Requetés, santos y héroes primero, luego guerreros manipulados

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de febrero de 2014.

Historia de una milicia excepcional, los últimos voluntarios legitimistas de Europa, en la Guerra Civil de 1936. Verdades y mentiras sobre los carlistas como fueron, sin falsificarlos.

Julio Aróstegui. Combatientes requetés en la Guerra Civil española (1936-1939). Necrológica del Autor, por Luis H. de Larramendi. Introducción y reconocimientos del Autor. La Esfera de los Libros, Madrid, 2013. 1008 p.. 32,00 €.

A final de enero de 2014 se presentó en Pamplona un poderoso trabajo de investigación y erudición que Julio Aróstegui preparó en 1991 y ahora reedita la Esfera de los Libros. Es un trabajo científico, de investigación histórica, lo cual ya marca una diferencia de partida con gran parte del material impreso, grabado y filmado que circula sobre la historia de la Derecha española en el siglo XIX y XX y sobre la del tradicionalismo muy en particular. No es una obra de parte, ni apasionada, ni de propaganda, ni de difamación sino, sencillamente, un trabajo que recaba datos y los utiliza para explicar una parte poco conocida del pasado.

Como explicaba incluso alguien tan lejano de estas posiciones como José Juis Rodríguez Jiménez en su historia de la extrema derecha que publicó Alianza, ya desde el final del Sexenio Revolucionario España «evoluciona de forma diferente a como lo hacen otras naciones de nuestro entorno«. Si bien el profesor Aróstegui no intenta en este caso una historia general de la derecha nacional, y ni siquiera una historia general del carlismo, es imprescindible situar la Guerra Civil de 1936 en todos sus contextos para comprender quiénes fueron y qué quisieron los carlistas. Porque, además de ser el trabajo profesional de un historiador, esta es la historia de los carlistas combatientes en 1936-39 en su contexto, no la historia de su partido ni de sus jefes, aunque necesariamente haya que conocerlos para entender lo que sucedió.

Julio Aróstegui tuvo la suerte de investigar el carlismo de primera mano y de disponer en algunos casos por primera vez de acceso a ciertos archivos privados y públicos que le permitieron conocer quizá mejor que nadie el devenir del carlismo. No debemos perder de vista que el carlismo era ya a finales de los años 20 un vestigio excepcional del XIX español, y que fue una singular combinación de acontecimientos y de personas la que dio pie al reverdecimiento de las glorias insurreccionales y armadas del carlismo, tras su reunificación política y su nuevo sentido frente a la República «marxista y atea» .

Recuerdo con gran afecto a Javier Lizarza, y sin su trabajo de recopilación de testimonios y documentos hoy no recordaríamos cómo Manuel Fal Conde, en nombre de don Alfonso Carlos, reorganizó la parte «militar» del carlismo permitiendo que desde el comienzo del Alzamiento de 1936 surgiesen en múltiples regiones de España unidades militares con boina roja en nombre de unas ideas que en el resto de Europa en aquel momento carecían de semejante vigor y por supuesto de continuidad con el siglo anterior. Y esto casi a pesar de las preferencias de los líderes políticos «locales» del carlismo, bastante menos heroicos o notables.

Hay que decir que el carlismo, en todas sus fases y aspectos, ha sido tratado en muchas obras muy variadas, pero demasiado a menudo poco o nada científicas y, lo que es peor, cargadas de prejuicios de parte. Esto, que es perfectamente comprensible en libros de época, no es admisible impunemente en el siglo XXI, o al menos debe quedar claro que el estudio de Aróstegui de las unidades militares carlistas de 1936, tras un poderoso contexto político, social y cultural y con rica dotación de fuentes, ulteriormente enriquecida en esta edición, es algo más. Es un libro fiable, que al margen de interpretaciones aporta datos y vías de análisis. Y es un libro grato de leer, porque está bien escrito y no hecho para un público entregado sino que se ganará a quien lo lea sean cuales sean sus ideas.

Aróstegui en este caso, yendo unidad por unidad, se proponía «intentar reconstruir la trayectoria de una masa de voluntarios identificados por su militancia política, pero que se integraron en unas estructuras militares cuyo nacimiento fue muchas veces circunstancial, inducido en ocasiones por el propio mando militar, sin arreglo a un plan determinado salvo la voluntad política del carlismo local o regional, que evolucionaron rápidamente y que dejaron en sus primeros tiempos un escaso o, por el contrario, intrincadísimo y contradictorio rastro documental«. No se trata de una hagiografía, ni de idealizar a aquellos voluntarios carlistas ni su contribución, ni su posterior integración en la España de Franco; eso no sería historia, como no lo sería difamarlos. Vicios extendidos los dos que es hora de evitar o, al menos, de señalar.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 28 de febrero de 2014, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/requetes-santos-heroes-primero-luego-guerreros-manipulados-133990.htm