César Vidal detalla su divorcio de Losantos en un libro con mucha miga

Por Pascual Tamburri Bariain, 17 de enero de 2014.

César Vidal ha sido durante mucho tiempo el autor más leído y a veces el más escuchado por la derecha española en todas sus ramas. Su relato de su último giro ha sido un triunfo de ventas.

César Vidal no se muerde la lengua.


César Vidal. No vine para quedarme. Memorias de un disidente. RH Mondadori Plaza & Janés, Barcelona, 2013. 624 pp. 22,90 €. Ebook 13,99 €.

No creo que haya alguien, fuera de la realeza, la política y del deporte, tan polémico en la España de 2014 como César Vidal. Excepto, naturalmente, Federico Jiménez Losantos, unido a él durante años muy duros. Las izquierdas, en toda su extensión y profundidad, lo odian y lo temen porque desde principio del siglo ha sido uno de sus grandes enemigos en los medios de comunicación y una de las pocas voces libres frente a la dictadura intelectual de la corrección política. No la única, no la primera, pero innegablemente una muy importante. El centro ha rezado muchos años por callarlo o verlo desaparecer. Y la derecha, las derechas, se han dividido una y otra vez durante el mismo tiempo en torno a lo que Vidal ha sido, ha pensado, ha dicho o ha divulgado.

Cuando en 2011 Federico Jiménez Losantos publicó El Linchamiento dijimos aquí que sería «una fuente inexcusable cuando se haga la historia de estos años, y en particular cuatro historias que habitualmente se cuentan mal y en medio de las cuales Losantos ha sido protagonista y víctima: la historia de los medios de comunicación en España, la historia política, la historia interna de la Iglesia española y, cosa nada menor, la historia ideológica de la derecha española» .

En esa cuarta historia –la de la derecha-, y en particular en la historia de la COPE y de Es Radio, tiene mucho que decir César Vidal. No porque sea un hombre de derechas, al menos en ningún sentido de los hasta ahora usados; y su vida lo demuestra. Como Losantos, por lo demás, aunque quizá incluso más. Como el aragonés, informa y opina soberbiamente también la historia de la derecha española, de la que es parte. «España es un país anómalo, en el que la derecha no tiene un espacio político propio pero sus votos y sus gentes son chuleados sin recato desde otras latitudes que juegan a la moderación y la prudencia para todo lo demás«.

Pero en No vine para quedarme Vidal cuenta mucho más y habla de su propia experiencia, mucho más variada y extensa que la que ha tenido en los medios, que no es poca. No es y nunca ha sido un hombre convencional. Buen estudiante en una familia para nada acomodada, y siempre con una gran inquietud religiosa, César Vidal cuenta en sus memorias sus múltiples vaivenes, carreras, oficios, ciudades y entornos familiares. Algo que explica seguramente su erudición y más aún su larga lista de libros y publicaciones de todo tipo, con gran éxito, y su no menos larga de premios y de instituciones. Es un hombre inteligente, y ha sido un hombre valiente. Como hombre, es y seguirá siendo centro de disputas y objeto de acusaciones.

Tanto como su antes amigo Federico, César señala para lo sucedido desde 2004 a todos esos «poderes fácticos, de izquierda o de derecha«. Para muchos de sus lectores y oyentes, No vine para quedarme. Memorias de un disidente ha servido sobre todo para entender lo incomprensible: cómo en julio de 2013 salió de Es Radio, de La Linterna y de Camino del Sur. Vidal es protestante también en su modo de ver la vida y a los hombres; su libro es ameno y lleno de información de informaciones, inexcusable para conocer esta década. Sobre las anteriores, también, da su propia visión, que no tiene por que ser objetiva sin por eso dejar de ser respetable ni de estar bien escrita. Ha cambiado de adscripción y de intereses muchas veces, muchas más que Losantos desde luego, pero también sin duda mucho más interesante y de más calado moral y cultural que su mucho antes amigo Estaban Ibarra –no mencionado en el libro, pero sí compañero de sus aventuras iniciales en Jóvenes contra la Intolerancia-.

La vida de Vidal es un retrato de medio siglo español, y aún le queda al menos otro medio. No puedo evitar sentir su divorcio mediático, ni sentirme más cerca humanamente de Losantos, pero el futuro y el pasado siempre nos sorprenden. En palabras de Blade Runner «Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia«. Y no, no es «hora de morir«. Es hora de comprender por qué la vida de un hombre relevante está de hecha de pasos que si no se ven en conjunto pueden parecer inconexos e incomprensibles. Que es el defecto que este libro no tiene.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 17 de enero de 2014, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/cesar-vidal-detalla-divorcio-losantos-libro-mucha-133246.htm