¿Váyase, señor Aznar?

El cambio de milenio no está siendo fácil para el Gobierno de España: un submarino nuclear averiado en Gibraltar, una epidemia incontrolable en la cabaña ganadera, una ministro de Sanidad aún más incontrolable, sospechas de contaminación por uranio entre nuestros soldados, la inflación desbocada, las Comunidades Autónomas sin cooperar en la reducción del déficit, una creciente dependencia energética, una no menos creciente subordinación a Bruselas en temas clave como la pesca y la agricultura, cientos de miles de inmigrantes indocumentados que a pesar de ser ilegales no nos atrevemos a expulsar, la precariedad laboral a tope, el PNV echándose al monte y, encima, para colmo de males, el Partido mayoritario dedica sus mejores energías a decidir quién será el sucesor de José María Aznar como candidato a la Moncloa.