Por Pascual Tamburri, 15 de mayo de 2015.
El sexo de los ángeles es un tema más actual y estimulante que la cháchara rutinaria sobre los ‘fueros’ de Navarra. No saben de qué hablan. Aburren a todos.
Gracias a Alberto Rivera, a uno lo que le apetece ahora es entrar en el debate sobre la prostitución. Un asunto interesante que obliga a todos a retratarse. ¿Uno es liberal prohibiendo a la vez el ejercicio libre de una actividad empresarial? Prostíbulos y proxenetas han existido durante milenios, ¿uno es más cristiano cerrando algo que la Iglesia toleró y hasta poseyó durante siglos? ¿Qué republicano antifranquista puede estar contra algo que el Gobierno de Franco mandó cerrar? Un bonito y largo debate, rico en matices, que requiere conocer la historia del asunto y que hará quedar en el ridículo a quien se meta en él sin conocer datos y detalles y sólo vociferando consignas.
Pero para debates así, eternos, múltiples e insolubles, en Navarra ya tenemos los fueros. O los que algunos llaman Fueros, en fin. Inevitables en todas nuestras campañas. Con la principal virtud de ayudarnos a descubrir las cualidades de nuestros candidatos. Cualidades intelectuales y académicas (vemos qué saben, qué no saben, qué creen saber, qué no les es dado comprender) y cualidades mediáticas (cómo extienden su pobre dosis de mantequilla en la rica tostada de pan… foral).
Los más forales de todos, si uno les cree, son los pobrecitos de Libertad Navarra-Libertate Nafarra, una etiqueta abertzale «B» que se ha creído la versión más romántico-folklórica de las cosas, o dice haberla creído, y habla de gamazadas y de ser «auténticos patriotas navarros». O sea, un camino alternativo hacia más ikurriñas, independentzias, modelos D y conquistas. Bueno, ¡y cuando hablan de bajas Navarras y de Javier Mina! Lo gracioso es que, siendo quienes son, usan los tópicos más manidos de sus supuestos mayores enemigos. Pueden hacerse mucho daño. Si son sinceros, piden la vuelta al Antiguo Régimen a la carlista. Si no son sinceros, tratan de vender el producto sabiniano de siempre en un envoltorio localista.
¿Es el punto de llegada, el Amejoramiento vigente, un punto y final? No, porque la historia es vida y la vida sigue. Pero no conviene descartar la realidad cuando no nos gusta; y esto lo hace el nacionalismo, enemigo de toda fórmula democrática cuando esperaba que Navarra le fuese entregada desde lo alto y plañidera desde entonces de una «transición incompleta a la democracia». Navarra tiene una lógica propia, premoderna por más que algunos traten de encajarla en el aparato conceptual de la modernidad o de la postmodernidad. Y el Fuero nunca se ha sometido a consideración democrática, porque es predemocrático y su existencia depende de eso. Por esa razón es lógico que el Gobierno de Navarra pida hoy que se suprima la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución, que llevó al fundador de UPN a pedir el «no» a la Constitución.
Ah, UPN. La campaña de Javier Esparza es en más del 50% foral, foralera, foralosa. Fueros contra la amenaza abertzale, ¿en nombre de una autodeterminación navarra? Fueros contra los malvados jacobinos centralistas y liberales, manifiestos en Ciudadanos y UPyD y encubiertos en el PP, ¿y los llamaremos si hay una amenaza como la de 2007 y tenemos que hacer una manifestación nacional como entonces? Y si hay una reforma constitucional ¿pediremos votar en contra como hizo en 1978 nuestro guía y fundador don Jesús Aizpún? Lo que no se puede es estar a la vez en el ¡Navarra despierta! y en el limbo… foral.
Mi pobre PP, que prometió la derogación de la Transitoria (pese a sus entonces autores y valedores, equivocados entonces y ahora mal que les pese), ha tenido una legislatura de mayoría absoluta y no ha intentado nada. Porque Barcina tiene la excusa de estar en minoría, pero Mariano Rajoy no. Y no se hace lo que no se quiere hacer, queridos. Pero no, centralistas no son. Aunque seguramente les iría mejor en las urnas siéndolo.
En 1977, pese al vocerío mediático, los navarros estuvieron con la Diputación que pedía un «no rotundo al intento de que otros dispongan de su propio destino». Alianza Foral navarra fue la fuera más sincera al respecto. Hoy las cosas son iguales, con sólo un 20% dispuesto a ser Euskadi. Pero no hay AFN. O quizás sí. Incluso puede ser que los más realmente fueristas sean los que no los son de boca sino con los hechos, porque el Fuero es una cierta identidad que muchos de los que más nos aburren con estas cosas (de las que nada saben) niegan cada día.
Y qué gran día será uno en el que consigamos hablar de Fueros sólo sabiendo de qué hablamos, y sin bobadas manidas de estos últimos siglos. Están apolillados. Aburren, mucho más que las ocurrencias de lupanar de Rivera desde luego.
Pascual Tamburri
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de mayo de 2015, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/vamonos-fueros-elecciones-otro-esta-prohibido-142075.html