La rebelión tiene futuro. Se construye desde la historia

Por Pascual Tamburri Bariain, 10 de julio de 2015.

Imaginar un futuro diferente es más que una moda. Los mejores libros de hoy describen futuros terribles o maravillosos según usemos en el presente el recuerdo y los medios del pasado.

Eduardo Vaquerizo, Nos mienten. Prólogo del autor. RHM Fantascy, Barcelona, 2015. 352 p.. 14,90 €. Ebook 8,99 € ¿UTOPÍA O PESADILLA?


Carlos Goga, Lovetopía. El nuevo mundo que llevamos en nuestro corazón. Prólogos de Rafa de Ramón y de Ecequiel Barricart. Bubok, Madrid, 2015. 442 p.. 18,95 €. Ebook 6,99 €.

Eduardo Vaquerizo, en la ola social y cultural de rebeldía contra las actuales políticas y contra la crisis, se atreve a una fantasía novelada y aterradora. Es lo que ahora llaman distopía, por ser un futuro imaginado a partir de este presente, pero no un futuro ideal sino uno duro. Más aún que Robert Harris, Vaquerizo nos lleva a un siglo XXI, el de Nos mienten, en el que Fantascy ha dado espacio a una España hipotéticamente surgida de una crisis nunca resuelta.

¿Y si las medidas contra la crisis, en vez de acabar con ésta, terminan con la democracia y la libertad como las entendemos hoy? Frente a una democracia formal, ha triunfado el poder de las grandes multinacionales, de manera que ya no hay Gobiernos sino realmente simples empresas, no Estados. Eso sí, todo con mucha tecnología. ¿Y por qué no? Sólo queda imaginar cómo sería.

Vaquerizo nos lleva al Madrid de dentro de una generación como podría ser, con una sociedad caótica, desigual, injusta y dura, con violencia y sufrimiento de diferentes modos para todos. Loa cuestión es sobrevivir y buscar cada uno su supervivencia y riqueza personal. El capitalismo dibujado como suma de todos los males ha triunfado, pero aún quedan espacios de resistencia. Y ahí está esa novela. Una novela que apunta al mañana para dar, sin disimulo, la opinión de su autor sobre el hoy. Puede gustar leerla aunque esa opinión no se comparta o directamente la considere el lector sin fundamento.

Nos mienten no es sólo una novela. Es a su manera algo que recuerda, pero de otro modo, a 1984 –algo diferente, porque la democracia ha terminado aquí a manos del capitalismo y no del comunismo. Tampoco es como Verónica Roth en su «crítica a la utopía socialista de la República de Platón«, ciertamente, porque Eduardo Vaquerizo precisamente no defiende ni el individualismo ni el materialismo, sino que denuncia las que él considera sus probables consecuencias. Seguramente lo que necesita es volver a leer el Archipiélago Gulag, de Alexander Solzhenitsyn, para ver que la salida de esta crisi del capitalismo malamente puede estar en otro comunismo. Aunque cada vez más españoles escriban, y voten, para que así sea. Habrá que hacerles leer.

Tantos mundos como sueños. Aunque a veces sean pesadillas.

Claro que también hay futuros en todo o en parte maravillosos, como el que nos presenta Carlos Goga en Lovetopía. Imaginemos una España dividida, una conservadora que ha salido de la crisis de principios del XXI ásperamente y por caminos tradicionales y una España mediterránea, independizada, que ha optado por maravillosas soluciones más progres que utópicas.

En Lovetopía un periodista de la España arcaica descubre las maravillas del nuevo Estado progresista, una verdadera propuesta de libertades totales, de igualdad, de nuevas tecnologías, de ecologismo, de superdemocracia, de libertad sexual total, de economía «colaborativa», de comunismo, de democracia real, por supuesto de energías sostenibles, igualdades de género y de todo tipo y pelaje, y por supuesto servicios sociales universales y gratuitos. Una sociedad distinta, que nuestros clásicos llamarían socialista… e idealizada.

¿Este mundo es el que llevamos en nuestro corazón? Parte de los españoles, rebeldes contra la realidad de 2015, sí lo llevan o mejor dicho creen llevarlo. Lo que hay que tener muy claro, y ni Goga ni quienes más lo han alabado no tienen, es que los males del materialismo liberal-capitalista no necesariamente se curan con los bienes del materialismo comunista. Porque no dejamos de hablar de diferentes formas de totalitarismo, sea implícito sea explícito, sea endulzado sea descarnado.

Lo mejor de Lovetopía es que se deja leer con facilidad y con una sonrisa, que a veces es carcajada pura y simple. Y que retrata, en el futuro, los anhelos progres de una arte de la sociedad que ni conoce el pasado, ni quiere ver del presente más que lo que le apetece, ni deja de ceñirse a unas ideologías decimonónicas de las que a veces ignora hasta el nombre. Todo un hermoso retrato que trata de salir de los prejuicios de 2015 y acepta los de hace un siglo. Pero no un retrato del mañana (espero) sino del ayer tan idealizado y arraigado en muchas conciencias del hoy.

Pascual Tamburri Bariain

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 10 de julio de 2015, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/rebelion-tiene-futuro-construye-desde-historia-143177.htm