La rebelión conservadora de la clase inconsciente

Por Pascual Tamburri Bariain, 14 de noviembre de 2014.

Ni proletarios ni capitalistas: en el siglo XX venció la clase media. Hasta que la crisis del siglo XXI nos devolvió a las pesadillas del XIX, y los dejó sin conciencia de sí mismos.

Esteban Hernández, El fin de la clase media. Clave intelectual, Madrid, 2014. 392 p.. 19,00 €.


José Luis San Miguel de Pablos, La rebelión de la consciencia. Kairós, Barcelona, 2014. 192 p.. 14,00 €.

La nueva editorial Clave Intelectual ha querido nacer entrando de lleno en una de las grandes cuestiones que hacen importante esta crisis. Esteban Hernández, en El fin de la clase media, se atreve a poner el cascabel al gato y explicar por qué esta crisis no es sólo económica, y más aún, no es principalmente económica. Estamos asistiendo a un cambio de modelo más social que político o económico, a un cambio decisivo de consecuencias insospechadas. Y es que las clases medias del mundo occidental están sufriendo una presión casi sin precedentes.

Contaba Fernando García de Cortázar este 9 de noviembre en ABC («Ángel Pestaña y el sindicalismo moderno») cómo el líder sindicalista en sus últimos meses de vida y durante la guerra civil llamó a «la lucha contra la influencia del comunismo» y habló en cambio de «la necesidad de proteger a las clases medias, en cuyo maltrato veía una de las causas del ascenso del fascismo». Sea cual sea la valoración histórica que se haga, lo cierto es esto: de la división liberal decimonónica en clases no se fue a la lucha total prevista por Marx y deseada por Lenin, y tampoco a la acumulación plutocrática impune, sino que nació inesperada su propia solución. Y ésta fueron las clases medias. Cuando las clases medias crecen, manda, se instalan, deciden y se sienten bien se alejan los extremos tanto capitalista como comunista; cuando las clases medias son maltratadas por unos, por otros o por los dos se avecinan tiempos duros.

Nuestra clase media, seguramente no sólo en España pero desde luego acusadamente en nuestro país, se siente mal. Tiene miedo. Se siente inerme frente a todo tipo de amenazas y no cree ya como antes en el futuro. Esteban Hernández explica cómo y por qué en un ensayo poco habitual aquí. La clase media creía que el futuro sería mejor, que habría posibilidades de seguridad y de prosperidad para sus hijos, quizás no certezas pero sí opciones. Ahora la clase media española piensa que la han explotado y a la vez la han engañada. Y en parte no sabe qué hacer y en otra parte parece dispuesta a servir de pedestal a los falsos enemigos y en realidad aliados de los culpables y beneficiarios de la crisis.

Nuestra clase media se siente morir. La duda es si morirá sin verdadera resistencia o si surgirá una llamarada de lucha contra unos y otros. La clase media es vista como un enemigo natural de todo «progreso» por las izquierdas culturales y políticas. A la vez, el capitalismo contemporáneo las puede ver como un obstáculo para su total libertad –económica, cultural, moral, social, política-, ya que son por naturaleza conservadoras, familiares, enemigas de grandes mutaciones, amigas de sus pequeños espacios y enemigas de los grandes negocios y globalizaciones.

Durante más de un siglo, el capitalismo se ha beneficiado (casi) siempre del vigor de la clase media. Hoy hay un capitalismo que se regocija viendo la agonía del Estado nacional y de la clase media a los que ha chuleado hasta ahora. Esteban Hernández plantea todas las preguntas del caso, que nos afectan a todos nosotros: qué quedará de nuestro mundo si la clase media perece en Occidente. Y viceversa, qué sucederá si al menos en algunos países, como parece, la clase media se resiste al doble engaño que la ha llevado al borden del abismo. Porque si una cosa sabemos es esto: que la clase media, cuando saca músculo conservador frente a la voluntad revolucionaria de capitalistas y de socialistas, puede ser muy peligrosa, en todos los sentidos y dando grandes sorpresas. ¿Qué va a pasar si la clase media, en vez de bajar los brazos, toma consciencia de sí misma?

Desde la nueva esclavitud a una nueva consciencia

La pregunta pasa de lo económico a lo social, de lo social a lo cultural y de ahí a lo puramente moral. Vivimos en un mundo cambiante que es difícil de entender para los mayores y resulta poco atractivo para los que no han conocido ni teóricamente otra opción. En La rebelión de la consciencia, José Luis San Miguel de Pablos (Kairós) plantea que «la humanidad se encuentra en una encrucijada que va mucho más allá de lo económico o lo político». San Miguel apunta a la visión del mundo materialista –toda ella, es decir tanto la comunista como la capitalista- como raíz de la actual crisis social y de valores. Y más que explicar por qué ayuda a que el lector reflexione desde su propia experiencia sobre esa mutación traumática en curso.

Los humanos y su vida en sociedad no responden bien, a la larga, a su gestión desde el materialismo racionalista de cualquier tipo. Tras las ilusiones previas y quizá tras unos tiempos de crecimiento material, lo evidente es que las comunidades humanas no son sólo simples cuentas de resultados, y que tratarlos como tales genera un malestar agónico. Millones de mujeres y de hombres se encuentran hoy fuera de lugar y lo que es peor, sin lugar de referencia en un mundo que ni entienden ni les entiende. Además de la respuesta social real que pueda darse, cada afectado tiene ahora la ocasión de tomar nueva consciencia de sí y del mundo. Lo que puede resultar sorprendentemente revolucionario.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 14 de noviembre de 2014, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/rebelion-conservadora-clase-inconsciente-138619.htm