Termina el Hobbit, pero no termina Tolkien… ni Peter Jackson

Por Pascual Tamburri, 27 de diciembre de 2014.

La sexta película de Peter Jackson sobre la Tierra Media ha tardado 13 años en llegar. Pero no será la última, porque Tolkien da para mucho más, y mejor.

El Hobbit: La Batalla de los cinco Ejércitos va a ser, aunque estrenada en diciembre, el éxito del año en los cines, y desde luego de las Navidades (hablando de éxitos internacionales, ya que para nacionales ya está Ocho apellidos vascos). Una vez más, Peter Jackson triunfa. Hace dos años, opinando sobre el inicio la segunda trilogía de la Tierra Media con El Hobbit, el muy progresista Carlos Boyero ya dijo –obviamente- en El País que una de sus «peores pesadillas es que [le] aten a una silla y [le] obliguen a revisar la ocho horas de metraje que dura la trilogía», hablando respecto a estas películas de una «adoración colectiva» que él lamentaba. Qué le vamos a hacer.

La progresía en general no aprecia ni a J.R.R. Tolkien ni las seis películas de Peter Jackson, excepto quizá como magnífico negocio capitalista. Un negocio peligroso, porque aunque con muchas limitaciones las tres películas de El Señor de los Anillos y también las tres de El Hobbit han terminado transmitiendo un modo de entender la vida y unos principios y estética intrínsecamente opuestos a los de la modernidad en cualquiera de sus versiones. Incluyendo la ilustrada occidental que tan malos presente y futuro padece.

La esperanza en muchos medios y ambientes era que con la muerte de Smaug Peter Jackson dejase a Tolkien y su peligrosa obra. Porque por mucho que se haya mercantilizado, el producto sigue transmitiendo ideas explosivas. Y en una entrevista reciente Jackson les ha defraudado: ha aceptado públicamente que «en dos o tres años» (es decir, después de seguir con Tintín, bendida sea la memoria de Hergé) podría rodar más largometrajes basados en la obra de Tolkien, sea en otros momentos de la historia del mundo creado por Ilúvatar o directamente en la Tierra Media.

Posibilidades hay muchas: desde la creación de Arda y las grandes guerras de los Valar, la aparición y división de los elfos narrada en el Simarillion, el despertar de los hombres, las guerras de Valinor, la derrota de Morgoth, la fin de Númenor y las guerras de la Tierra Media antes de El Hobbit o entre el viaje de Bilbo y el de Frodo. O historias paralelas que darán para mucho, como la historia de Beorn y los beornidas, la de Tom Bombadil y los maiar dispersos, la de los hombres púkel… quién sabe. Queriendo, hay materia para rodar un siglo, como la habría si alguien se decidiese y atreviese a llevar a las pantallas las sagas del norte o la historia de Arturo. Veo ahora mismo la pequeña joya que ha redactado Daniel Falconer y publicado Minotauro sobre el rodaje y preparación de la sexta película y no puedo no pensar en tantos y tantos que nos han acompañado desde la película de 2001, las ilusiones y apuestas que han ido y venido, y los que poco o mucho han compartido o aún comparten este gusto… Íñigo, que ha sido el penúltimo en recordármelo, se lleva en nombre de todos mis mejores deseos para 2015, o el año que sea desde la colonización de la Comarca.

Pascual Tamburri

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 27 de diciembre de 2014, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/termina-hobbit-pero-termina-tolkien-peter-jackson-139394.html