El deber no suele ser dulce, tampoco en política

Pocos días antes de san Miguel, Logroño vive con pasión las fiestas de san Mateo, en Pamplona resuenan los ecos de san Fermín de Aldapa y, un poco en todas partes, un cierto desorden anuncia el inicio del curso, el retorno al deber y al orden sólo en apariencia abandonados, sólo para los espíritus pequeños oculto por la vida nocturna que para muchos ilusos es más importante que la diurna.