lo pactó y lo quiso. Ningún dirigente socialista ha dado la cara por y con la familia Ulayar. Porque ha usado el poder para enchufar parientes y amigos y para enriquecerse. Sí, el mismo PSOE de Zapatero que mientras negociaba con la ETA pactaba con la UPN de Sanz y Barcina. Si esos ayuntamientos son como son y tienen las subvenciones que tienen es porque así lo quiso UPN, que en muchos años gobernando Navarra no ha usado el poder contra el nacionalismo y sus instrumentos de poder, de propaganda, de financiación y de adoctrinamiento (facta, non verba). Eso sólo ha hecho que el nacionalismo avance a largo plazo, nunca retroceda en serio salvo por sus luchas internas; y si a eso le sumamos negociaciones, diálogos, faisanes, indultos, salidas de la cárcel, y de más facilidades sólo nos queda preguntarnos por qué el Faisán no canta en las Cortes tan alto y claro como antes de noviembre de 2011.

Unos tienen la fachada sucia con las pintadas de los asesinos. Otros tienen la conciencia sucia con la sangre y el dolor de sus víctimas. Otros, en fin, tienen las bocas llenas de palabras a la vez que planean tener las cárceles vacías de asesinos. Hay una cosa más dolorosa que ver lo que está sucediendo y se está fraguando en estos meses: compararlo con lo sucedía hace unos años, y comparar lo que entonces se decía y se hacía con lo que hoy se dice, se hace y se trama. Por supuesto que quien no tenga por sí mismo vergüenza de sí y de los suyos puede descubrir que sí tiene fachada para que se le recuerde la vergüenza ajena que da, y que no faltan amigos a Ulayar ni a los amigos de Beiro en Leiza.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 23 de septiembre de 2013, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/fachadas-limpias-conciencias-sucias-carceles-vacias-131246.html