ENTREVISTA de IKUSLE.com a Pascual Tamburri
Pascual Tamburri es doctor en historia medieval y licenciado en ciencias políticos y derecho. Navarro de pura cepa, que asegura “amar las tierras y las montañas vivas de España”, compatibiliza su labor de profesor con la de analista política en diferentes medios como EsDiario y La Tribuna del País Vasco. Con él, analizaremos la actualidad política de Navarra sin pelos las lengua. No me cabe duda de que sus respuestas no dejarán indiferente a nadie.
Ikusle: ¿Qué valoración haces de este primer año con Uxue Barkos al frente del Gobierno de Navarra?
Pascual Tamburri: Ella sabrá. Francamente tiene su gracia que el PNV, llamado aquí Geroa bai, volviendo a su tradicional 5%-3% de votantes, haya conseguido gobernar una provincia uniendo a cuatro partidos derrotados. Es el resultado de todas sus concesiones a una extrema izquierda de IU y Podemos con la que nada tiene que ver el mundo jeltzale conservador, prudente y clerical de toda la vida, y a un mundo batasuno de EH Bildu con el que sólo tiene en común el nacionalismo. Lo único que han hecho, en realidad, es dar pasos, reales o simbólicos, en los campos que son desde siempre su fijación: símbolos, educación, eusquera, banderas, excusas para enfrentarse al Gobierno nacional, antifranquismo póstumo, siempre sin recordar Santoña o la historia del propio PNV navarro. Por ahora el balance es crispación sin que los navarros vivan mejor o paguen menos impuestos, y con concesiones, por ejemplo en materia de inmigración, que en realidad a los del PNV no les hacen ninguna gracia. Políticamente, figuran al frente de la Diputación foral, pero de hecho no deciden más que en cosas marginales y para el futuro sólo benefician a sus adversarios: los de dentro del Gobierno… y los de fuera. Veremos.
¿Estaba mejor Navarra con UPN al frente del ejecutivo?
Lamento decir que sí, y lo hago estando muy en desacuerdo con muchas cosas hechas, o no hechas, antes de 2015. Si algo caerá sobre las conciencias de Barkos y su equipo es hacer buenas las peores cosas del centro regionalista acomplejado y de sus socios, y fomentar su regreso al poder sin cambiar todo lo que deberían cambiar y sin aprender todo lo que deberían aprender.
¿Cuáles son los motivos que hacen perder a UPN el Gobierno de Navarra?
La unión, teóricamente imposible, de todos los partidos contrarios al régimen foral y constitucional con representación política y derrotados en las urnas. Ver juntos a peneuvistas, batasunos, comunistas y ultraizquierdistas varios es llamativo. UPN cavó su propia tumba, pues no ha cumplido lo que lleva en su programa y en su código genético desde 1979, es verdad. Y esto debería hacerles pensar si con políticas tibias, blandas, rendidas a la corrección política establecida por los otros, han perdido el poder, será el momento de abandonar todos esos complejos y crecer como partido o partidos, pues en esto se incluye lo que queda de PP, defendiendo una Navarra foral y española, en todos los ámbitos y a fondo, como dijeron querer hacer. No se engañen: tienen una base fiel de voto, por tradición y por miedo, pero eso no ilusiona a nadie. Les irá mejor sin rendiciones ni verborrea acomplejada. Y un detalle: simplemente si hubiese entrado un parlamentario de Ciudadanos o de Vox, o de cualquier partido español que hubiese, habría cambiado por completo la situación. Estuvo a un paso de suceder. Pero en 2015 UPN y Partido Popular pensaron a ratos más en la sigla y los sillones que en Navarra. Tendrán que cambiar.
Aludes a una serie de complejos y rendiciones por parte de UPN y Partido Popular en Navarra. ¿Cuáles son exactamente?
UPN nace en 1979 para defender la Navarra foral y española y para suprimir la Transitoria Cuarta de la Constitución. Llega al poder en 1991, y luego tras el escándalo Urralburu-Otano. Sigue habiendo zona vascófona, dinero para ikastolas y sobre todo grandes espacios de la administración y de la enseñanza en manos de abertzales, que los han aprovechado. Y el PP se refunda en 2008 para lo mismo. Ambos han gobernando Navarra y España. Y no han cambiado las cosas en sus mandatos, como mucho las cosas no han avanzado tan rápido. Tenemos hoy una Navarra más sometida a los mitos nacionalistas y a su manipulación identitaria. Es consecuencia, también, de lo que no se ha hecho. En algún momento habrá que hacerlo, o seremos otra Álava.
El actual ejecutivo ha puesto mucho énfasis en el cumplimiento de la ley vigente en lo que a memoria histórica se refiere y que ha tenido su momento álgido con la retirada de la cruz laureada del escudo existente en la fachada del Gobierno de Navarra. ¿Se trata de una medida que busca cerrar una etapa triste de la historia más reciente o de algo populista?
