Clase, aprended: la lucha armada no es terrorismo ni 1+1 son 2

Por Pascual Tamburri, 22 de noviembre de 2013.

Lo mismo que personas vinculadas a ETA están dando clase en la educación pública navarra, podríamos dar libertad a los navarros de elegir centro educativo, cualquier modelo. Pero eso no.

Gracias al uso que se ha decidido hacer de la sentencia Parot tenemos cada día a unos cuantos criminales terroristas en la calle. No hablo ahora de simples macarrillas urbanos futboleros, con sus peleas, sus destrozos, sus trapicheos, sus suciedades y sus multas, sino de muchos asesinos con muchos muertos a sus espaldas, que deberían estar en la cárcel y están por ahí, encima financiados por la Administración. Porque claro, tendrán que comer, ¿y qué oficio pueden tener, si no es de verdugo, de pocero, de carroñero o de mercenario?

Hace unos días el diputado de UPN Carlos Salvador escandalizó a muchos comentando un informe interno de la Guardia Civil que pone muy en duda, a cuenta de esto, el futuro de Navarra. Son datos que antes había publicado Navarra Confidencial, aunque no se les hizo demasiado caso, y que sólo más tarde llevó El Mundo a la opinión pública nacional.

El sistema educativo de Navarra, como consecuencia de las transferencias de competencias educativas y de su uso en la región, está dividido en varios modelos educativos. Entre ellos el B (bilingüe castellano-euskera, prácticamente a extinguir ahora mismo), el G (castellano, abrumadoramente mayoritario pese a no recibir ninguna propaganda), el A (castellano con euskera como lengua) y el D (euskera para todo menos para las clases de lengua castellana). Además de los intentos de introducir modelos y variantes con otras lenguas vehiculares, inglés fundamentalmente, tan mal vistos por los grupos de presión abertzales y progresistas.

Pues bien, el hecho que ahora conocemos es que el 5% de los profesores del modelo D tiene antecedentes relacionados con ETA y el 25% (según el informe) ha militado o milita en organizaciones de estilo batasuno como Jarrai, Segi u otras similares.

En el conjunto de la población navarra no hay un 5% de exterroristas ni un 25% de exbatasunos. En el conjunto de la población navarra vascófona tampoco. Así que la alta incidencia de esos rasgos entre los profesores del modelo D implica una anormal presencia de ese tipo de personas, de experiencias y de ideas en la educación de los niños y jóvenes cuyas familias elijan ese modelo educativo, o cuyas familias por razones geográficas y sociales no puedan elegir otro modelo educativo aunque lo quisieran (Navarra está dividida en zonas desde que gobernó el PSOE y nunca ha dejado de estarlo).

Dará a esos alumnos una visión del mundo peculiar y vinculada a su modelo, lo cual a medio y largo plazo tendrá o podrá tener sus consecuencias. E implica que, aunque sea inconscientemente, cierto tipo de recorridos vitales han favorecido el acceso a la docencia, y más en las últimas y simplificadas convocatorias.

De todas las cosas malas que se pueden pensar en relación con este dato, hay alguna buena. Esas personas cuya experiencia vital (o mortal) no es obstáculo para ser docentes tienen así una oportunidad de ganarse el pan con su trabajo y no con la caridad pública, ya que según quien no parece dispuesto a negarles ésta. Eso que se ahorrará Hacienda, pues cuantos más trabajen menos tendremos que mantener por la cara.

Ya que en vez de Estado a veces parece que tenemos una ONG, no es malo que los liberados de Parot, que no reinsertados porque no lo están, sirvan de alguna manera a la sociedad a la que intentaron subvertir e hicieron cuanto daño pudieron. Tampoco sería malo que la sirviesen de muchos otros modos, y sin cobrar, pero por algo se empieza. Siempre que estén continuamente controlados para que sus aulas no se conviertan en centros de difusión del terror y de las mentiras que lo desencadenaron.

¿Pero no era la Comunidad Foral una parte tan sólida y ejemplar de España? Sí, lo fue, pero en la medida en que han pasado los años y las décadas lo es menos. No es que haya más abertzales, en realidad, pero ellos siguen igual de movilizados en su secta y su doctrina mientras que por lo demás crece la indiferencia. También es parte consecuencia del sistema educativo, puesto que por mucho que puedan tenerse buenas intenciones en los altos despachos, al final si se dejan partes enteras del sistema en manos de los enemigos de la Navarra Foral y Española las usarán para hacer todo el mal que puedan. Ellos no son y nunca han sido como los legalistas, constitucionalistas o españolistas, puesto que han subordinado todo a extender sus ideas. Y así nos va.

Que esas personas den clase es un ejercicio de sus derechos y de las libertades de los españoles por serlo. Otra cosa es que como consecuencia de sus actos puedan ser privados de la oportunidad de enseñar, pero eso no es aún así; otra más será que se les supervise con extremo cuidado, y tampoco es así, pero podría; y otra será cómo queden sus derechos, y los de los demás, si algún día dejasen de ser españoles.

Ahora bien, que se pague libertad con libertad. Lo mismo que personas vinculadas a ETA están hoy dando clase en la educación pública navarra sin límites, podríamos dar libertad a todos los navarros de elegir centro educativo, cualquier modelo educativo de cualquier titularidad. Pero eso no: es curioso que los abertzales insisten en que dé a los navarros libertad para elegir «su» modelo D, pero ningún otro, y los mismos que por un lado hablan de libertad por otro se oponen a los modelos bilingües o en inglés, o a Bachillerato Internacional, o a casi cualquier cosa que amplíe la visión del mundo. Porque el mundo es más grande que esta pequeñez regional.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 22 de noviembre de 2013, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/clase-aprended-lucha-armada-terrorismo–132331.html