Maquiavelo y sus imitadores en la España de 2014

Por Pascual Tamburri, 17 de octubre de 2014.

UPN se resquebraja, el PP se eclipsó. El PSOE busca su lideresa y los herederos de Batasuna presentan su rostro de siempre. La política navarra de 2015 es digna de Maquiavelo.

Machiavelli fue un juego de estrategia basado en la Italia del Renacimiento, entre los años 1454 y 1529. Nos recordaba hace unos días el doctor Daniel Fuente Tirapu, en los primeros 90 sutil embajador florentino o napolitano según las semanas, la cantidad de tardes y de horas que Avalon Hill nos proporcionó con aquel juego. Ejércitos, flotas y guarniciones; negociación, traición, mentira y engaño; hambre, soborno, rebelión y asesinato: todos los elementos no sólo de la política de Nicolás Maquiavelo, sino de la política de todos los tiempos. Y a medida que se acercan las elecciones provinciales de 2015 y se complican las posturas, la política navarra me recuerda cada vez más a aquel juego, con sus virtudes y sus defectos, hasta el punto de que me pregunto si alguno de los protagonistas de hoy no estaría jugando con nosotros hace veinticinco años con nombre supuesto. Por ejemplo, para empezar, Miguel Sanz.

El expresidente Miguel Sanz, exconsejeros del Gobierno y regionalistas críticos con la presidenta Yolanda Barcina han creado una «corriente interna de opinión» en Unión del Pueblo Navarro, y se reunieron hace unos días en el hotel Muga de Beloso. Hotel que por cierto es gestionado por un viejo socio y amigo de Antonio Catalán, siempre interesado en política a través de Sanz y siempre interesado en una Navarra con más PSOE, menos PP… y mejores negocios (depende para quien). Su problema es sencillo: ¿apoyar a Barcina o no? ¿Y qué hacer si Barcina vence pero no del todo? Una cuestión ideológica… pero ante todo práctica, para muchos de los que estaban allí, y también para otros que no estaban pero sí estuvieron en su tiempo, sea en UPN sea en la difunta CAN.

En una reunión numerosa y poderosa, las ideas las puso Miguel Sanz, y el portavoz en adelante será, a modo de corriente, Faustino León. Estuvieron lógicamente los exconsejeros Álvaro Miranda, Amelia Salanueva, Francisco Iribarren, Begoña Sanzberro, estuvo lógicamente Pedro Pegenaute y con él desde Alfredo Jaime a Amaya Otamendi, de Ramón Casado a Eradio Ezpeleta, de Esteban Garijo a Conchi Mateo. Muchos de ellos con cargos aún hoy tanto en el partido como en el Gobierno. Quizá menos lógicamente, en cuanto a las ideas, estuvo el doctor Juan Ramón Corpas. Y faltaba, con su lógica para faltar pero no tan evidente, Alberto Catalán. ¿Se trata de una corriente «ideológica»? Formalmente sí: se pide, «en defensa del Fuero», que se plante cara a Rajoy sin concesiones en el asunto del IVA de Volkswagen y en todos los demás, y que se pacte con el PSOE «en defensa del fuero» frente a debilidad que le reprochan a Barcina y su equipo.

Claro que eso es tanto como dar por supuestas unas cuantas cosas al menos dudosas. ¿Los sucesivos gobiernos navarros, con Miranda e Iribarren de consejeros, actuaron bien con el IVA, están seguros de que ese dinero les correspondía? Si estuviesen seguros estarían dispuestos a acudir a los tribunales. ¿Tendrá fuerza suficiente el PSOE como para crear junto a UPN un Gobierno sólido tras mayo? ¿Y querrá? ¿Habrá PP en el parlamento navarro, ni siquiera en operaciones micromatemáticas?

El PSOE está en sus primarias. Primarias abiertas que probablemente gane María Chivite pero con la exparlamentaria foral Amanda Acedo de alternativa. ¿Alguien sabe si pudiendo elegir entre gobernar con la extrema izquierda (Podemos, IU) y los abertzales (Geroa Bai, Bildu) y gobernar con UPN van a elegir a UPN? ¿Y a qué precio? ¿Y si no pueden, como parece ser según las encuestas, de qué sirve adularles salvo que sea en peleas internas?

Por supuesto, la fuerza más sólida de cara a mayo es… la de siempre, los herederos de Herri Batasuna con Adolfo Araiz de candidato a las elecciones forales. Dice él que «es el momento del cambio sin exclusiones». Traducido a lenguaje común quiere decir que van a tener un buen resultado pero no magnífico y no suficiente para gobernar sin el apoyo de podemos + IU + Geroa Bai y probablemente el PSOE. ¿Con qué programa? ¿Un pentapartido? ¿El PSOE puede permitirse sin suicidarse esa alianza y una política de acercamiento a Euskadi? ¿O pueden los de Araiz renunciar a partes esenciales de su programa sin tener motines internos?

Araiz tiene su experiencia en la Mesa Nacional de Herri Batasuna y en la cárcel, y al ser a la vez de Tafalla puede mantener un cierto equilibrio entre las distintas fuerzas de su movimiento. Dentro de él, EA y Aralar tienen un peso real equivalente a cero, salvo el que los batasunos quieran dejarles y el que tengan rostros conocidos como Maiorga Ramírez o Patxi Zabaleta. No es una posición fácil la suya en este momento de la partida, pero… ¿cuál lo es? Ninguna parece serlo, pues se anuncia un contexto nacional complicado con un Parlamento navarro dividido y subdividido, con casi todas las alianzas lastradas, pero no imposibles del todo, y con el único mecanismo que dio solidez en los 80 a todo esto (la investidura automática del Gobierno) derogada precisamente por… Miguel Sanz. Navarra es el escenario de una partida de un Machiavelli algo menos divertido que el original, sobre todo porque esto no es la Italia del Renacimiento, sino una parte de España que queremos que lo siga siendo. Quizá la manera de sufrir menos con estos vaivenes conspiratorios sea contarlos como si fuesen un juego. Y es que algunos son como niños.

Pascual Tamburri

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 17 de octubre de 2014, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/maquiavelo-imitadores-espana-2014-138051.html