Cuando la narrativa viene de Oriente o se inspira en la Gran Asia

Por Pascual Tamburri Bariain, 15 de mayo de 2015.

El Gran Este es mal conocido, pero muy deseado en el Occidente decadente. Marco Polo, Gengis Jan, el Bushido, Buda o la Gran Muralla son mitos cada vez más poderosos.

César Vidal, El viento de los dioses. Prólogo del autor. Quaterni, San Fernando de Henares, 2014. 248 p.. 18,50 €.


Fernando Cid Lucas (coord.), La narrativa japonesa: del «Genji monogatari» al manga. Agradecimientos del coordinador. Cátedra – Anaya, Madrid, 2014. 328 p.. 15,00 €.

El nunca del todo olvidado César Vidal (y que no se dude en los medios españoles de su regreso; de la literatura nunca se ha ido) nos lleva en El viento de los dioses a una época y un lugar que muchos de las generaciones anteriores a la ahora emergente recordamos. Y aprovecha una cultura común, o común durante unos siglos hasta éste. Para describirnos a su modo y en una novela de aventuras todo un espacio y un tiempo.

Claro, el siglo XIII y Asia, así vendidos, significan poco; pero recordando las andanzas de Marco Polo muchos tenemos presente al emperador Kubilai y también su proyecto fallido de desembarcar a Japón y hacer aún más absoluto el dominio mongol en Asia. Los mongoles conquistaron todo desde Hungría a Kamchatka, cambiaron el rumbo de las cosas, pudieron en un momento dado incluso conquistar Europa o incluso más fácilmente acabar con el mundo musulmán. Lo hicieron desde su paganismo nómada y sirviéndose a menudo de cristianos asiáticos pero también de musulmanes. Y en ese entorno, y en el de la resistencia de Japón a ser sumiso, César Vidal nos coloca de nuevo gracias a Quaterni.

La novela tiene un interés doble: es una bonita historia de aventuras en un mundo exótico que Vidal hace accesible y comprensible para el lector de hoy. Nada fácil, por cierto. Y a la vez describe todo un tiempo y un espacio que si no son lo más lejano de los nuestros poco les falta para serlo, en todos los sentidos. Hacer atractivo en la literatura el entorno de un erudito chino y un joven samurái, sin traicionar su realidad, es complicado. Además, y sin grandes disimulos, César Vidal se permite y nos regala unos cuantos pensamientos y reflexiones suyos sobre el mundo y los hombres que van bastante más allá de la novela y del Mar del Japón. Quizá también ahí, y no sólo en el destino de aquella flota, estén los dioses.

Una novela policíaca «amarilla»… y cien más

Mucho antes, Robert van Gulik también combinó un género moderno como es la novela policiaca con su ambientación en Oriente y su uso paralélelo para hacer al lector occidental entender el Oriente eterno. Así lo hizo en El asesinato del magistrado, dentro de Los casos del juez Di, que nos lleva a China. Amante de Asia, y de Japón en especial, el embajador van Gulik tendió a su modo, y con lazos más directos con la literatura china tradicional que Vidal, un puente que los occidentales modernos pudiésemos atravesar.

Robert van Gulik, El asesinato del magistrado. Los casos del juez Di. Traducción de Juan Jiménez Ruiz de Salazar. Quaterni, San Fernando de Henares, 2014. 304 p.. 19,50 €.

Quaterni también en este caso permite que sin esfuerzo y sin estudio, más bien con diversión y una sonrisa, una investigación policiaca enrevesada sirva para presentarnos todo un mundo que no era el nuestro pero que inevitablemente sí lo es ya en el siglo XXI. ¿Exótico, complicado, lejano? Sólo en parte. Van Gulik dejó muy claro su conocimiento de aquello y a la vez su capacidad de atraer nuestra atención y de atraernos hacia lo que él amaba.

Un mundo viejo, eterno y nuevo de literatura en descubrimiento

Fernando Cid Lucas ha coordinado para Cátedra algo bien distinto y desde luego accesible a muchos menos. Él es un experto en cultura japonesa y reúne a otros eruditos en la literatura nipona, con la meta de abrirla al lector español. Esto es mucho más que una historia de la literatura narrativa japonesa, pues es un múltiple análisis de la literatura, la historia, la filosofía y la religión del mismo Japón, desde el inicio hasta hoy. Es decir «La narrativa japonesa: del «Genji monogatari» al manga» .

No es simplemente un ejercicio erudito de filólogos y para filólogos, sino un libro bien montado hecho por expertos para el público interesado. Eso sí, el lector ha de estar interesado para abrir el libro; éste lo atrapará probablemente después. ¿Japón es diferente? Sin duda, y no lo oculta. Pero su diferencia ha ido cambiando ella misma con los siglos, y lo sigue haciendo. Poco tiene que ver la literatura medieval con Yukio Mishima, o éste con el manga, o el manga con el mundo de los juegos y de esa ficción novedosa que atrapa a toda la generación adolescente de hoy o amenaza con hacerlo. O quizás sí tienen que ver, en cuanto son un mundo con su propia vida y continuidad, aquí bien contado y explicado.

Y que nadie crea que es sencillo explicar a un occidental del siglo XXI que el mundo no es uno, que las culturas son muchas y que hubo un tiempo y puede haber otros en en los que sus lazos fueron nulos o tenues. Hay mucho por descubrir, en el pasado de los demás, y en el nuestro propio. También para eso Japón sirve, y conocer su literatura y su vida también.

Pascual Tamburri Bariain

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de mayo de 2015, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/cuando-narrativa-viene-oriente-inspira-gran-142064.htm