Patriotismo sin complejos

Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de julio de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.

Patriotismo democrático, de razón y de sentimiento, so pena de dejar nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro a la intemperie de las patrias totalitarias

La palabra «patria» ha quedado casi suprimida del léxico político, e incluso del lenguaje común, con la llamativa excepción de las regiones periféricas. Y así, curiosamente, los únicos patriotismos legitimados en los medios de comunicación son los menos avalados por la historia. Precisamente, por lo demás, los que no encuentran acomodo en la Constitución, que habla sólo de una «Patria común e indivisible de todos los españoles».

El caso español es un caso único en su contexto europeo y occidental. El estigma del franquismo pesa aún, injustamente y contra toda lógica, sobre la palabra y sobre el concepto, así como sobre cualquier normal muestra de amor a España o de identificación, aunque sea simbólica, con sus símbolos y con su historia. La patria española es para muchos de derechas, y en un país en el que nadie se identifica como tal derecha esto equivale a decir que nadie puede ser patriota.

Sin embargo, en términos históricos, el patriotismo fue de izquierdas. Patriotas fueron los revolucionarios franceses, los guerrilleros españoles y los libertadores americanos; y la patria no fue entonces definida como una superestructura opresiva militar-clerical -como podría ser en una dinámica antifranquista- sino como una adhesión a un espacio de libertades y a una comunidad de hombres y mujeres libres.

Aunque a algunos produzca vértigo, España necesita su dosis de patriotismo. Constitucional, como se dijo hace un tiempo desde el Partido Popular. Democrático, como parece más amplio e integrador definir. Pero patriotismo, de razón y de sentimiento, so pena de dejar nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro a la intemperie de las patrias totalitarias inventadas en ciertas regiones y de los grandes y descarnados procesos globalizadores. Patriotismo por encima de partidismos, como receta para la concordia civil en este año de tensiones.

Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de julio de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.