Empezaba el Paraíso, y llegó un Infierno para Japón y Europa

Por Pascual Tamburri, 4 de septiembre de 2015.

El rearme de Japón coincide con el 70 aniversario de su derrota. Con esto, la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias han terminado. Ahora le toca a Europa.

El 2 de septiembre de 1945, sobre la cubierta del acorazado americano Missouri en la bahía de Tokio, Japón formalizó su rendición incondicional. Tras los ataques nucleares a comienzos de agosto, el Imperio había capitulado el 15 del mismo mes, aceptando todo lo que los aliados –es decir, los Estados Unidos de Harry Truman– tuviesen que imponer. Todo, salvo la vida y la dignidad mínimas del emperador Showa.

Había llegado el Paraíso. Derrotado el Mal, nunca más habría guerras, ni dolor, ni pobreza, ni violencia, ni injusticias, ni maldad; o al menos eso cabía deducir de lo anunciado por los vencedores. Vencedores que eran, en lo esencial, los Estados Unidos de América, con la ayuda ya enteramente subsidiaria del Reino Unido, su Imperio y los países de lo que empezaba a llamarse Commonwealth, con la sangría nacional de una China dividida, con la mención meramente simbólica de Francia y de otros aliados menores, y con la intervención tardía en la guerra del Pacífico del hasta ese verano neutral José Stalin y su Unión Soviética, que obtuvo un jugoso e inmerecido botín territorial y político por voluntad exclusiva de Truman.

Hace 70 años exactos comenzaba pues oficialmente la era de la Paz, del Progreso, de la Libertad, de la Igualdad, de la Riqueza, de la Justicia, del Bien, de la Fraternidad. En septiembre de 1945 se estaba contando al mundo y a los agotados, míseros pero esperanzados europeos que todos sus males habían terminado, y que las armas, incluso las más terribles, habían hecho justicia para siempre derrotando y anulando sin derecho a nada a los culpables de todo.

70 años después podemos ahorrarnos una enumeración de todas las razones por las que aquello era falso mencionando un solo hecho, que causa escándalo según dónde: el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha roto con respaldo de su pueblo y ¡a petición de los propios Estados Unidos! Las limitaciones impuestas en 1945. El Imperio se rearma en tierra aire y mar, sin respetar las cláusulas del Diktat, porque un mundo sin orden, sin paz, sin justicia y sin garantías de nada y para nada exige que un país que quiera seguir existiendo y ser libre sea capaz de defenderse por sí mismo.

Hace 70 años nos dijeron que Alemania –aquella Alemania-, Italia –aquella Italia– y Japón –aquel Japón-, con sus aliados menores, habían sido responsables de todo lo malo hasta entonces sucedido, y que su derrota, castigo y quizás destrucción traería a todos bienes permanentes. Hoy los hechos demuestran definitivamente que no era cierto; que todos eran imperfectos, todos eran culpables, y nada bueno había de venir eterno ni para todos. 70 años después tenemos pruebas, en Japón y no sólo, de que Roosevelt, Churchill, Stalin y luego Atlee y Truman no acumulaban precisamente el monopolio del Bien.

Hace 70 años la mayor potencia territorial del mundo era el Imperio Británico. Hoy no existe, y ha sido sucedido por una acumulación global de dolor, miseria, injusticia, caos social y demográfico amén de integrismo religioso contra Europa.

Hace 70 años Europa era el centro cultural del mundo, y si bien no lo era en economía ni en fuerza militar por efecto de la reciente guerra aún era el modelo de cultura, de arte, de crecimiento. Ya no lo es.

Hace 70 años Estados Unidos unía una potencia económica enorme a una gran fuerza militar y cultural. Hoy ya no está en condiciones de gobernar el mundo en ninguno de esos órdenes, y sobre todo en lo espiritual cede ante aliados más que dudosos.

Hace 70 años hubo vencedores y hubo vencidos. Pero lo que estamos viendo en el Mediterráneo, en nuestras aulas, en nuestros suburbios, la misma inquietud de Shinzo Abe, demuestran que no tenemos nada que celebrar en este aniversario, tampoco Japón, porque no empezaba el Paraíso, sino una acumulación de males mayores, crecientes e imprevisibles, y aun eso sin descontar el efecto de la propaganda.

Pascual Tamburri

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 4 de septiembre de 2015, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/empezaba-paraiso-llego-infierno-para-japon-europa-143911.html