Pacto de papel mojado, por ahora

Por Pascual Tamburri Bariain, 8 de febrero de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.

Algunos aún recordamos que José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se encontraron hace unas semanas en la Moncloa y llegaron a una serie de acuerdos. Era enero, no hace mucho, no puede haberse olvidado. De hecho, poco después, la prensa tuvo noticia de un segundo encuentro entre los dos mismos líderes políticos y el Rey, Jefe del Estado, para tratar ciertas cuestiones de evidente actualidad y de aún más evidente preocupación general.

El problema de esas fotos solemnes y de las buenas intenciones que las fotos parecían respaldar es que después no se ha hecho nada. Sí, es verdad, José Blanco y Ángel Acebes se reunieron y acordaron que los dos grandes partidos constituirían una comisión para seguir el pacto, pero nada más se ha hecho. Nada es «absolutamente nada», o peor aún.

Peor, porque mientras que Rajoy ha insistido en los puntos esenciales de sus declaraciones tras entrevistarse con el Rey y con Zapatero, y su discurso frente a Ibarretxe fue una defensa magistral de la España constitucional, unida por la historia y por la libertad, Zapatero ha ido en otra dirección. No sólo no ha activado el pacto, ni da señales de quererlo hacer, sino que ha violado su espíritu.

Sabemos ahora que el presidente del Gobierno de España se reunió con los líderes de una formación independentista, el PNV, que desea destruir el fundamento de todas nuestras leyes y la unidad nacional. Y que parece haber acordado con Josu Jon Imaz y con Juan José Ibarretxe los tiempos y las formas de su distanciamiento ante la opinión pública. Pero también que ese distanciamiento no implicará un acercamiento al PP, y que se dejan todas las puertas abiertas a futuros acuerdos, sin más límites que salvar la cara ante la opinión pública.

Zapatero actuó como líder del PSOE, y no como gobernante. El PSOE está dispuesto a negociar cualquier cosa con el PNV después de las elecciones de abril, y más si Batasuna colabora. Si al PNV le va bien, éste seguirá adelante con su plan. Si al PSOE le va mejor, el PNV conseguirá vía López todas las concesiones concretas contenidas en el plan de Ibarretxe. A cambio, mutuo apoyo.

Carod Rovira va a presentar pronto a Zapatero la factura de su colaboración. Y Zapatero tendrá de nuevo ocasión de demostrar si le importa más su papel institucional o sus intereses políticos. Si definitivamente convierte en papel mojado el pacto con el PP -que según la Junta Electoral, dada la existencia del PSC, es el primer partido de España-, Zapatero no podrá quejarse de nada que hagan o digan los de Rajoy. Ni de qué piense el alto y cualificado testigo del pacto. Que calla, pero menos.

Por Antonio Martín Beaumont y Pascual Tamburri Bariain

Por Pascual Tamburri Bariain, 8 de febrero de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.