Por Pascual Tamburri, 18 de marzo de 2017.
PNV y PP negocian. El PP reúne sus poco poblados congresos. ETA hace teatro con sus armas. ¿Quién va a pagar el espectáculo de estos días? Rajoy no, pero puede que Navarra, sí.
Decía Manuel Fraga que «la política hace extraños compañeros de cama». Y él lo demostró abundantemente, sin demasiada consideración por los principios… a menos que sus principios fuesen cambiándose y convirtiéndose en finales, por el Imperio a la galleguización. No hay barreras en esto, desde la Transición democrática: un hombre tan limitado como Adolfo Suárez (en vías de canonización laica) negoció con PNV y CiU, sin importarle el precio. Un precio que, en términos de unidad nacional y de dinero, pagamos aún. Pero a su vez lo hizo Felipe González (y les dio la educación, y más dinero); y lo hizo José María Aznar, que los necesitó para ser presidente en 1996 (y lo seguimos pagando en impuestos y en dignidad); y lo hizo Rodríguez Zapatero, con la atenuante de que sus principios ya eran declaradamente antiespañoles. Ahora le toca a Mariano Rajoy.
No es una semana cualquiera
Por un descuido (o no), en una foto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dejado al descubierto su agenda secreta para estos días. Incluyendo “una comida privada el sábado en Vitoria”. Una agenda desde luego intensa, porque el PP está celebrando sus congresos regionales y Rajoy va a ir al de Vitoria (donde desde luego hace falta gente) a respaldar el liderazgo de Alfonso Alonso. Pero ese sábado la agenda de Rajoy prevé una comida, y reunión, con comensales no definidos.
¿No definidos? El PP vasco, bueno, lo que queda del PP vasco que no es lo que fue con Mayor Oreja, acaba de votar los Presupuestos regionales del Gobierno vasco de Ínigo Urkullu. A cambio, el PNV ha votado con el PP en su intento torpe de liquidar al gremio de estibadores, y Rajoy espera tener los votos del PNV en los Presupuestos nacionales. Porque si no tendría que cumplir su amenaza de convocar elecciones. Pero eso hay que pagarlo.
Rajoy necesita los votos de los cinco diputados del PNV. A duras penas va a tener los de Ciudadanos, pero eso se compra fácil. Los del PSOE es imposible, porque estando en proceso de guerra civil nadie quiere quedar como amigo del PP, y eso es comprensible. ¿Ama el PNV a Cristóbal Montoro, ministro de España? Si Montoro y Rajoy pagan, sí.
Lo de Ciudadanos tiene su encanto. Han hecho posible el Gobierno del PP, pero el PP los maltrata. Acaba de decir, directamente, que a diferencia de ellos «el PNV sí es un partido serio». Dicen que las negociaciones con los nacionalistas vascos con respecto a los PGE «van por buen camino». Es decir que el PP pagará el precio necesario. Unos dirán que por España. Otros pensarán que será por conservar el poder. Habrá que remitirse a experiencias pasadas y a resultados futuros para saber la verdad.
Algo dudoso habrá en todo ello cuando la reunión vitoriana no está en la agenda oficial de Rajoy en La Moncloa. Si fuese algo presentable, estaría a la luz; si se oculta, por algo será. Y si coincide por un lado con la crisis catalana, por otro con el teatrillo de la ETA y sus armas y finalmente con la agonía parlamentaria del PP todo hace esperar malas noticias. O dicho de otro modo, que por razones políticas e intereses de los políticos (que no de España) se pague al PNV el precio de sus carantoñas.
Ya había habido reuniones entre el consejero de Hacienda y Economía del Gobierno del PNV, Pedro Azpiazu, y una delegación del PP vasco incluyendo a Nerea Llanos, al portavoz en el Parlamento, Borja Sémper, y a Antón Damborenea. Así que una parte de precio se mide en votos: yo te voto tus presupuestos, tú me votas los míos. Yo te voto tus leyes, tú me votas las mías.
¿Bastarán los votos? Por experiencia sabemos que no. El PNV en 40 años de libertades democráticas siempre ha pedido más competencias y más dinero. Y casi siempre los ha tenido. Dirá el presidente Rajoy “¿y quién soy yo para decir que no a lo que Suárez, González, Aznar y Zapatero dijeron que sí?”. Habría que decirle que el representante de la voluntad nacional española, pero eso no está muy de moda. Así que más competencias y más dinero, a cambio no sólo de votos sino de portarse bien mientras la ETA incordia y los catalanistas se revuelven.
Y que nadie se engañe. Lo decía Iñaki Ezkerra hace unos días en ABC: “El PNV es un partido fundado por un individuo que emborronó cientos y cientos de páginas explicando que el español es un ser inferior en todos los órdenes, desde el genético y fisiológico al intelectual y moral”, y además de ese mismo núcleo “surgió todo el nacionalismo vasco, su proyecto independentista y el propio terrorismo que ha asolado la vida nacional durante más de medio siglo”. Ellos son lo que son quieren construir un Estado independiente, con plena soberanía, una sola lengua y unas fronteras definidas por ellos. Lo querían y lo quieren. Y hacia ello avanzan, porque a diferencia de sus comensales hacen política a largo plazo.
¿Van a pedir benevolencia de hecho y de Derecho con los asesinos etarras? La piden, la siguen pidiendo y, según vemos, la van teniendo. Palo y zanahoria. Pero sin disimulo ni concesiones. Ellos no cesan a Miren Iturbe, la directora insultante de la ETB, pero el delegado del Gobierno Carlos Urquijo sí fue sustituido para mayor suavidad y ternura con el PNV.
¿Van a pedir avances de hecho, aunque sean discretos, en la “construcción nacional”? Como siempre. ¿Y van a pedir Navarra? No lo dudemos. Necesitan Navarra; pero en cambio Rajoy no, puesto que quiso un PPN blandito (y además no le importa mucho, puesto que el 18 va a Vitoria pero el 25 no va a Pamplona) y apto a bendecir cualquier entrega.
Buscarán la manera de suavizar la entrega de Navarra, y de así pedirla. Pero no dejarán de pedirla. Y siempre que alguien los necesite a ellos es de temer que, si no tiene principios, la entregue. Más aún cuando la única propuesta alternativa de UPN es “devolvednos al poder”. ¿Para que lo volváis a hacer como antes? Menuda semana, Mariano. Eso sí, recuerda que a Suárez esto se le atragantó, y no poco.
Pascual Tamburri Bariain
La tribuna del país vasco, 18 de marzo de 2017.
https://latribunadelpaisvasco.com/not/6247/rajoy-en-vitoria-pero-no-en-pamplona-es-navarra-el-precio-de-los-votos-del-pp-y-las-armas-de-eta-/