¿Qué paz quiere Zapatero?

Por Pascual Tamburri Bariain, 10 de enero de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

«Todo por la paz»; si se fijan ustedes la palabra más repetida por José Luis Rodríguez Zapatero desde sus sonrientes declaraciones del 29 de diciembre es «paz». Y el bombazo asesino del día siguiente, aunque le quitó algo de alegría a su fin de año, no le hizo cambiar de línea, sino que le ha hecho ahondar en la misma dirección. Por eso «paz», «paz» ante todo, ya que si en algo están de acuerdo todos los españoles es en eso, en no querer más violencia.

¿Pero qué paz quiere Zapatero? Antes podía confiarse en su buena intención, porque al fin y al cabo esto de la paz es un bien indiscutible. Pero la manifestación convocada por los sindicatos mayoritarios -o por una parte de ellos, que esa es otra- para el próximo sábado en Madrid ha obligado al equipo del presidente del Gobierno a explicar, aunque sea por eliminación, qué tipo de paz quiere.

Paces hay de muchos tipos; pero el entorno social y mediático del PSOE se ha negado a manifestarse «por la paz y la libertad» como se pedía desde las asociaciones de víctimas del terrorismo y desde el centroderecha político, social y cultural. El complemento es de importancia, y su ausencia resulta extremadamente significativa.

Paces hay de muchos tipos. No pocos españoles recuerdan aún los fastos de 1964, cuando el régimen de Francisco Franco celebró los «Veinticinco años de paz». Ya, paz: paz sin libertad. Y tengo bien presente la imagen de las grandes reuniones internacionales «por la paz» organizadas en los años setenta en Berlín por el régimen comunista de Alemania Oriental. Paz también: paz sin justicia.

Una paz sin justicia o una paz sin libertad están al alcance de todos los bolsillos. No hay dictador que no sea capaz de conseguir la paz de los cuarteles o la paz del Gulag. Paz, es decir limitación de la violencia a cambio de renunciar a la libertad. Pero esa no es la paz en la que se fundamente nuestra Constitución, ni la paz por la que murieron las víctimas del terrorismo. Para conseguir una paz sin libertad no hacía falta llegar aquí, bastaba haber cedido hace décadas ante el terrorismo. Por la libertad, España no cedió. Renunciar a la libertad es un anuncio de qué paz se desea.

Por Antonio Martín Beaumont y Pascual Tamburri Bariain

Por Pascual Tamburri Bariain, 10 de enero de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.