¿Para qué rebajaría Marín el Reglamento?

Por Pascual Tamburri Bariain, 21 de agosto de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

La ponencia para reformar el Reglamento del Congreso es una de esas que trabaja a medio gas. La legislatura había acabado sin que se pactase una reforma … aunque igual hay sorpresas. Manuel Marín quiere cambios pero ahora resulta que también Diego López Garrido los quiere. ¿Y por qué? Ay, amigos, a mí me gustaría saberlo.

La cosa es, digamos, sospechosa. Resulta que ahora nos hemos acordado del Reglamento y, por ejemplo, de que hace falta un grupo de cinco o más diputados para formar Grupo parlamentario. Pura lógica democrática, ya que los diputados van a Madrid a representar la voluntad política de la nación soberana y no la voluntad festiva de una u otra provincia, por rico que sea su folklrore y grandes que sean, por ejemplo, sus patatas. No digamos ya qué horrorosos recuerdos los del siglo XIX, cuando los diputadines representaban en la Corte a las respectivas oligarquías terruñiles.

Pero, en fin, quieren cambiar el Reglamento, y esto debe ser porque, después de Miguel Sanz, mi presidente, todo el mundo se ha acordado de necesitar representación propia en Madrid, a ser posible con Grupo parlamentario y en el futuro, Dios proveerá, quizás con Embajada (hay quien ya tiene el edificio elegido y pagado).

Claro, en el caso de mi partido, UPN, es difícil que tengamos Grupo propio, y por buenas razones. La verdad es que UPN siempre ha ido a más, y desde aquel diputado inicial de 1979 -Jesús Aizpún, que fue diputado porque, entre otras cosas, obtuvo unos cientos de votos más que Javier Nagore, que no salió elegido en 1977 y que pidió el voto para Aizpún en las siguientes- hemos llegado a tener tres de los cinco diputados que elige Navarra. Sólo dos ahora. Pero necesitaríamos los cinco para tener Grupo propio, salvo que el Gobierno de Zapatero nos haga el favor -pero normalmente no nos hace favores- de bajar el listón. Seguiremos informando.

«No lo han decidido los navarros y navarras»

No es normal que aquí podamos reproducir un titular de Gara haciéndolo nuestro. Normalmente, en lo relativo a Navarra, el periódico de los asesinos miente, manipula y falsifica sin pudor. Esta vez, sin embargo, casi por azar, ha dicho la verdad, o algo parecido a la verdad.

Gara dice estos días que los navarros no han decidido su Gobierno, y la verdad es que directamente no lo han hecho. El Amejoramiento, antes, preveía el procedimiento automático, es decir que en caso de estancamiento institucional el candidato de la lista más votada formase Gobierno. Un procedimiento de emergencia, que fue usado por Gabriel Urralburu, por Juan Cruz Alli y por el mismo Miguel Sanz en 1996, en el «año de la gran confusión», y que duró hasta 2001. Sanz quiso, y a los ciudadanos nos pareció bien, quitar la puerta trasera para reforzar el edificio de las instituciones.

Este deseo tenía y tiene un precio: ahora es imprescindible lograr una mayoría parlamentaria, de suerte que una medida ideada para reforzar las instituciones puede terminar convirtiéndose en causa de debilidad de éstas. Quien aspire a gobernar aquí, ya lo hemos visto, necesita conseguir por las buenas o por las malas más votos a favor que contrarios en el Parlamento, o bien disolver éste. Como arrastramos aún los complejos electorales de la Transición, aún no hemos tenido una disolución anticipada.

Las cosas no son tan negras como las pone Gara, ya que el 27 M hubo elecciones y UPN las ganó de calle, de manera que ha formado Gobierno. Es la lógica de nuestra democracia. Ahora bien, los muñidores que se han puesto entre UPN y PSN-PSOE carecen de legitimidad democrática y confunden el interés de la región con el interés compuesto de sus depósitos bancarios y sus inversiones. Ciertamente, sin crispación, regionalistas y socialistas pueden entenderse, pero no exactamente así; y en todo caso, en días por venir, alguien pasará factura por sus servicios a la comunidad. Informaremos aquí y, quizás, en Gara.

Por Pascual Tamburri Bariain, 21 de agosto de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.