Por Pascual Tamburri Bariain, 20 de junio de 2014.
En el siglo XX cambió el papel de la mujer en la historia. Eso creemos en el siglo XXI. Una protagonista de ese cambio fue Violet Gibson, la noble demente que intentó asesinar a Mussolini.
Frances Stonor Saunders. La mujer que disparó a Mussolini. Traducción de José Manuel Méndez. Capitán Swing, Madrid, 2014. 440 p.. 21,00 €.
Solemos pensar, con más que autosuficiencia, que nunca como en este siglo XXI la mujer ha vivido libre y bien. Sin embargo ha habido siempre a lo largo de los siglos mujeres dispuestas a vivir en libertad, e incluso a pagar el precio que esa libertad suponía para ellas. Quizá hoy expresemos esas convicciones de un modo más intenso o ardiente, pero la realidad humana es la misma, con sus virtudes, sus defectos y sus contradicciones.
Cómo si no podríamos entender la historia jamás contada de Violet Gibson, la mujer que trató de detener el ascenso del fascismo y cambiar el curso de la historia. Antes del mediodía del 7 de abril de 1926, una mujer de aspecto extranjero salió de entre la multitud en la Plaza del Capitolio de Roma. A menos de un metro ante ella se detenía Benito Mussolini, ya presidente del Gobierno y líder sin alternativa del partido fascista. Al levantar él la mano para hacer el saludo fascista, la mujer levantó la suya y le disparó con un arma corta a quemarropa. Milagrosamente Mussolini escapó con vida por muy poco, la bala apenas le había rozado. Animado por todo el mundo, pudo continuar la marcha entre sus partidarios. Él era un hombre con poder, mientras Violet Gibson había dejado de ser una mujer libre en su fallido intento sangriento de acabar con el Estado totalitario en Italia.
Esta es la asombrosa vida de Violet Gibson contada por Frances Stonor Saunders. Tras su acto terrorista, Gibson fue arrestada, etiquetada como «solterona irlandesa con problemas mentales«, y enviada a un asilo mental inglés donde murió en 1956. Pero había sido una componente de la nobleza angloirlandesa en Dublín, tenía una formación de élite y sólo gracias a ella llegó su compromiso con las ideas fundamentales de la época, como el pacifismo, el misticismo o el socialismo. Todo lo contrario de una mujer sumisa, o incluso de una mujer tradicional.
La idea más notable de Frances Stonor Saunders respecto a Violet Gibson se centra en su papel en el desarrollo del fascismo y el culto a Mussolini. Lejos de ocultar el intento de atentado al Duce, la propaganda fascista manejó a la perfección los tiempos y los elementos hasta convertir el atentado Gibson (uno de la larga serie que afectó a Mussolini) en una señal de la enemiga internacionalista contra el fascismo y de la alianza entre marxistas, élites tradicionales y enemigos exteriores de Italia.
En una peligrosa y novedosa época en la que todo parecía posible, Violet Gibson no fue la primera ni la única de su género. Se acaba de publicar una biografía de su coetánea Rosita Forbes, nacida en 1893, fue una de las grandes aventureras del pasado siglo XX (no aventurera de un solo acto como Gibson, sino de todo un recorrido). Forbes tuvo contactos con personalidades relevantes de su época como D´Annunzio, Mussolini, Clemenceau, Lawrence de Arabia y el rey Faisal o Haile Selassie, entre muchos otros, y de varios de ellos fue a la vez cómplice en lo político y amante sin reparos; en su recorrido por el mundo en los años 20 y 30 del siglo XX contó cómo ya entonces había mujeres con un rol protagonista.
Dicho de otro modo, Violet Gibson no fue una excepción por querer un papel protagonista en la historia… si acaso lo fue por quererlo contra el fascismo en un momento en el que la mayoría de las mujeres de Europa y América estaban enamoradas de Mussolini y no intentando matarlo. Desde luego 1926 no era 2014, en las formas y los modos, pero la naturaleza humana no ha cambiado tanto, por mucho que nos empeñemos.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 20 de junio de 2014, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/aristocrata-loca-derecho-matar-modelo-mujer-136096.htm