Álgido, álgido… ya veremos. Técnicamente, dudo que esa decisión sea legal incluso desde la misma Ley en vigor, que la Ley sea constitucional ni por supuesto respetuosa con el sentido de los pactos sociales y políticos de 1976-1978 y que sea justa o correcta. Tocar un monumento es una señal de inseguridad con las propias ideas y con el futuro. Nadie ha tocado el escudo republicano de Pamplona en la plaza de toros. Imagínate que Israel pidiese que se derribase el Arco de Tito en Roma: obviamente no lo ha hecho, y nos parecería ridículo que lo hiciese. Pues lo mismo es: aunque quiten los símbolos, somos hijos de la historia, y descendemos de un modo u otro de los asesinos de la guillotina, de santos y de criminales, de de los curas y rastreros de la represión en Navarra en el 36, de los mucho más numerosos y sanguinarios milicianos de Bizkaia y de Madrid en las mismas fechas contra los que muchos más navarros luchaban. Qué le vamos a hacer: ignorar la realidad es tan patético como quitar un escudo nacional del siglo XVIII del ayuntamiento de Pamplona. Habrían demostrado mucha más firmeza y más seguridad en sus propias convicciones dejando las cosas como estaban, y haciendo si querían monumentos a su memoria. Mal está a estas alturas partir la identidad de la sociedad, pero lo que hacen es mucho peor que un error, es ridículo.
Desde ciertos sectores navarristas se ha acusado al cuatripartito de “estar al servicio de los independentistas vascos”. ¿Qué hay de cierto y de exageración en esta afirmación?
Por supuesto que es falsa la afirmación. No están “al servicio de los independentistas vascos”, es que ellos son los independentistas vascos. ¿O no? Y lo demuestran a cada paso.
¿En qué medidas consideras que el actual Gobierno de Navarra ha manifestado ser independentista vasco?
En la gestión educativa de Mendoza. En la política de personal de la administración, en lo hecho y en lo anunciado. En la asunción de la idea de que todas las víctimas son iguales, cuando evidentemente no los son y los etarras y los que los protegieron no pueden presumir de víctimas, nunca. En sus planes de acercamiento al País Vasco en todos los campos. Por ejemplo. Y no le hablo de nombres de lugares y de calles, ni de payasadas de sus portavoces culturales e históricos porque no pararíamos de reír, o de llorar.
Otra de las medidas polémicas anunciadas por el actual ejecutivo es una nueva ley de símbolos que permita la exposición de la ikurriña en los edificios oficiales de Navarra. Ante esta posibilidad, una parte de la ciudadanía se ha mostrado a favor y otra en contra. ¿Hay alguna fórmula que permita respetar ambas sensibilidades sin crear una nueva guerra de banderas?
Una muy sencilla: como en la muy republicana y laica Francia, que en los edificios públicos ondee siempre, sin excusas y sólo la bandera nacional de España. Que es la bandera de todos. La ikurriña nació para representar una idea y un proyecto nacionalista; y hoy es bandera de otra región de España. ¿Por cuál de las dos razones ha de estar en los edificios públicos de Navarra? Las concesiones en esto son malas, y sin futuro. Recordemos que el difunto Tomás Caballero puso la ikurriña en el ayuntamiento de Pamplona, en uno de tantos intentos de chalaneo y rendición moral. Con ello, por supuesto, nada se logró, más que unos cuantos años de vergüenza colectiva; y luego los mismos independentistas mataron a Caballero.
El actual Gobierno está fomentando el uso del euskera en el sistema educativo navarro. A pesar de que el euskera es la lingua navarrorum, un porcentaje importante de la ciudadanía no quiere su presencia en las aulas. ¿Por qué?
Ante todo, un matiz profesional, y para detalles hay que leer a Ángel Martín Duque. Lo que muy ocasionalmente aparece llamado en la documentación como lingua navarrorum era literalmente eso, el habla local de los campesinos de una parte del territorio de lo que hoy es Navarra. Cuando se utiliza la expresión no se refiere a todo el euskera, ni por supuesto se identifican lengua y territorio, de hecho, Navarra no existía. Esta tierra ha sido multilingüe durante milenios, y en los últimos dos la lengua dominante y común ha sido el latín y luego sus derivados hasta el español. No hay una identidad ontológica entre los dialectos vascuences y lo que hoy es Navarra, y pretenderlo es, muy respetable, sólo una ambición del nacionalismo vasco. Ideología, no hechos, ni hechos históricos, ni hechos actuales. Ante eso, el mayor error del nacionalismo vasco aquí ha sido ese, pretender la identidad de lengua e idioma. Con eso el euskera, que era visto con general simpatía en Pamplona y en todos los ámbitos sociales y comarcales no vascófonos, ha pasado a asociarse a esa ideología y a sus representantes. Y aunque más conocido gracias al uso de dinero público, y más exhibido por razones políticas, es en la práctica menos hablado. Flaco, flaco favor. Así no se fomenta nada: se lo asocia a una ideología, y con ella evolucionará. Quizá a los grupos abertzales les vaya bien con eso, pero al euskera a largo plazo no. Y por supuesto, no se puede pretender que los que no comparten esas ideas aplaudan si se les discrimina en el sistema educativo público y de la administración y encima con sus impuestos.
Por último, Nafar Telebista acaba de cerrar sus puertas debido a su insolvencia económica. ¿Tiene cabida en Navarra un proyecto mediático de perfil independentista? ¿Qué valoración haces de la trayectoria de esta televisión hasta la fecha?
Tiene cabida… si lo pagan con dinero público de todos. Demanda hay la que hay: un 10% en el entorno batasuno, un 3% jeltzale y unas simpatías más o menos difusas en las izquierdas. No creo que una televisión ideologizada sea lo mejor, en ningún sentido. Una en esa dirección, aquí, además, no será rentable en un mercado libre. Claro que no es un mercado libre.
http://www.ikusle.com/politica/22/10/2016/entrevista-pascual-tamburri-el-balance-de-uxue-barkos-como-presidenta-de-navarra-se-resume-en-crispacion/