El 2015 de la Marmota, porque siempre regresamos al futuro

Por Pascual Tamburri, 2 de febrero de 2015.

Dudamos si la historia se repite. O si puede cambiarse el futuro. O si puede viajarse al pasado. Son muchos los intentos ya de prever este 2015… sin demasiado éxito.

El 2 de febrero era, en la España que tenía una identidad definida, el día de la Candelaria, y aún en muchos lugares se celebran esta semana la Presentación, y san Blas, y santa Águeda, a menudo por personas que ni conocen ni entienden el sentido de todo aquello. Pero en la España orgullosamente moderna de 2015 estamos decididamente en la semana del Día de la Marmota, puede que a punto incluso de importar la tradición del Phil de Punxsutawney (Penn.). Así nos va, si perdemos el rumbo y el sentido de las cosas: sospecho que falta poco para que algún alcalde o director de Instituto progre nos alegren con un Groundhog Day.

La película de Bill Murray en 1993 fue decididamente divertida pero tuvo mucho más contenido del que entonces se admitió en general: la gran pregunta era y es por el sentido del tiempo, la velocidad a la que pasa y para qué estamos sobre la faz de la Tierra. Casi nada. Si tiene usted pareja, comparta esta reflexión con ella, o él, y verá que le ayudará a conocerse más hondament.

¿Otro 2015 fue posible? Si el hombre es libre, sí. Cuando en 1989 Michael J. Fox viajó al futuro en su DeLorean en ´Regreso al Futuro 2´ se encontró consigo mismo 25 años después y en medio de un siglo XXI que Robert Zemeckis tuvo que imaginar desde lo que se sabía en unos años 80 con la URSS aún viva.

Nuestro amigo Marty McFly y Doc en 2015 no vieron ni móviles, ni redes en general, ni nada equivalente a internet. ¿Se acuerdan ustedes de que todo eso no existía en nuestras vidas de 1989? Pudo surgir, o no, y por eso mismo se pudo prever, o no. En cambio sí se toparon con algo muy parecido a las televisiones planas de plasma, y a la posibilidad de tener videoconferencias muy al modo de Skype. Existe la realidad virtual y las 3 dimensiones imaginadas por Zemeckis, pero en cambio nos falta esa energía nuclear universal que imaginaba, la idea de llevar dos corbatas en un solo cuello y tantas otras cosas.

Regreso al futuro, por un lado, y Atrapado en el tiempo, por otro, marcan aún hoy el camino de una reflexión que no caduca: así como el pasado no es reversible, ¿el presente pudo ser de otro modo? Y ¿el futuro está determinado por lo que hacemos hoy, y nuestra libertad de hoy define la que tendremos o no? La verdad es que los humanos tendemos a cambiar en lo accesorio y a repetirnos una y otra vez en lo esencial, sea acertado o erróneo. Seguramente este 2015 se parece en muchas menos cosas al 2015 de McFly que al 1914 que recordamos en la historia. ¡Y qué decir del agrado con el que vivimos unas u otras experiencias! Quién no recuerda lo eterna que puede ser una carrera si estudiamos una que no nos agrada, y lo fugaces que pueden ser en cambio los años junto a la persona amada.

Lo llamamos libertad, y sin ella sólo hay utilidad, materialismo y determinismo. Como decía alguien, «vuestro futuro no está escrito, vuestro futuro es el que vosotros mismos hagáis«. Sea.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 2 de febrero de 2015, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/2015-marmota-porque-siempre-regresamos-futuro-140049.html