Estudia Latín, y deja la propaganda (por un Bachillerato mejor)

Por Pascual Tamburri, 7 de octubre de 2013.

La Secundaria puede servir para formar profesionales elementales y medios. ¿Pero la función de un Instituto es esa? Hace falta una escuela a la vanguardia del esfuerzo y de la formación.

En Italia unos lamentan y otros celebran lo que el progresista ´L´Espresso´ llama «la extinción del Liceo Clásico«. En este curso que empezamos sólo un 6% de los estudiantes de secundaria superior ha elegido esta modalidad de Instituto, lo que implica que en 2013-2014 sólo 31.000 estudiantes en torno a los 15 años de edad han elegido cursar la ´Quarta Ginnasio´, la puerta de entrada al tipo más duro y exigente de formación preuniversitaria. Antonella Ambrosioni informa de que incluso los Institutos más prestigiosos, como el Manzoni y el Parini de Milán, han notado el aumento de la demanda de una secundaria más fácil y el descenso de la que desde la reforma de Giovanni Gentile ha sido la vanguardia de la educación en Italia.

´¿Pero por qué los chicos abandonan la escuela que antes formaba a los dirigentes del país? Los adolescentes escapan hacia materias más concretas. Basta de griego y latín –que son aún comunes y extensos en el Clásico italiano. Bienvenidos el español, el alemán, el chino: el Instituto Lingüístico está en pleno boom de matrículas, el doble que en 2009 y llegando al 8,4% de los nuevos alumnos. El Científico permanece estable. ¡Pero basta ya con el mito de la concreción y de las lenguas vivas o muertas! ¿Queda todavía quien clasifique los Institutos en útiles e inútiles, entre materias científicas y humanísticas? Evidentemente sí, ya que un cierto análisis de izquierdas hace de ello una cuestión esencial: «viva el chino, abajo el griego», vivan las matemáticas y los institutos técnicos y científicos, abajo el Clásico. Para nosotros –y por suerte somos muchos- es una mala noticia que este año el Clásico no crezca, pero aún más nos disgusta ver transmitidos argumentos que la realidad de los hechos desmiente. Ante todo, la verdadera cultura debe mirar a la composición de los saberes, no a las divisiones. No es casualidad que [en Italia] la mayoría de los ingenieros y de los médicos se forme en el Clásico [donde la exigencia académica es mayor y se forman a la vez en lenguas clásicas, historia, literatura, física, química y matemáticas… sin descuentos]. Quien lo cursa muy a menudo añade voluntariamente o en extraescolares que organiza la misma escuela cursos de español, de alemán y en algunos lugares de chino´.

´Los Liceos Clásicos son, en el desastre de la escuela pública, las pocas islas felices que ofrecen recursos y energías para estas materias complementarias. Quien aplaude otras opciones –muy dignas- lamentablemente no conoce la realidad [¿sólo italiana?]: ¿qué queda de las materias técnico-científicas, si los recursos para laboratorios se han quedado en la mitad? ¿Saben en L´Espresso que los cursos de informática sin ordenadores son una tomadura de pelo? Toda esa retórica sobre la «utilidad» de los estudios «prácticos» existe sólo sobre el papel. A uno le viene la sospecha de que aplaudir el riesgo de muerte del Liceo Clásico esconde algún pequeño vicio ideológico de antiguas raíces en una vieja lucha de clases: por un lado los acomodados, hijos de papá, que se pueden permitir después estudios largos en la Universidad, y por otro los menos afortunados que se orientan enseguida hacia estudios «prácticos» y perspectivas inmediatas de trabajo (¿pero cuáles?)´ .

´En épocas más recientes debemos a los ministros Luigi Berlinguer y Tullio De Mauro la subordinación hacia el saber «científico» que año tras año ha roído al Griego. ¿Pero a que no saben que en el Liceo Clásico Griego y Química tienen el mismo número de horas? Aplaudir el boom del lingüístico está bien pero hay que recordar que los tan codiciados chino, árabe o ruso no son materias del currículum, no hay profesores en los Institutos. Estudiar español, inglés y francés es útil, pero el alemán ya es hablado casi sólo en Alemania… Y luego, mira por dónde, en el Lingüístico también hay Latín. El estudio, no sólo estrictamente memorístico, del análisis lógico, de las declinaciones, de las conjugaciones, de los paradigmas y por último de la traducción obliga y luego acostumbra la mente a un estudio analítico, primero, y sintético, después, de cada problema, lo que por su profundidad y exhaustividad no tienen igual en otro sitio y se puede extender a todos los ámbitos, y especialmente… en el científico. En fin, no estudiamos griego y latín para ir a Grecia, sino para aprender a usar la cabeza´.

La cosa en España es clara: en 40 años la secundaria ha multiplicado por más de 20 su tamaño y ha dividido por 20 o más su calidad puntera. En Italia es más complicado, porque ni la universalización llegó a tanto ni la uniformación borreguil llegó a tanto (un Liceo clásico, de cualquier tamaño, es aquí imposible con la ley vigente y dados los profesores que parecen preferirse, y no es así en Italia… todavía, para suerte de ellos).

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 7 de octubre de 2013, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/estudia-latin-deja-propaganda-bachillerato-mejor-131484.html