Terrorismo, justicia, dos pesos, dos medidas

Cuando fueron asesinados en Atenas dos jóvenes afiliados de un partido político legal y en pleno crecimiento social en su país, los medios dominantes y los políticos profesionales en Occidente acusaron de terrorismo… a las víctimas, y no a los criminales. Quizá sea un nuevo criterio, que España ya conoce muy bien. Quizá sea sólo la aplicación de uno ya muy visto en esta Europa: depende de quién seas y cuándo se valore, lo que hagas será o no bueno.

España, una colonia satisfecha

Ha dicho Cayo Lara que Estados Unidos trata a España como si fuese una colonia y no un Estado soberano. Lo dijo a propósito del espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional y lo ha repetido varias veces. Puede tener hasta razón, pero que lo diga precisamente él lo descalifica de punta a cabo. Un comunista defendiendo la soberanía de los países, si recordamos cómo trataba la Unión Soviética a los países “aliados” de su impero, roza el ridículo. Un comunista defendiendo el derecho a la intimidad y las libertades, si recordamos qué hay de eso en Cuba o en Corea del Norte, está mucho más allá de lo ridículo.