Hay servicios públicos que el Estado debe prestar. Y otros que puede ofrecer. Lo absurdo es imponer una calidad mediocre, hacerlos obligatorios y ocultar el precio que todos pagamos.
Mes: septiembre 2010
Pese a las encuestas, el centroderecha puede perder en 2011 (otra vez)
Los políticos de 2010, 2011 y 2012 tienen que solucionar problemas que llevan pendientes más de 30 años. Otros ya estaban arreglados, pero conflictos de intereses los vuelven a plantear.
El Ejército del Aire, un derroche necesario para España
Puestos a reducir gastos, las Fuerzas Armadas son siempre las primeras. Pero nuestra historia demuestra que no tener aviación es aún más caro. Un campo en el que fuimos precursores.
Un secreto inconfesable arrastra a un político nacional a «provincias»
Muy formado, con perfil internacional, con contactos elitistas y con un escaño en Madrid. ¿Por qué tendría que volver a una 'ciudad de segunda' y jugarse su carrera? Hay una razón secreta.
El hombre que mejor entiende al Papa no puede ser católico
Sólo cinco millones de británicos son católicos. Pero llenan las calles y las iglesias más que los anglicanos, compitiendo con el ateísmo y el Islam. El príncipe de Gales comparte sus ideas.
Se hunden los modelos de ZP en una de sus políticas preferidas
El PSOE ha prestado gran atención a la enseñanza. Pero no para mejorarla sino, desde Felipe González a Zapatero, para utilizarla. Y los dos países a los que copiaron han cambiado de ideas.
Menú electoral: candidata divorciada, corruptos, humildes y mentirosos
La combinación es explosiva: acusaciones de corrupción, partidos divididos, alianzas contra natura, un parlamento con ocho siglas, familias que se rompen. Y dudas sobre los nombres.
Cuando Jesús Neira y Esperanza Aguirre hacían juntos historia
Ahora está de moda criticar a Jesús Neira. Pero es su coherencia con sus ideas, que expresaba con claridad hace ya muchos años en medios de la derecha, la que lo hizo dar la cara.
Las contradicciones de lo humano ante el vértigo del siglo XX
Yukio Mishima es recordado por su dignidad al morir. Pero ni su vida ni su muerte se comprenden sin su retrato agridulce de un Japón contradictorio no tan lejano de la Europa decadente.