Chupinazo de rencor y sorpresa sanferminera

Por Pascual Tamburri, 6 de julio de 2015.

La fiesta más universal del Norte de España es rehén de los radicales. Los abertzales mandan aunque no ganaron, y hacen de Pamplona lo que nunca ha sido, nacionalista ni comunista.

Pamplona a 40º de ambiente, ciudad de gente hasta los topes, y para calentarlo todo más un alcalde en minoría que decide politizar brutalmente las fiestas españolas más conocidas en el mundo. San Fermín, patrono de Pamplona (para los católicos). San Fermín, motivo de fiesta y de encuentros (en el pasado). San Fermín, motivo de política (más que nunca, desde este 2015) .

Joseba Asirón, de Bildu-Batasuna, alcalde de Pamplona, ha politizado sin piedad el inicio de las fiestas. El acto inicial, el lanzamiento del cohete a las 12.00 del día 6 o chupinazo, ha sido saturado de símbolos y de propaganda abertzale. En parte ilegal, en todo caso ilegítima siendo símbolos e ideas que menos de un cuarto de los pamploneses habrían votado y que dividen a la ciudad y causan rencor, tensión y violencia.

Ante todo, el alcalde de la sigla de Arnaldo Otegi nombró a quienes tenían que lanzar el cohete, y ellos han sido. Por un lado, algo correcto, al Orfeón Pamplonés, representado por Javier Aranegui en su primer siglo y medio. Por otro, dicen ellos, la memoria de la Peña La Veleta. Los de la Veleta son los que en los años 30 del siglo XX inventaron la ahora típica indumentaria blanca y roja de fiestas, y dice Asirón que sufrieron una terrible represión en la guerra de 1936 y desaparecieron. Así que el cohete lo ha tirado, en «memoria antifranquista», Chantal Estrada, nieta de uno de los miembros de la vieja peña.

Qué pena que en esto hayamos visto el fracaso de Asirón como historiador y su ignorancia como alcalde, porque la peña sigue existiendo (se llama ahora la Saeta), sólo que no es una de las 16 peñas desde siempre controladas por Herri Batasuna a través de la Federación de Peñas. Un error, un fracaso y un retrato del personaje.

Y el retrato definitivo lo hemos tenido en la fachada del Ayuntamiento. Sólo los símbolos oficiales de Navarra pueden colocarse en un Ayuntamiento navarro, con la ley en la mano; pero Joseba Asiron, alcalde de «Iruñea», ha puesto junto a las banderas oficiales y como si fuera una de ellas, la ikurriña, bandera de otra Comunidad autónoma, nacida como bandera del PNV y símbolo en Navarra de la voluntad de anexionar la Comunidad Foral a su amado Euskadi.

En su crítica otros años desde la oposición a UPN los batasunos estos decían que el chupinazo «debería ser una explosión de alegría, júbilo e ilusión». Tenemos en cambio imposición, mentira y politización en sentido anexionista y abertzale. Asirón y Bildu no tienen escrúpulos, lo mismo van a la procesión religiosa de la tarde del día 6 vestidos de gala (siendo como son contrarios a la Iglesia) que presidirá la corrida de toros del día 7 de julio y el encierro de todos los días (siendo Bildu como es contrario a la tauromaquia). Y el día 8 el alcalde ha dicho que estará en el homenaje político anual que el colectivo Sanfermines 78 Gogoan organiza en recuerdo a Germán Rodríguez, muerto en los sanfermines de 1978 mil veces manipulado (pero aún no ha ido a ningún acto con los miles de víctimas de ETA que viven aquí). Pura política, y en fiestas. Mala cosa.

En 2010 les decía a ustedes que «una semana al año, Pamplona es capital de la fiesta en España, y esto en provincias siempre nos parece importante. Lo de la capitalidad digo, que lo de la fiesta opiniones hay para todos los gustos. Lo que pasa es que las opiniones no son todas igual de respetables. Y no, no me refiero a la dudosa antigüedad de unas u otras tradiciones, cosa que nadie dirá y en todo caso casi nadie escuchará (pero que alguien deberá escribir para futura memoria)». Y que «la politización es en sí misma un mal, vaya en la dirección que vaya, y deberíamos aprender de nuestros mayores, que cuadrillas hubo que tras pasar los sanfermines de 1936 como hermanos se dispersaron en todas las direcciones y combatieron en trincheras distintas y hasta opuestas. Convertir las peñas en vehículo de acción política o de ascenso personal es, en todo caso, un mal par la ciudad y para su fiesta, con pancartas negras, blancas o mediopensionistas«.

Por supuesto que me gustaría ver a Asirón dar un gran reconocimiento sanferminero a Rafael García serrano, Ángel María Pascual y José María Pérez Salazar que los de UPN y el PP nunca se han atrevido a darles. Pero los de Bildu-ETA-Batasuna tienen claras las cosas y no tienen miedos ni complejos. Por eso ganan, y ganarán hasta que tengan delante una respuesta brava y coherente de verdad.

Pascual Tamburri

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 6 de julio de 2015, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/chupinazo-rencor-sorpresa-sanferminera-143084.html