Autodeterminación y salida de Europa, Cataluña precedente De Gaulle

Por Pascual Tamburri, 10 de octubre de 2014.

Parte del territorio de Francia se independizó, y dejó Europa. Parte del territorio de Ucrania camina hacia Rusia, y nunca será sumiso a la UE. Todo puede suceder, también en Cataluña.

En plena polémica suscitada por el nacionalismo catalán, muchos de nuestros políticos insisten en oponer al proyecto de referéndum y secesión dos argumentos equivocados y en muchos sentidos malignos y contraproducentes. Uno, que la independencia es «ilegal» o «inconstitucional». Otro, igualmente pintoresco si se ve en la distancia, que la independencia «dejaría a Cataluña fuera de Europa» .

Recordamos aquí ya hace un tiempo que José Manuel García-Margallo había dicho que una eventual secesión de Cataluña «no es posible» constitucionalmente. Pero el ministro debe saber que «las leyes, y mucho más los tratados internacionales, se pueden cambiar». Aun si hoy no es posible, bastará que alguien acuerde un cambio constitucional y lo imposible pasaría a ser posible. Obviamente no hay mayoría entre los españoles para esa operación de suicidio, pero puede alcanzarse por simple hastío. Así que usar leyes y constituciones como argumento supremo demuestra o no conocer la realidad o conocerla demasiado bien y querer mantener tranquila a la población.

En cuanto a la Unión Europea, seamos también sinceros, incluso si es verdad que la UE no prevé la secesión sin salida de la UE (ni tampoco con salida, dicha sea la verdad), ¿estamos seguros de que una pequeña Cataluña separada tendría verdadero interés en pertenecer a la UE? ¿Y por qué damos por supuesto que nuestros políticos, tan comprensivos y dialogantes, no serían los primeros en invitarles a quedarse en Bruselas?

Además, «no sería la primera vez que una región de un Estado miembro se separa de dicho Estado. En el único caso jurídicamente claro habido hasta ahora, dicha región dejó de pertenecer a las instituciones europeas, pero porque entonces tanto los separatistas como el Jefe del Estado matriz estaban de acuerdo en no querer esa adhesión». Civiles y militares franceses devolvieron a Charles De Gaulle al poder tras el golpe de Estado del 13 de mayo de 1958, cuando se sublevaron para… impedir la independencia argelina. «Entre 1952 y 1956 Francia formó parte del primer grupo de países de la CECA, el EURATOM y la CEE, hoy UE. Algunos de aquellos socios tenían aún imperios coloniales… Desde el principio quedó claro que los socios habían de ser los Estados con sus territorios metropolitanos, no las colonias. Por eso, por ejemplo, Gibraltar no pertenece a la UE y nunca ha pertenecido; pero por eso mismo Francia, considerando colonias sus territorios africanos, americanos, australes y muy agónicamente asiáticos, dejó claro que los Departamentos de la Argelia mediterránea eran metropolitanos, eran parte constitutiva de Francia y lo habían demostrado ampliamente en dos recientes Guerras Mundiales. Eran, por tanto, europeos» .

De Gaulle fue una gran estafa: llegó al poder prometiendo una cosa e hizo la contraria, con total desprecio para las decenas de miles de muertos habidos. Retomó el poder con su famoso discurso del «Je vous ai compris» en Argel, pero ya en Brazzaville había dicho que tenía una visión eurocéntrica y para él sólo eran franceses los blancos cristianos de la Francia europea. Cuando en 1962 culminó su engaño, esos departamentos dejaron de ser franceses, y dejaron de ser europeos. Era la idea de De Gaulle: hay un derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, proclamado y defendido por él, pero sólo a su gusto, de modo que la independencia dada a los argelinos a costa de la muerte o expulsión de millones de otros franceses de allí el general nunca la reconocí a Bretaña, a Córcega, a Niza o a Alsacia. Qué curioso. Así que sí se puede salir de la UE; pero también se puede mentir, engañar y cambiar las leyes a capricho, tal es la lección de la historia.

De secesiones saben mucho en Lugansk y Donetsk. Como antes en Crimea, y quizá después en más lugares del sur, Ucrania, se consideran independientes y de lengua y cultura rusas, en cierto modo una «nueva Rusia» independiente». ¿Y nos escandalizamos? Pero veamos: si parte de Ucrania no quiere formar parte de una Ucrania monocultural y desde luego no quiere ingresar en la UE, ¿quién les impedirá autodeterminarse? ¿O es que la autodeterminación vale para independizar la Ucrania definida por Kruchev pero no vale ya dentro de ella?

Al ver cómo se comportó con su propio país un gran demócrata como De Gaulle uno no puede evitar el miedo de que sus admiradores de hoy actúen como él y fuercen independencias o las prohíban a su gusto y comodidad, sin mostrar un criterio coherente. En España, desde luego, lo único que hemos tenido constantemente son desafíos sin respuesta por un lado y halagos empalagosos por el otro. Veremos en noviembre.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 10 de octubre de 2014, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/autodeterminacion-salida-europa-cataluna-precedente-gaulle-137924.html