¿Torpeza o traición? Cómo el PP vasco defiende mal unos principios

Por Pascual Tamburri, 2 de mayo de 2014.

Pedir la opinión del terrorista Arnaldo Otegi es un error. Aún peor es argumentar contra la independencia por el coste económico y social de la misma. ¿Saben eso en Génova?

El PP vasco de Jaime Mayor Oreja, que era también el de María San Gil y había sido el de Gregorio Ordóñez (y el de los mejores resultados históricos del PP en las tres provincias, nunca repetidos), tendría sin dudas sus defectos. Creo que nadie lo niega ni lo discute. Ahora bien, era un partido político que tenía una visión de las cosas bien definida y unos objetivos claros. Algo que es difícil de decir hoy, aunque estemos en vísperas de una campaña electoral –sin ninguna relevancia para Mayor, por cierto- y en medio de una serie de encuestas que, si bien malas para el PSOE, son peores para el PP. O quizá justamente por eso.

Hay en el Parlamento Vasco una Ponencia de Autogobierno. Bien, cada uno juega a lo que quiere, es la naturaleza misma del régimen autonómico ya en su edad madura. Pero lo insólito, al menos si nos comparamos con otros países europeos que padecen terrorismo o sufren la existencia de nacionalismos disgregadores, es el último paso dado en esa ponencia parlamentaria: EH Bildu ha solicitado la comparecencia del secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, condenado por terrorismo. Otegi sigue de momento en prisión, y el Parlamento oficialmente pide a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias permiso para que el etarra ofrezca a los representantes regionales su opinión sobre el futuro del autogobierno.

Si esto está mal, y yo creo que lo está, y que España no es más democrática sino más risible por aceptarlo, peor aún es el contexto. Gorka Maneiro, el representante de UPyD, se ha opuesto a la visita de Otegi. Los del PP no.

Diga lo que diga el portavoz del PP, Borja Sémper, la presencia de Otegi no es que sea simplemente «innecesaria», sino que es un insulto a los cientos de miles de personas que han consumido o perdido su vida en defensa de España. No hay ningún consenso que legitime algo ilegítimo por naturaleza; porque Otegi no está condenado por sus ideas, ni por sus opiniones, sino por respaldar el terror y conspirar contra la unidad nacional –lo que no es un delito de opinión, ni una opinión debatible, sino simplemente un delito. Sería interesante ver cómo explica algo así Borja Sémper a sus propios afiliados y votantes, dentro y fuera del País Vasco y de Navarra, y sería muy ilustrativo un debate sobre esta cuestión y todas las relacionadas con ella entre el joven Sémper y el aún eurodiputado Jaime Mayor Oreja. No creo que nos regalen algo así, y tendremos que imaginarnos las razones.

Pues la cosa no es un desliz ocasional del actual PP vasco. La misma Ponencia de Autogobierno, a petición del PP, ha solicitado al Gobierno de Mariano Rajoy un informe sobre el coste económico y social que tendría una hipotética independencia del País Vasco. No contentos con esto, los de Sémper van a solicitar un estudio al Ministerio de Trabajo sobre la viabilidad de un sistema propio de pensiones en el País Vasco, para determinar si la independencia sería viable o no.

Esto es, sobre todo, una pésima defensa de unos principios. Álava, Guipúzcoa y Vizcaya no son España porque convenga a su economía o a su sistema de pensiones, ni dejarían de serlo si por egoísmo se encontrasen mejor bajo otra soberanía. La conveniencia económica no es razón para la independencia, ni mucho menos puede serlo para oponerse a ella. A menos que uno acepte de partida que la economía es el valor superior de la convivencia, que vale más que cualquier Patria, que cualquier principio o que cualquier esfuerzo nacional colectivo. Estoy convencido de que hay nacionalistas vascos honrados a los que repugna el argumento económico incluso si pudiesen usarlo a su favor; a mí me asusta ver al Partido Popular usarlo, por lo que implica de renunciar a todo ideal y reducir la Patria a un IPC y unos servicios sociales. Si no es así, que corrijan su error; si es así, que lo reconozcan para que sus afiliados y votantes puedan decidir.

Se ha dicho aquí desde hace años y lo ha dicho Jaime Mayor Oreja en otros foros que la crisis de España no es sólo económica, sino ante todo de principios. En la visita de Otegi y aún más en la pésima y dañina argumentación economicista tenemos la mejor prueba.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 2 de mayo de 2014, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/torpeza-traicion-como-vasco-defiende-unos-principios-135177.html