No sólo los etarras tienen que pedir perdón en 2014

Por Pascual Tamburri, 13 de enero de 2014.

Los etarras de Durango tienen que pedir perdón. Pero no sólo ellos, también Rafa Larreina y sus socios, y muchos políticos, y la Casa Real, y sin embargo no lo van a hacer.

Los Reyes (Magos) ya vinieron, y dejaron menos que otros años. De hecho, en la Pascua Militar dejaron poco y no dijeron nada, lo que es al menos feo si recordamos el caso único del general Mena, valentía censurada frente al vacío de Morenés y el regio hueco cósmico. Valentía en 2014, desde luego, ha sido la de Cake Minuesa, que dijo a los delincuentes de Durango lo que los dos grandes partidos y algunos más pequeños, como muchos medios, no se atreven, y lo que pensamos muchos: que son cobardes y poco hombres si no piden perdón (y no reparan el daño hecho). Pero eso, que es verdad de los asesinos abertzales, y que sería razón suficiente para que alguien como Kubati siguiese en la cárcel, vale para más personas y grupos fuera del nacional-populismo vasquista.

Perdón, perdón… también tiene culpas que hacerse perdonar otro populismo, cercano, demagógico, autocomplaciente y provinciano, el que lleva a hacer un AVE local con dinero pedido a préstamo y sin futuro, o a hacer la vista gorda a las irregularidades de unos y no a las de otros. Incluso mintiendo. Jamás pidiendo perdón, aunque luego se demuestre que efectivamente la caja sacrosanta no funcionaba (y fueron insultados quienes lo decían); que Guendulain no era un proyecto sensato, ni la serie de museos de Oteiza, del encierro o de la familia Huarte, ni el pabellón inacabado, ni el circuito sin carreras; que las empresas públicas no eran perfectas y la Hacienda no era ilimitada (pero fueron despreciados los que lo sugirieron); o que el club de fútbol recibía un trato de favor en el mejor de los casos, mientras que tenía jugadores que habían estado fuera de la ley (yo aún espero que, además de pedir perdón un pobre jugador ultra violento de barrio, lo haga Osasuna y lo hagan todos los que en su nombre se han permitido hablar de mí). Han de pedir perdón, con o sin fuero para ello.

Ahora, quién perdonará a quien pone precio a su perdón, o peor aún, a quien pone a sus santos principios velas para que naveguen según convenga. Porque algo tendrá que hacerse perdonar en 2014 Rafa Larreina, sea en su casa sea en su partido o en su Bildu… a menos que la santificación del trabajo implique, ahora reinterpretada, la defensa de los asesinos o la del aborto, como Bildu manda, claro es. Claro que hasta lo más sagrado cambia de interpretación y sentido, como llevo veinte años aprendiendo a costa de la voluble Historia Antigua, y lo que un día es santo al siguiente desaparece de la web, ups. ¿Pedirán perdón veinte años o treinta o cuarenta después de cada injusticia, o necesitan la picota de los medios? Quizá hagan falta los medios para que pidan perdón y reparen.

Pero bueno, no sólo las cofradías y sus socios han de pedir perdón si yerran. Esto es como si uno promete algo y no lo cumple, si promete un puesto y no lo da, si olvida en la hora del éxito al que estuvo en el momento de las dificultades, si evita justo en el momento de las dificultades al que antes se buscaba, adulaba, usaba e invitaba, o si olvida a quien previó los problemas y fue por ello castigado y no se le reparó cuando los problemas llegaron. Sí, claro que sí, los presos de ETA han de pedir perdón y reparar, y eso sin nada a cambio; pero no son los únicos, son sólo los primeros de una hermosa lista de políticos, de cofrades, de cargos. Y no pedirán perdón.

Es más, siguiendo adelante con la hipocresía, los mismos que dudan ahora qué conviene decir de los asesinos hablan del hijo de Enrique Maya como si fuese un criminal peligroso, cuando los peligrosos, con o sin sangre, ay, los peligrosos orgullosos de no pedir perdón circulan por todas partes. No hace falta ir a la familia Borbón ni a los grandes partidos para buscar perdones que no se han pedido, ya se ve. Eso sí, luego que no se quejen, que los mismos que toman decisiones, nombran y seleccionan luego se quejan de lo que hacen los seleccionados. Han de pedir perdón, sí, muchos. Pero no lo harán. Y me sorprenderá que reparen las consecuencias de sus errores, como deberían.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 13 de enero de 2014, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/solo-etarras-tienen-pedir-perdon-2014-133171.html